EL TIRANO DEL IMPERIO QUIERE CASARSE CONMIGO

Tess observó la sangre bajo la puerta, en donde por alguna razón alguien había hecho un gran hueco en esta y no era otro más que el príncipe del otro imperio qué había ido por ella al enterarse de que Seth había asesinado a todos los de su imperio y este pensaba que la mejor venganza sería matar a la zorra de este emperador.

-Así que ahí estas zorras...

Tess, miro a los guardias, quienes cubrieron ala joven para que no esté no la pudiera ver y así sacarla de esa habitación mientras estos protegía la puerta que estaba a punto del colapso.

-! Emperatriz ¡...

Menciona la sirvienta qué siempre le entregaba comida por el pequeño pasadizo en el que entraron ambas observando desde una pequeña rendija como otros guardias aparentaba bajar sábanas en donde varios salían por ahí para esperar a Tess afuera del pasadizo, la sirvienta la sujeto del brazo para hacer a caminar al ver que el príncipe ya había entrado y había matado a los guardias que estaban ahí.

-Apúrese Emperatriz, necesitamos salir de acá antes de que ese loco descubra este pasadizo...

En cuanto dijo esto la criada se escuchó un estruendo qué venía de la habitación y en donde el polvo se propagó por el pasadizo, a lo que ambas salieron como balas de ahí, pero la criada al notar que los pasos que la seguían se acercaban aún más, tomó a la emperatriz y la pujo hacia una puerta que daban al estudio del Emperador y la volvió a cerrar para seguir corriendo, y ser seguida por ese hombre.

Tess quien estaba en el estudio observó un desorden y se asomo por la puerta, había gritos y desorden, para volver a entrar y quitarse el vestido colocándose la ropa del operador y así poder andar mucho más cómoda que con un vestido.

Esta salió de ahí con sigilo para ir hasta la sala del trono en donde pensaba que estaría su esposo, así que camino por todo el pasillo con demasiado cuidado, hasta que escucho la puerta del estudio abrirse, lo que la aterro pues imagino que era ese hombre, así que sin pensarlo dos veces, corrió lo más que pidió, pues sentía que algo venía detrás de ella y si en definitiva ahí venía ese príncipe que corría detrás de ella, Tess respiraba con dificultamientrasas su boca se secaba, su corazón latía a todo lo que daba, por lo que se sentía cansada y cada paso se sentía como que ese hombre la sujetaría, pero algo la hizo correr aún más, hasta ver que de la sala del trono salió Seth quien la miró sorprendido y de una sujeto la espada de su consejero y corrió hacia ella, ambos sentían no llegar, Tess puso su último aliento en ese salto para sujetar la mano de su esposa quien la abrazo y de un tajo corto a alguien que venía detrás de ella.

La joven se dejó caer para mirar a su esposo algo agitado.

-Tranquila... Ya estoy aquí...

Susurra Seth mientras abraza a su esposa quien recuperaba el aliento para mirar quien venía detrás y darse cuenta de que era Katherine y no aquel príncipe.

-Noooo... - Grita Tess asustada - no era ella la que me venía persiguiendo era el príncipe del imperio vecino.. - se abraza a su esposo con miedo..

-¿Dónde está?...

Pregunta Seth quien miraba a su esposa asustada.

-En el pasadizo.. Él se fue persiguiendo a la criada qué siempre me dejaba alimentos por ese pasadizo..

Responde Tess para mirar a todos lados, a lo que Seth sonríe pues sabe que debió a ver pasado con ese sujeto si siguió a la criada, por lo que mandó a guardias para que entrara en el pasadizo.

Seth cargo a su esposa para llevarla junto a él después de que le diera un poco de agua para tomar y la cargará.

El emperador caminó hasta estar en la gran torre, en donde bajo a su esposa quien observó grandes llamas, humo en todo el imperio, por lo que observó a su esposo, el cual le dijo.

-El lugar con paz y tranquilidad para que nazca nuestro hijo se está formando...

Tess en la voz de su esposo escucho un hilo de locura, pero lejos de darle miedo, parecia que esto le daba un poco de paz, así que le sonrió para tratar de decirle algo hasta que miro a ese príncipe salir atrás de ellos y correr hasta ambos, pero Seth ya lo esperaba, así que empujó aún lado a su esposa, quien miro como ese príncipe se arrojaba junto a su esposo, quienes llegaron al siguiente nivel del castillo, en donde ambos se levantaron, Seth se quitó el saco qué llevaba puesto y le sonrió al príncipe.

-Así que piensas que me matarás con eso.. - se burla

-! Tuuu maldito ¡...-Grita el príncipe

A Seth esto le causaba risa, pero debía contener esa cara desagradable frbete a su esposa quien lo miraba, pero algo escucho de ella lo que la hizo reír de emoción.

-Seth... - lo llama Tess - mata a ese maldito - Grita con enojo - no te contengas... Yo no miraré..

Seth observó a su esposa girar hacia otro lado, para mirar al príncipe que por primera vez observó al Emperador loco con una mirada más que de locura, esto hizo que su decisión temblara y pretender rendirse, pero para Seth esto no sería suficiente por lo que por fin utilizaría su poder para terminar con todo esto, ya que había obtenido el permiso de su esposa.

Saco una espada bastante diferente a la que siempre manejaba y de una vez con su poder hizo que varias sombras aparecieras las cuales se repartieron en todo el imperio, y así poder asesinar a todo aquel que estuviera en su contra.

-Así que siempre si eres un maldito demonio...

Seth saco un quejido de burla, para responderle.

-siempre lo he sido crees que un simple humano lograría lo que yo he logrado... - aparece detrás de él para atravesarlo con la espada - Si lo piensas bien, la única manera ade matarme sería si la tocaras a ella, pero eso te lo llevaras a la muerte... Nadie sabrá que mi esposa es el vínculo entre yo y este mundo..

Seth saco la espada del cuerpo del hombre para verlo caer y observar como si espada succionaba toda esa sangre, al mismo tiempo en que soltaba un suspiro, para observar a su mujer quien observaba hacia otro lado, hasta que llego su consejero y asintió al Emperador para avisar que todo había terminado.

Tess abrazo a su esposo cuando lo vio a lado de ella, para después besarlo.

-No creíste que moriría... - pregunta este observándola con esos ojos tan rojos como la sangre

-Para nada.. Mi esposo es increíble..

Seth la abraza para oler su aroma y poder entrar al palacio pues la tarde ya caía y con ella un frío que callaba los huesos.