Nuestra Guerra Segunda Parte (Tomas Y Sofhi)

Narra Tomas

Llega la mañana y con ella la exposición, me levanto renovado y confiado de que todo saldrá a la perfección, me pongo la mejor ropa que tengo, me baño en colonia y bajo para pedir ayuda para la sorpresa que le tengo a Sofhi, desde ayer hable con mama para organizarle una cena a la luz de las velas y con película en la sala incluida, yo mismo prepare todo, ella se merece esto y mucho más, organizo mi cuarto antes de salir, reviso que la mesa quede organizada con los pétalos llenando un camino y la comida lista para preparar al llegar, no es mucho, pero es lo que tengo pues aun no cuento con dinero para darle lo que ella se merece.

Salgo sobre el tiempo, voy corriendo por mi moto para recogerla, al llegar veo nuevamente a Sally en la casa de su amigo, esta vez no tengo tiempo para preguntar, ella se acerca para besarme y yo solo poso mis labios rápido para salir y dejarla, ella se molesta, pero después la contento, acelero y llego rápidamente al lugar de encuentro, al llegar la espero por unos segundos y cuando la veo aparecer con un hermoso vestido y su cara de ángel, le digo lo hermosa que esta y ella me devuelve el elogio, se monta y le tomo las manos para que me abrace fuerte, en todo el camino pude sentir sus pecho* en mi espalda, esa era una sensación excitante pues aunque no eran muy grandes podía imaginarme lo deliciosos que serían, me la paso por el camino tomando sus manos para calmar sus nervios y conduciendo solo con una, al llegar al escuela todos nos miran pero yo tomo su manos para que no tome en cuenta esas miradas, llegamos al salón y aprovechamos que esta vacío para organizar los carteles y lo demás, al llegar todos los alumnos y profesores doy paso a mi presentación, inicio sin nervios y con mucha confianza, estaba más que preparado y ver a Sofhi a mi lado ayudándome con los apunte y carteles era como si tuviéramos una gran conexión, todo termina entre aplausos y felicitaciones, al sentarme ella me recuerda que solo falta el examen y yo le digo que es pan comido, ella se burla de mi pero sabe que es verdad, nos quedamos juntos todo el resto de la jornada y al terminar le digo cual es mi sorpresa, pero le aclaro que debe ir conmigo a casa.

Volvemos a subir en la moto y llegamos a la casa del amigo de Sally, le explico que es el lugar donde guardo la moto para que papa no sepa, al bajarse ella él se queda mirándola con evidente deseo, por lo que le lanzo una mirada asesina y el solo ríe y me hace saber que ella le gusto, la abrazo para que él sepa que con ella no se puede meter, el alza sus manos en señal de rendición, caminamos tomados de la mano hasta llegar a mi casa, ese instante fue como un dejavu, antes de abrir la puerta tapo sus ojos con mis manos, haciéndome detrás de ella, ella solo ríe y pone sus pequeñas y delicadas manos sobre las mías, le guio hasta la sala y le descubro los ojos y ella no dice nada por lo que me siento un poco decepcionado, y le hablo.

- ¿no te gusto? – le pregunto buscando su rostro y puedo ver un destello de lagrimas

- Esta hermoso – me dice a punto de llorar

- Y si es así ¿Por qué lloras? – le pregunto con duda

- Por qué me hace feliz ver todo lo que hiciste, ¿Por qué lo hiciste, verdad? – me dice y yo rio

- Casi todo, las velas las prendió mama- le digo sonriendo, en ese momento aparece mama

- Hola princesa – la saluda mama

- Hola tía Amelia – Sofhi le devuelve el saludo

- Yo los dejo debo ir con tu mama y con Ana, plan amigas ustedes saben – dice pícaramente – estás en tu casa amor – le dice mama a Sofhi y se va

- Antes de sentarnos debes acompañarme a preparar la merienda – le digo

- ¿Se supone que yo debo cocinar? No es justo – me recrimina con risa

- No, pero si debes acompañarme – la tomo de la mano y la llevo a la cocina

- ¿Y cuál es el menú? – pregunta

- La verdad no soy muy buen cocinero y quería que todo lo de hoy fuera preparado por mí, así que decidí hacer lo que mejor hago, sándwich, eso si, nadie los hace mejor que yo – le digo

Saco todos los ingredientes y los armo en la mesa de la cocina, después tomo los platos y le digo que es hora de sentarnos a comer, ella me sigue, pongo los platos en la mesa y me dispongo a correrle la silla como todo un caballero para que ella se sienta bien atendida, mientras comemos le digo que después tendremos tarde de películas como a ella le gusta con palomitas incluidas, no puede evitar reír de mis tonterías, estar con Sofhi es tan fácil, tan fluido que no hay necesidad de aparentar o hacer mi papel de galán, con ella todo es tan natural que se me olvida el mundo a mí al rededor.