EL FUEGO QUE NOS QUEMA

Al regresar a su oficina Lina ignoró su estómago revuelto, su mente estaba preocupada por la visión del rostro de Olivia Cameron. Nunca hubiera pensado que su madre perdida hace mucho tiempo apararecería en su vida de esa manera. No sabía si estaba enojada o disgustada, pero experimentó una oleada de emociones dentro de ella.

Como habian pasado tantos años, Olivia Cameron no la reconoció, sin embrago Lina pudo distinguirla. Su rostro se había grabado en lo profundo de su memoria.

—Justo cuando mi vida parece ser perfecta te osaste a aparecer.—dijo en un largo suspiro.

Había algo que ella no entendía y la estaba perturbando.

Olivia Cameron se habia marchado cuando Lina tenía 7 años. ¿Por qué nunca la buscó?, hasta los 11 años vivió en el abandono con su abuela paterna, cuando su abuela murió su padre la llevó consigo a vivir un infierno con su madrastra. ¿Era Rouss su otra hermana? acaso ella ya tenía un amante en ese entonces. En caso de que Rous no fuera su hija biológica, Olivia Cameron podría cuidarla tan devota como madrastra...¿entonces qué era ella ante sus ojos?........

—Jefa.

Rosa entró de golpe devolviéndola a la tierra. Lina dió un pequeño salto en su asiento.

—Hola Rosa que pasó.

—Jefa me enteré que mostraste benevolencia a esas chiquitas. Aishhhhhhh porque hiciste eso. Se la tenían bien merecido.

Rosa estaba molesta que ni siquiera se sentó, sólo reposó su delgado cuerpo en la mesa.

—Tranquila pequeña, no soy cruel, el dicho ojo por ojo y diente por diente no va conmigo no soy esa clase de persona.

—Pero Jefa.

—Rosa, entiende que todos meceremos segundas oportunidades, ellas ahora se están reformando.

Rosa dio un soplo levantado su flequillo mientras giraba los ojos.

—Está bien...., Tu si que tienes un corazón de oro he, ¡la admiro! desde ya es mi mentora—Corrió a ella y le dió dio un gran abrazo que fue muy bien recibido.

Rosa era una muchacha veinteañera, de ojos color marrón claro de sólo 1.60, con un poco de todo, muy alegre, inocente y una fosforito.

—Jeje, exageras peque.

—Bueno yo solo cumplo con las órdenes de mi jefe, el me nombró tu guardaespaldas, así que nadie puede lastimarte—Dijo Rosa en tono divertido.

—¿Qué dijiste?

Lina estaba asombrada.....¿Said la estaba cuidado por todos lados?, se sintió como el impacto de un meteoro chocando la corteza terrestre, llenando su ser de una emoción inexplicable que sólo le sacó muchas sonrisas.

—Como lo oyó jefa, el jefito está loco por usted.

Lina sólo mostró una sonrisa tímida mientras se disponía a sentarse.

—Peque ya que estás aquí lleva estos diseños a Mikela, que confeccione la muestra A y N.

—A la orden jefa, con permisito entonces.

Al cerrase la puerta, Lina llenó su rostro de una gran sonrisa, Said era el príncipe con el que soñó toda la vida.

—Que ternura, entonces fue Said.

Tomó su teléfono y texteó.

—¿Cómo estas?......pero que tonta — En seguida lo borró—mejor escribo otra cosa.

—Te extraño mucho, te super Amo.

Dudó por un fugáz momento, se lamió el labio luego lo envió, muy satisfecha guardó el teléfono y se dedicó a trabajar.

Lina salió a las 7 de la noche, frotándose las manos que estaban al rojo, el invierno se avecinaba y el frío era insoportable. Una vez que llegó a la entrada, vió a Olivia Cameron que estaba rígida en la nieve. Su aire pomposo de hoy se había esfumado.

Ya había empezado a nevar y Lina no se percató ni tuvo tiempo de admirarla.

No hubo ninguna oleada de emoción en el corazón de Lina. Estaba a punto de volverse a marchar cuando Olivia Cameron se apresuró a tirar de su brazo.

—Lin...

El disgusto se elevó dentro de Lina.

—Si insiste en que me aleje de mi esposo pierde su tiempo.

—Lin...

—Sólo tengo una pregunta, ¿Rouss es tu hija biológica?.

Olivia Cameron parecía preocupada. El destello de lágrimas brillo en el fondo de sus ojos.

—Si.

Fue como si Lina se hubiera electrocutado cuando se sacudió y apartó la mano de Olvia Cameron.

—¿Diste a luz a Rouss después de abandonarme? acaso también hacías cochinadas a espaldas de mi padre. Si que son asquerosos me dan asco.

La voz de Olivia Cameron estaba teñida de sollozos.

—Lin, lo siento es culpa de mami. Puedes pegarme o condenarme.... me consuela que hayas vivido bien todos estos años. Said Torner es un buen tipo, seguro estas viviendo bien con el. Encuentro alivio al saber esto.....

—¿Mamá?, ¡no mereces que te llamen mami! ¿No me pediste que dejará a Said y se lo diera a Rouss por la tarde? ¡que! ¿Cambiaste de opinión ahora?. ¡Ja! vivir bien todos estos años, mi vida fue un infierno.

Lina encontró humor negro en esta situación.

La mirada de Olivia Cameron era evasiva.

—Lin, Said Torner es un buen hombre, pero eso no hace que que seas la pareja ideal para el. Siendo sincera a los del Solar no les está yendo bien ahora. Tenemos que depender de Said Torner para volver a ponernos en pie. Tu hermana menor finalmente se familiarizó con Said después de mucho esfuerzo, ella se deprimió cuando se enteró de la boda. Yo también estoy atrapada en el medio. Tengo mis propios problemas. Lin considera mi ruego. ¡Deja a Said Torner!.

Lina se mordió los labios durante mucho tiempo.

—¡No me iré! Said Torner es mi esposo, estamos casados.

Después de su grito, Lina Corrió hacia la tormenta se nieve. Dos rastros de lágrimas corrieron por sus mejías. Para conocer a su madre así, hubiera preferido nunca volver a verla....