Zara la hija menor de una familia adinerada, por vueltas del destino termina casada con un rico CEO, quien era el prometido de su hermana, ¿podrá Zara amar a quien antes era su cuñado?
¿Podrá su corazón sentir algo más fuerte que solo el cumplimiento del deber, en una situación así?
¿Podrá lo sucedido con su hermana no ser un peso para así obtener un final feliz?
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CAPÍTULO 18
Me sentía atormentando por qué no le hice nada al viejo Dylan, creo que en el fondo ese beso suave me gusto, ¡Dios mío!, que estoy pensando, me moví un poco y la arena esta por toda la cama, no podía quedarme acostada o Mady me mataría, me levanté en contra de mi voluntad, deje mi bolso sobre la cama, y entre al baño, me quite toda la ropa y la tire en el piso, soy muy desorganizada, si hubiera nacido en una familia con menos recursos económicos, seguro que no seria así.
Entre a la ducha, tomé el champú, debía quitar toda la arena de mi pelo, después de unas cuantas lavadas lo logré, me bañe con el mismo champú y la esponja del baño, luego salí de la ducha, tomé una toalla, con otra comencé a secar mi pelo, luego cogi otra toalla seca y envolví mi pelo, después, cepille mis tienes, cuando le estaba cepillado note que no me había quitado el anillo, terminé de sepillarme y salí del baño, volví a tratar de secarme el pelo con la toalla que tenia en la cabeza envolviendolo.
Tomé el secador y un cepillo y lo sequé del todo, luego con una tenaza lo ondule, le di volumen, busque en el closet la ropa de bailarina exótica, pero le di cuenta que era demasiado reveladora, así que busque otra opción.
Decidí vestir de rojo, una chaqueta y top rojo vibrante, con una falta de piel y botas rojo vino, la cartera a juego y algunos accesorios, después que me había puesto la ropa, me puse un maquillaje simple, pero resalte los labios, con un labial rojo mate, y los ojos delineados de negro para resaltar mi mirada, algo de polvo y sombra color crema con algo de brillo.
Me miré al espejo, me veía espectacular, que puedo decir, juventud divino tesoro, y la percha es que hace la ropa, busque un perfume francés, que me había regalado Mady en mi cumpleaños número 21, eso fue hace poco, me lo heche y listo, miré tomé el teléfono de arriba de la mesa, solo faltaba 10 minutos para las 8, puse todo del bolso que tenia en la tarde, a él bolso que me iba a llevar.
Mi teléfono comenzó a sonar, miré la pantalla era Mady, conteste de inmediato.
— ¿Estás lista?
— Sí.
— Ya estoy llegando.
— ¿Cómo?, ¿No me ibas a mandar el chófer?
— Las cosas han cambiado un poquito.
— ¿Cómo así?
— Ya casi llego, hablamos.
Eso me dio muy mala espina, me ha evadido completamente, puse mi teléfono dentro de la cartera, salí de mi habitación, camine por el pasillo, me detuve un momento, pensé en ir a ver si Jimmy estaba en su habitación, pero quizás no era el momento de molestarlo, me apresuré a bajar las escaleras, en la sala como siempre estaba, la esposa de mi padre, que ahora vive pegada al sofá de la sala, para ver quien entra y quien sale de la casa, creo que es una obsesión enfermiza.
— ¿No acabas de llegar?, ¿Para donde vas?
Me detuve antes de llegar a la puerta principal, di la media vuelta, y le pregunté.
— ¿Desde cuándo te preocupas por mi?
— Tengo que hacerlo ya que tú padre no te dice nada, que entras y sales de esta casa a tu antojo.
— ¿Y?
— ¿Qué?
— Trabajo en la empresa desde los 16, he llegado a todas horas a esta casa, incluso en ocasiones no he llegado a la casa, pero nunca te preocupaste, nunca fuiste a mis reuniones escolares, ni le pusiste atención a mis cumpleaños, en general, nunca ha estado pendiente de nada relacionado conmigo o con Jimmy, nunca fuimos a un lugar que me gustará, o compraste algo para mi, ¿qué te motiva a molestarme ahora?
— Jenny va a volver pronto, Dylan va a volver con ella y tu te vas a quedar sin nada, yo solo quiero evitarte el sufrimiento.
— Esperemos que las cosas pasen, si vuelve o no, si me dejan o no, eso solo lo sabremos con el tiempo.
Seguí de largo, todo será lo que deba ser, en realidad, una persona no puede predecir lo que pasará en el futuro, yo nunca pensé verme en esta posición, ni en mis sueños más locos, pero estoy a pocas horas de casarme con el ex-prometido de mi hermana mayor.
Salí por la puerta y un auto negro estaba llegando, esa debería ser Mady, quise abrir la puerta de atrás y no abrió, entonces abri la puerta del copiloto, ¡Oh sorpresa! El chófer eran Dylan, me quedé mirándolo, esta vestido de negro, no puedo negar se veía guapo el viejo.
Mady saco su cabeza desde el asiento de atrás y me dijo,
— Sube.
— ¿Es en serio?
— Sí.
Me subí al auto de mala gana, ese hombre no puede dejarme tranquila, se hubiera sabido que esto iba a pasar yo no abro la boca, y le digo sobre esta fiesta, ahora quiere ser el guardaespaldas o que.
— ¿ Va a ver striper?, le pregunté a Mady, la miré se puso pálida, entonces le tiene miedo a su hermano el viejo acosador.
— Ya no.
— Entonces para que me insistas a una despedida aburrida, me hubiera quedado dormida.
— Te ves muy bien con esa ropa.
— No cambies el tema.
Yo estaba molesta, el viejo Dylan arrancó el auto, y Mady, no dijo nada más, solo quedaba esperar a llegar y devolverme en un taxi, en algún momento se van a descuidar, dejaré esto, Mady me la pagará después, me traiciona por el bien de este idiota, al parecer también es controlador, ¿quién puede vivir para siempre con este personaje?, me lo he de imaginar, solo Jenny puede fingir que esta de acuerdo con todo, aunque cuando de la vuelta haga lo contrario, no puedo ser ese tipo de persona para nada.
— No estás contenta de verme.
— No, lo estoy, ¿se nota tanto?
— ¿No crees que esa ropa es muy reveladora?
— No lo creo, la dignidad no está en la ropa, está en la persona, puedo salir desnuda a la calle, y mantener mi dignidad.
No me respondió, ya que sabe, lo que quise decir, Jenny siempre a vestida elegante y nada provocadora y mira como terminó.
bendiciones.