Calvin Cole, un valiente bombero de Chicago, vive intensamente su misión de salvar vidas, pero guarda un secreto sobre su orientación sexual y un amor silencioso por un compañero.
Un día, tras una jornada agitada en el cuerpo de bomberos, Calvin es invitado por su colega Frank a su casa, donde surge un encuentro amoroso. Frank ya sabía que Calvin era gay, al igual que él. Tras este encuentro, recuerdos del pasado vuelven a la superficie.
Dereck Clark, un médico prometedor, enfrenta desilusiones amorosas, y sus dudas sobre el amor crecen con cada relación que mantiene.
Pero el destino decide unir a dos corazones heridos: Calvin y Dereck se encuentran en una situación inesperada donde verdades ocultas saldrán a la luz.
Ciertas circunstancias los llevan a cuestionar sus decisiones pasadas. En esta trama apasionante, Calvin y Dereck descubrirán que el amor y la felicidad pueden renacer de las chispas de una pasión que trasciende el tiempo.
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Capítulo 12
Dereck atendió esa llamada, y el director le pidió que fuera a su despacho, pues quería hablar con él. Aunque no quisiera, tendría que dejar ese asunto para después.
—Continuamos después, pero esto no se va a quedar así —afirmó Dereck y salió de aquel espacio.
George se quedó allí solo y suspiró, intentando calmarse. Empezó a pensar en las preguntas que escuchó de sus colegas, sobre si le había gustado lo que Dereck hizo. Aunque dijo que imaginó a una mujer allí, nunca admitiría que fue placentero lo que él hizo.
Esperó un poco para salir de allí. No quería que nadie lo viera salir después de Dereck. El otro siguió directo al despacho del director, tocó la puerta y recibió permiso para entrar. Dereck se sentó frente al director, y por algún motivo, sentía un frío en la espina dorsal.
El director, un hombre de mediana edad con cabellos canosos y ojos penetrantes, lo miraba con una expresión un tanto descontenta.
—Dr. Clark —comenzó el director—, creo que ya imagina el motivo por el que le pedí que viniera a mi despacho. Usted es un excelente médico, de eso no tengo duda, pero este incidente puede traer complicaciones para usted y perjudicar su carrera.
Dereck tragó saliva, pero no estaba entendiendo el rumbo que estaba tomando aquella conversación. Él fue la persona expuesta, pero la forma en que el director hablaba parecía hasta que él había cometido tal infracción.
—¿El señor podría ser más claro? ¿Cómo este vídeo podría perjudicar mi carrera? La persona en el vídeo que aparece conmigo grabó aquello sin mi autorización y aún lo esparció por el hospital. En este contexto, ¿no debería ser él el que sea castigado?
El director se recuesta en la silla y suspira, cruza sus manos y parece un poco incómodo para hablar.
—Dr. Clark, la versión que él contó aquí en este escritorio fue otra.
—¿Qué contó él aquí? —preguntó incrédulo.
—George afirmó que usted lo venía acosando con frecuencia y que hasta llegó a amenazarlo, usando su puesto de médico. Dijo que aceptó con miedo de perder el empleo y que grabó como prueba de lo que usted estaba haciendo con él, pero que no fue él quien esparció el vídeo.
Dereck no aguantó y comenzó a sonreír ante lo que escuchó. Se levantó, expresando su indignación.
—¿Cómo aquel cretino pudo decir eso? Fue él quien se acercó a mí. Él hizo una apuesta para probar que yo era gay. Lo que él está diciendo es solo para salvarse de lo que hizo.
El director, viendo que él estaba muy exaltado, se levantó y fue hasta cerca de él.
—Eso es mentira —afirmó Dereck una vez más—. ¿Alguna vez ha oído decir que acosé a alguien aquí? ¿Que falté con respeto con cualquier persona en este hospital?
—Para ser sincero, no creo en lo que él dijo. En todos estos años nunca recibí una reclamación suya. Dereck, déjeme preguntarle una cosa: ¿alguien vio y puede afirmar que él lo cortejó? ¿O usted tiene cómo probar que él está mintiendo? Si esto va adelante, será un desgaste para usted, lo va a exponer aún más y, como le dije, puede perjudicar su carrera. Entiende que lo que estoy intentando decir es que necesita tener cuidado con lo que va a hacer a continuación.
Él aconsejó a Dereck y volvió a su silla, continuando su razonamiento.
—Si esto fue una apuesta, ¿cree que las personas involucradas van a confirmar esto? Él y quien está involucrado en esto, saben que pueden ser procesados por esto. Ellos se van a ayudar, ¿y a quién tiene usted para que lo ayude?
Aquella pregunta hizo que Dereck se quedara pensativo. Además del enfermero que le avisó que aquello estaba sucediendo, nadie habló más nada sobre aquel asunto.
—Entonces, ¿lo que sugiere es que yo deje esto de lado y solo continúe siguiendo como si nada hubiese acontecido? ¿Como si mi privacidad no hubiese sido violada, además de exponerme al ridículo para todo el hospital? ¿Cómo que esto puede ser justo? —Dereck cuestionó, su voz llena de frustración.
—Sé que lo que usted quiere es justicia, lo que le dije es para que ponga en la balanza lo que realmente importa para usted y es sobre lo que puede perder o ganar con todo esto. Apenas le presenté las opciones. Soy el director de este hospital, pero no soy el dueño de él; si ellos creen que de alguna forma un proceso, un escándalo pueden perjudicar el hospital o la imagen de él, ellos no dudarán en sacarlo, o a ambos de aquí.
Dereck se estaba sintiendo extremadamente frustrado en aquel momento. Saber que George aún podría salir impune después de lo que hizo lo dejó con un sentimiento de impotencia.
—Si usted cree que no consigue trabajar con las miradas, chismes y comentarios innecesarios, puedo conseguir una transferencia para usted, con una buena recomendación. Piense en lo que quiere hacer y me habla. Si decide que va a abrir una reclamación o entrar con un proceso, espero que sepa lo que va a enfrentar y también espero que consiga pruebas suficientes; de lo contrario, las cosas pueden volverse en contra suya.
Dereck agradeció la conversación y salió del despacho del director. En vez de ir a su despacho, se dirigió a la terraza, a donde algunos funcionarios iban para fumar y descansar. Él fue hasta el borde del parapeto, sintiendo el viento golpear en su rostro, cerró los ojos y deseó que aquel viento se llevara toda aquella sensación desagradable que estaba experimentando. Dereck se quedó así por un buen tiempo, hasta oír una voz llamándolo, y él se volteó.
—¿El señor está bien? —Quien hizo la pregunta fue el enfermero que le avisó sobre lo que estaba aconteciendo—. No sabía que también venía aquí.
—No acostumbro a venir, pero creo que lo necesitaba. Para decir la verdad, los corredores del hospital me están sofocando.
—¿Consiguió resolver aquel asunto? —El muchacho preguntó, acercándose más a Dereck.
—Él fue astuto. Para decir la verdad, él me acusó de acoso y de amenazarlo para dormir conmigo.
—¿Qué? ¿Cómo él puede ser tan descarado así? Yo oí los comentarios de que él hizo esto para probar que usted es gay. El director, o alguien, debería hacer alguna cosa.
—Yo ya hablé con el director. Si yo quiero ir adelante, tendría que conseguir pruebas, testigos que aleguen que no hice ese acoso. Por un lado, él tiene razón. ¿Cuántas personas estarían dispuestas a involucrarse en ese asunto y decir que él está mintiendo? Nadie lo vio hablando conmigo y llamándome para salir.
Dereck pensó por un tiempo mientras estaba solo. Todos tenían miedo de perder sus empleos o de involucrarse en problemas. Él entendió que básicamente estaba solo en aquel problema y, como el director dijo, su carrera era muy importante para él. Tendría mismo que pensar bien en lo que haría.
