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Susurros Del Más Alla | Ecos Del Pasado

Susurros Del Más Alla | Ecos Del Pasado

Status: Terminada
Genre:Completas / Romance paranormal / Amor-odio / Leyendas de fantasmas / Escena del crimen / Casos sin resolver / Fantasía LGBT
Popularitas:1k
Nilai: 5
nombre de autor: R.K. Everheart

Cuando Elliot, un estudiante universitario, empieza a experimentar extraños sucesos en su hogar, nunca imagina que está a punto de adentrarse en un misterio que trasciende la vida y la muerte. La aparición inesperada de Blake, un fantasma atrapado entre dos mundos, desencadena una serie de eventos que revelan secretos ocultos y verdades perturbadoras.

Mientras Elliot intenta ayudar a Blake a encontrar su camino al más allá, ambos descubren que la conexión entre ellos es más profunda de lo que imaginaban. En su búsqueda, se enfrentan a enigmas sin resolver, fuerzas oscuras y un pasado que no está dispuesto a permanecer en silencio.

NovelToon tiene autorización de R.K. Everheart para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El bosque

El viento golpeaba las ventanas del apartamento, como un susurro constante que no dejaba de perturbar la calma. Elliot se encontraba sentado en el borde de su cama, observando el teléfono que había dejado sobre la mesa. No podía quitarse de la mente la conversación con Chloe. ¿Una entidad antigua? ¿Qué significaba eso para ellos?

Damián estaba en la cocina, sirviéndose un vaso de agua, pero Elliot podía sentir su inquietud, como si su amigo compartiera su misma angustia, aunque no lo expresara. Desde que había aparecido esa sombra en el bosque, todo había cambiado. Blake estaba cada vez más ausente, sumergido en sus propios pensamientos, como si la presencia oscura hubiera afectado incluso su existencia fantasmal.

—¿Has dormido algo? —preguntó Damián desde la puerta de la habitación, tomando un sorbo de su vaso de agua.

Elliot negó con la cabeza.

—No. No puedo dejar de pensar en lo que dijo Chloe. No quiero que sigamos metidos en esto, pero ya estamos demasiado profundo, ¿no?

Damián asintió y se acercó a Elliot, sentándose a su lado en la cama. Hubo un largo silencio entre ambos, un silencio que siempre había sido cómodo, pero que ahora parecía cargado de tensiones no dichas.

—Sabes que estoy contigo en esto, ¿verdad? —dijo Damián en voz baja, con esa seriedad que siempre lo caracterizaba.

Elliot lo miró, sintiendo una oleada de gratitud. Damián siempre había estado a su lado, desde que eran niños, inseparables como hermanos. Aunque a veces su amigo era un enigma, Elliot sabía que podía confiar en él más que en nadie.

—Lo sé —respondió Elliot—. No sé qué haría sin ti.

Damián esbozó una sonrisa infantil, esa que Elliot conocía tan bien y que contrastaba con su naturaleza sombría.

—Probablemente ya estarías muerto —bromeó, pero su tono tenía un matiz de verdad que dejó a Elliot sin palabras.

El reloj en la pared marcó la medianoche, y la sensación de inquietud en el aire solo se hizo más fuerte. Elliot sabía que no podría quedarse quieto por más tiempo.

—Voy a dar una vuelta —anunció, levantándose de la cama.

Damián lo miró con escepticismo.

—¿A esta hora?

—Necesito despejar mi mente. Estaré bien.

Damián se levantó, siguiéndolo hasta la puerta.

—Voy contigo.

Elliot no discutió. Sabía que Damián no lo dejaría ir solo, no en una noche como esa, cuando todo parecía tan frágil. Salieron del apartamento y comenzaron a caminar por las calles vacías, el viento fresco acariciándoles el rostro. La ciudad estaba extrañamente tranquila, pero Elliot no podía quitarse la sensación de que algo los observaba.

—¿Te has dado cuenta de que Blake ha estado más... distante? —preguntó Elliot de repente, rompiendo el silencio.

Damián lo miró de reojo.

—Sí, lo he notado. Como si estuviera tratando de lidiar con algo. Quizá la sombra en el bosque también lo afecta a él.

Elliot asintió, pero no podía dejar de sentir que había algo más. Blake había estado más callado, más evasivo, como si ocultara algo importante. El pensamiento le causaba una incomodidad que no podía explicar del todo.

—¿Crees que Blake nos está ocultando algo? —preguntó Elliot, deteniéndose en seco.

Damián se detuvo también y lo miró con el ceño fruncido.

—No lo sé. Pero si

Damián continuó, bajando la mirada hacia el suelo, su voz apenas un susurro—. Seguro es por protegerte. Él... él te aprecia, aunque no lo diga.

Elliot observó a su amigo por un momento, notando la ligera tensión en su mandíbula y cómo sus manos estaban apretadas en puños. Damián rara vez hablaba abiertamente de sus sentimientos, pero Elliot lo conocía lo suficiente para saber que estaba preocupado. Y si Damián estaba inquieto, eso solo alimentaba más su ansiedad.

—Lo sé, pero siento que está ocurriendo algo más grande de lo que puedo entender —dijo Elliot, reanudando el paso hacia el parque oscuro que se extendía ante ellos—. Algo que tiene que ver con su muerte, con lo que sucedió antes de que Blake se convirtiera en lo que es ahora.

El silencio se extendió entre ellos mientras caminaban bajo los árboles. Las hojas susurraban con el viento, y la luna apenas se asomaba entre las nubes, arrojando sombras alargadas que parecían moverse por sí mismas.

—¿Crees que hay algo que aún no te ha contado? —preguntó Damián de repente, su voz más grave de lo habitual.

Elliot asintió, deteniéndose en una banca y sentándose. Damián lo siguió, manteniendo una postura vigilante mientras observaba las sombras a su alrededor.

—Sí. Cada vez que le pregunto sobre su pasado, cambia de tema o desaparece por horas. Pero siento que lo que sea que nos está ocultando... podría poner todo esto en perspectiva. Quizás incluso sea la clave para liberar su espíritu.

Damián frunció el ceño, como si no estuviera convencido.

—O podría ser algo peligroso, Elliot. Algo que no estás listo para escuchar.

—No lo sabré hasta que él me lo diga. No podemos seguir avanzando en la oscuridad.

Hubo un largo silencio entre ellos, roto solo por el crujido de las ramas bajo el viento. Elliot bajó la cabeza, frotándose las manos, sintiendo el frío que se colaba entre sus dedos. De repente, una figura translúcida apareció entre los árboles. Era Blake.

Elliot levantó la vista rápidamente, su corazón latiendo con fuerza. Blake flotaba a unos metros de ellos, su rostro serio, los ojos ligeramente tristes, como si llevara el peso de un secreto insoportable.

—Blake... —murmuró Elliot, poniéndose de pie.

Damián se quedó en silencio, observando a Blake con una mezcla de desconfianza y curiosidad.

—Tenemos que hablar, Elliot —dijo Blake con voz grave, más sólida de lo que solía sonar su presencia fantasmal.

Elliot asintió y dio un paso hacia él, pero Damián lo detuvo, agarrándolo del brazo.

—¿Estás seguro de esto? —le preguntó en voz baja, sus ojos oscuros clavándose en los de Elliot.

—Sí —respondió Elliot con firmeza—. Necesito saberlo.

Blake los observaba en silencio, como si midiera cada movimiento, como si también dudara de lo que estaba a punto de decir.

—Hay algo que he estado evitando contarte, Elliot —empezó Blake, su voz casi temblorosa—. Algo que está directamente relacionado con mi muerte... y con por qué sigo aquí.

Elliot sintió que el aire a su alrededor se volvía más denso, cargado de expectación. Damián lo soltó, pero no se apartó demasiado, manteniéndose siempre cerca.

—¿Qué es? —preguntó Elliot con el corazón acelerado.

Blake dio un paso hacia adelante, flotando apenas sobre el suelo.

—No morí por accidente. Fui asesinado. Y... sé quién lo hizo.

Las palabras colgaron en el aire como una tormenta a punto de desatarse. Elliot sintió como si el suelo se deslizara bajo sus pies, y de repente todo comenzó a tener sentido. Las evasiones de Blake, su resistencia a hablar del pasado, todo se conectaba con ese momento, con esa verdad oculta.

—¿Quién? —preguntó Elliot, su voz apenas audible.

Blake lo miró con ojos oscuros y llenos de tormento.

—Fue alguien de este mundo... y también del otro. Alguien que no debería estar vivo.

Damián intercambió una mirada rápida con Elliot, entendiendo a la perfección lo que esas palabras implicaban.

—¿Te refieres a... Adrián? —preguntó Damián en voz baja, con el rostro endurecido.

Blake asintió lentamente.

—Él... es el responsable. Y no se detendrá hasta que lo detengamos.

El viento sopló con más fuerza, y las sombras en el bosque parecieron volverse más profundas. El peligro se hacía más tangible, y Elliot entendió que no había vuelta atrás.

—Entonces, tendremos que enfrentarlo —murmuró, con determinación en la mirada.

Blake lo observó con una mezcla de admiración y tristeza.

—Tienes que estar preparado para lo que viene. Porque esto no es solo sobre mí, Elliot. Esto también es sobre ti.

El silencio cayó entre ellos después de las palabras de Blake. Elliot sintió el peso de la revelación como una losa en su pecho. Todo lo que creía saber hasta ahora se desmoronaba frente a él. Adrián, el hombre misterioso que apenas había comenzado a conocer, ahora era la clave detrás de la tragedia de Blake.

Damián, siempre atento a cualquier cambio en Elliot, se acercó un paso, sus ojos oscuros llenos de precaución. El viento frío que recorría el parque susurraba entre los árboles, y las sombras parecían alargarse bajo la tenue luz de la luna. Cada fibra del cuerpo de Damián parecía lista para proteger a Elliot, para lanzarse contra cualquier amenaza que pudiera surgir.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Elliot finalmente, con la voz temblorosa. Aunque sentía una furia creciendo en su interior, también había una parte de él que no quería creerlo. ¿Por qué Adrián, alguien que parecía tan distante y perdido, haría algo así?

Blake mantuvo su mirada firme, su expresión serena pero triste. —He pasado mucho tiempo observando, investigando. Mi muerte no fue un accidente, Elliot. Y Adrián… él estaba involucrado, aunque no de la manera que imaginas. Él no es simplemente un asesino; es alguien atrapado entre dos mundos, igual que yo. Pero su conexión con la oscuridad lo ha corrompido.

Damián frunció el ceño, cruzando los brazos mientras intentaba procesar todo lo que Blake decía. —Si está atrapado entre dos mundos, ¿por qué no te lo ha dicho antes? ¿Qué gana ocultando todo esto?

Blake suspiró, su figura fantasmal pareciendo desvanecerse por un momento antes de estabilizarse de nuevo. —Es complicado. Adrián no es el villano que crees. Hay fuerzas mucho más oscuras detrás de esto. Pero lo que importa ahora es que está cerca… y su mera presencia es un peligro para todos nosotros.

Elliot se pasó las manos por el cabello, tratando de asimilar todo lo que estaba oyendo. Había tantas preguntas que aún no tenían respuesta. —Si él está atrapado como tú… entonces, ¿por qué no intenta ayudar? ¿Por qué actuar como enemigo?

—Porque tiene miedo —respondió Blake rápidamente—. Miedo de lo que significa realmente enfrentarse a su pasado. Miedo de lo que podría ocurrir si se revela la verdad.

—¿Y cuál es la verdad? —insistió Elliot, sin poder contener la ansiedad en su voz.

Blake flotó más cerca de Elliot, sus ojos tristes y sinceros. —La verdad es que Adrián es tanto víctima como verdugo. Su historia está ligada a la mía de maneras que no puedes entender todavía. Pero si vas tras él ahora, sin estar preparado, podrías caer en las mismas trampas que lo atraparon a él.

El corazón de Elliot latía rápidamente. Estaba confundido, pero también sabía que no podía ignorar lo que Blake estaba diciendo. Había mucho más en juego de lo que podía comprender en ese momento. Y aunque la traición de Adrián lo lastimaba, sabía que debía encontrar una forma de llegar al fondo de todo esto.

Damián, observando el conflicto interno de Elliot, habló por primera vez en un tono más suave, aunque decidido. —No puedes hacer esto solo, Elliot. Si Adrián es tan peligroso como Blake dice, tenemos que tener un plan. No podemos enfrentarnos a él a ciegas.

Elliot asintió, su mente aún girando con mil pensamientos. —Tienes razón. Pero primero necesito respuestas. Necesito hablar con él.

—Eso será peligroso —advirtió Blake—. Él no confía en nadie, y podría verte como una amenaza.

—No me importa —replicó Elliot, con una determinación en su voz que sorprendió incluso a Damián—. Si hay una mínima posibilidad de que podamos resolver esto, de entender lo que realmente está ocurriendo, tengo que intentarlo.

Blake observó a Elliot en silencio por un largo momento antes de asentir lentamente. —Entonces prepárate, porque si te enfrentas a Adrián, estarás entrando en territorio peligroso. Él no es el único al que deberías temer.

Elliot sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante esas palabras, pero no retrocedió. Sabía que, aunque el peligro aumentara, debía seguir adelante. La historia de Blake, de Adrián, y quizás incluso la suya propia, estaba más conectada de lo que jamás había imaginado. Y ahora, debía encontrar la manera de desenterrar la verdad, sin importar el costo.

Con una mirada rápida a Damián, supo que no estaría solo en este viaje. Damián lo miró con una mezcla de lealtad y preocupación, pero su postura firme dejaba claro que estaría a su lado, pase lo que pase.

—Entonces vayamos a buscar respuestas —dijo Elliot, levantándose de la banca.

Blake los siguió en silencio, mientras los tres se alejaban del parque, dejando atrás las sombras alargadas que susurraban entre los árboles, avanzando hacia un destino incierto, pero inevitable.

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badboys
caballero he leído muchas novela pero su novela me impresionó demasiado😆😆😆😆😆😆😆😆jejeje eres increible
pan dulce: me alegra que te guste!
total 1 replies
Má lúm
No puedo dormir pensando en qué pasará después, ¡necesito la próxima parte yaaaa! 😴
pan dulce: pronto estará lista otra parte!
total 1 replies
Jing Mingzhu5290
Tu manera de escribir es increíble, ¡y tu historia es adictiva! Por favor, publiquen nuevo capítulo pronto. 😏
pan dulce: gracias! el capitulo está en el horno!
total 1 replies
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