Luna es una chica que quedó huérfana el día que nació, al tener heterocromia de iris, las personas de su pueblo la llaman bruja y desde pequeña comienzan a acosarla haciendo su vida miserable.
Ella sigue su vida "normal" hasta que un día sin más encuentra a un hombre herido en su cabaña.
Luna se enamora de él a tal punto de entregarse sin saber que esto la llevaría a un abismo de dolor, pero también la haría experimentar el más hermoso amor.
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Una Familia
Los días pasaron y ya me encontraba poco más de mi octavo mes de embarazo. Ya solo faltaban unas semanas para que naciera mi bebé, mi barriga ahora era tan grande que me era imposible agachar para ponerme los zapatos.
Anne, Kimberly y la señora Lila siempre estaban pendientes de mí, no me dejaban sola un solo instante.
El señor Luis por su parte, algunas veces que llegaba de trabajar me traía un bocadillo, un pastelito, una paleta de dulce o cualquier caramelito y a mí me daba mucho gusto recibirlo porque nunca tuve un padre que me cuidara así.
Anne y doña Lila no decía nada porque también a ellas les traía.
Hoy cuando regreso el señor Luis a casa lo hizo más temprano, tanto que yo me encontraba con Kimberly ya que Anne estaba trabajando y doña Lila había salido a hacer un mandado.
Cuando entró, nosotras estábamos en la sala de estar tratando de tejer chambritas como me había enseñado doña Irma pero apestabamos en eso y solo hacíamos un desastre.
_ Buenas tardes._ Nos saluda serio.
_ Buenas tardes don Luis bienvenido._ Le contesto amable.
_ Buenas._ Le dice Kimberly levantándose._ Ya tengo que irme luego nos vemos._ Me dice.
La verdad no había notado que siempre que estábamos juntas era cuando no estaba Don Luis pero siempre que él parecía por algún motivo Kimberly tenía algo que hacer y se iba.
Pero hoy antes de irse Don Luis la detuvo.
_ No te vayas eres bienvenida cuando quieras, además hoy he traído un pastel de chocolate para celebrar el cumpleaños de Lila, ¿porqué no te quedas?._ Le dice antes de que salga.
Puedo ver la cara sorprendida de Kimberly y después le pregunta un poco temerosa.
_ Perdón si siempre que lo veo huyó._ Le dice nerviosa._ Pero pensé que usted me repudiaba por ser como soy._ Le dice bajando la mirada._ Es que siempre lo veo serio y casi nunca habla por eso sentía que me odiaba._ Le dice aún con la mirada abajo.
_ Claro que no._ Le dice rápido Don Luis._ Por supuesto que no te odio, es tu vida y puedes hacer lo que tú quieras con ella._ Le dice rascando su cabeza nervioso._ Saben de niño fuí excluido por tener este rostro que parece como si estuviera molesto y de mal humor y sumandole que además era muy callado fue difícil para mí hacer amigos._ Nos dice sonriendo.
_ Entonces no se diga más, a partir de ahora seremos amigos._ Dice Kimberly con una gran sonrisa.
Como nos había dicho Don Luis hoy era el cumpleaños de Doña Lila por eso había regresado un poco más temprano acompañado con un pastel de chocolate para sorprenderla cómo cada año, al escuchar esto Kimberly y yo fuimos rápido a una tienda que está a un lado para comprarle un obsequio ya que ella ha sido muy buena persona conmigo.
Como no tenía mucho presupuesto solo me alcanzó para comprarle un ramo de flores de margarita, pero como dicen por ahí la intención es la que cuenta, Kimberly le compro un vestido muy bonito color rosa fiusha.
Cuando terminamos de comprar eso regresamos al departamento y puse las flores en un jarrón que decoré con un listón rojo y las puse en el centro de la mesa, Kimberly compro unos globos y los colocó en el comedor para cuando llegará Doña Lila sorprenderla junto al pastel que había traído Don Luis.
Unos minutos más tarde llegó Doña Lila acompañada de Anne y apenas entraron les gritamos sorpresa.
La cara de Doña Lila no tenía precio de verdad no sabíamos si se había sorprendido o se había asustado por nuestros gritos pero no reaccionaba.
_ Felicidades doña Lila._ Le digo abrazandola.
De pronto ella volteó a ver a su marido y le dice sorprendida.
_ Es verdad, ¡Hoy es mi cumpleaños!._ Le dice con una sonrisa.
_ Felicidades Doña Lila, espero sea de su agrado._ Le dice Kimberly entregandole el paquete.
_ Muchas gracias Carl.. Kimberly._ Le dice con una sonrisa.
_ No es nada, solo un pequeño detalle, por cierto las flores las compro Luna._ Le dice mirándome.
Doña Lila y Don Luis al escuchar esto inmediatamenteme me voltearon a ver.
_ Por Dios Luna, no gastes en estas cosas tienes que ahorrar para la llegada del bebé que ya está muy próxima._ Me dice doña Lila un poco molesta mientras yo sonreía.
Después de recibir el regañó de Doña Lila le cantamos un feliz cumpleaños y luego corto el pastel que estaba delicioso.
_ Come un poco más, tú tienes que comer por dos._ Me dice Don Luis entregandome otro pedacito de pastel.
_ Papá yo también quiero comer por dos._ Le dice con gracia Anne.
_ No seas celosa Anne, aquí tienes otro pedacito pero aún tú no tienes que comer por dos._ Le dice Don Luis dandole una pequeña palmada en la cabeza.
Al ver esta escena todos comenzamos a reír, como me hubiera gustado tener un padre a mi lado. Esta sensación y compañía de estar en una familia es hermoso.
No pude evitar pensar en como hubiera sido mi vida si yo también hubiera tenido a mi familia, a mi madre y a mi padre juntos, que cuidaran y velaran de mí, que me consintieran y que a veces me regañaran por las cosas que hiciera mal.
Pensaba esto mientras acariciaba suavemente mi vientre, sentía como mi bebé se movía como diciéndome, ya no estás sola, ahora me tienes a mí y seremos una familia y eso realmente me reconfortó mucho.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no alcancé a escuchar cuando me llamaban hasta que sentí como palmeaban mi espalda.
_ ¿Qué pasa?._ Le pregunto a Anne quién es la que me palmea.
_ Te preguntamos que si ya tienes el nombre para el bebé, pero parece que estás en la luna, Luna._ Me dice sonriendo.
Es verdad aún no sé que nombre ponerle, no lo he pensado, en algún momento pensé que tal vez el día que nazca y que me enteré que si es niño o niña ya sabré que nombre ponerle, pero con esos ojos que me están mirando presiento que quieren que les diga ahora o tal vez sea ellos me quieren ayudar a escoger un hombre para mi bebé.
_ Aún no sé, ¿quieren ayudarme a buscar uno?._ Les pregunto al ver sus rostros expectantes.
_ Sí._ Dicen todos felices a la vez.
Después de un largo rato de estar buscando nombres tanto de niña como de niño, algunos muy extravagantes por parte de Kimberly y Anne, que en algunos ni siquiera yo podría mencionar, realmente se me hacía difícil hasta pronunciarlos, otros un tanto antiguos se podría decir por parte de Doña Lila, mientras que el señor Luis, él solo se limitaba a sonreír a todo lo que escuchaba.
Al final no nos decidimos por ninguno.
_ Espero que sea niño, porque yo entre tanta mujer me voy a volver loco._ Dice gracioso Don Luis.
Al escucharlo como se quejaba de nosotras comenzamos a reír.
De tanto reír sentía que casi me orinaba encima, así que me levanté de la silla para ir al baño cuando de pronto comencé a sentir como bajaba algo por mis piernas, inmediatamente una cara de temor se apoderó de mí.
_ ¿Qué pasa Luna?._ Me pregunta Kimberly preocupada al verme.
Doña Lila inmediatamente se puso de pie y cuando miró mis piernas me preguntó.
_ ¿Sientes dolor o algún malestar?._ Me pregunta preocupada tomándome del brazo.
_ No, no siento nada, solo tengo mucho miedo, ¿Qué pasa doña Lila?._ Le pregunto llena de temor.
_ Tranquila, no te asustes._ Me dice tomándome de las manos._ Creo que rompiste fuente, tenemos que irnos ahora mismo a la fundación, porque tú bebé ya quiere nacer._ Me dice con una sonrisa.
^^^Continuará...^^^
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