La Pasión del Agroboy

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AUGUSTO Y MELISSA ON

- Buenos días, mi amorcito. Sabía que te despertabas temprano, por eso ya vine. ¿Puedo desayunar contigo?

Ni siquiera me importaron las miradas. Hablé todo meloso y le di un beso. Después de todo, este vaquero está loco por esta morena.

- Buenos días, Augusto. Sírvete y siéntate aquí.

Hablo toda tímida, después de todo, un hombre de ese tamaño llamándome amorcito frente a todos es novedad.

Él me suelta y saluda a todos. Se sirve y regresa.

Comemos y salimos.

- Mel, estás distante. ¿Hice algo que te lastimó?

No debe haberle gustado mi gesto frente a los peones.

- No es eso, Augusto, es que no estoy acostumbrada a tanto cariño así. Aquel abrazo y aquel beso frente a todos. ¿Y si no me respetan por eso?

- ¿De dónde se ha visto una mujer de esas preocupada por lo que los demás dicen? Yo te amo y quiero mostrarle al mundo mi amor por ti. Aquel beso es para que sepan que mi mujer es solo mía y ¡ay del peón que se ponga tonto!

- Perdón por ser tan insegura así. Pero siempre escuché lo contrario. Pero vamos a olvidar eso.

- Nada de eso, ahora me vas a contar. ¿Cómo así escuchabas lo contrario?

Bajo mi cabeza avergonzada

- No es nada, Augusto. Vamos, tengo mucho por resolver hoy.

A veces gestos y cariños que debemos aprovechar, se vuelven pesadillas cuando recordamos el pasado.

Augusto me abraza y entramos en la casa de mi prima.

Luego Valentina y Juliano nos miran.

- Miren, si no es la pareja más linda del momento. Prima del cielo, sujeta a ese agroboy.

- Valentina, esos son modales. Buenos días, Augusto, buenos días, Melissa. No le hagan caso a mi esposa, es así mismo y la amo demasiado.

Valentina y Juliano tienen algunos años de diferencia y se llevan súper bien. Por qué yo y Augusto no podemos darnos esa oportunidad, la edad no importa cuando se tiene amor de verdad.

- No te importe eso, Juliano, sé cómo mi prima es loca a veces.

- Verdad, ya la conoces y sabes cómo es impulsiva a veces. Pero ahora tenemos que irnos, gente. Melissa, siéntete a gusto, la casa es tuya.

- Gracias, Juliano. Y tú, prima, compórtate.

Tina viene y me abraza y me habla al oído. -Sujeta al Agrogato, pues debe tener un agarre de aquellos. Mira a ese hombre, prima, Hummmm.

Me pongo toda tímida. Y le doy una palmada en el hombro.

- Buenos días para ti también, Valentina.

Digo eso y me alejo de su lado. Esta prima mía me vuelve loca. Siempre ha sido loquita así. Ella fue quien se acercó a Juliano primero, el pobre se puso todo tímido, recuerdo como hoy. Él fue su primer novio, a pesar de hablar por los codos, ella siempre fue a lo suyo. Siempre nos cuidamos una a la otra y ahora estamos unidas nuevamente.

- Augusto, voy a reunirme con el personal de marketing. ¿Tú no vienes?

- No voy, Juliano, ya eres prácticamente mi socio. Y ahora más que nunca te necesito, pues voy a aprovechar un poco a mi....a Melissa.

Luego mi prima y el marido se van y yo subo a arreglarme y salir también. Aquella frase interrumpida me dejó frustrada, pero dejémoslo pasar. Todo es muy reciente. Me arreglo y bajo, después de todo, Augusto me está esperando.