Rose Thompson pierde toda su vida feliz y su libertad en tan solo un día, luego de tanto tiempo sin ver a su padre, este la busca para darle su condena matrimonial.
Cansado de dejar que ella jugara a ser "la enfermera del pobre" como él llamaba de manera despectiva, ha decidido que le dejará su empresa a su nieto varón.
Informándole así que al día siguiente sería su boda, de modo que ella pudiera cumplir con su deber de entregarle su próximo heredero o de lo contrario el hospital donde ella trabajaba perdería a su mayor benefactor.
¿Podrá el amor y la felicidad surgir en una situación de chantaje total? ¿Podrá tener un final feliz?
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un vuelco a los sentidos
La mañana siguiente, Rose se despertó, volteó su cuerpo para buscar a Antón, quien se había levantado más temprano que ella y ya no se encontraba en ninguna parte del penthouse.
- Dónde se encuentra mi esposo ?- le pregunto a una muchacha de servicio.
- Buenos días señora, el señor salió temprano, dijo que iría a su oficina - la muchacha nunca había visto a Rose, pero por su pregunta, supo que ella era la señora de la casa.
- Muy bien, muchas gracias - sonrió - como te llama ? - era la primera vez que Rose veía a esa sirvienta.
- Soy Maria señora, a su servicio. - realizó una pequeña reverencia.
- Muchas gracias, Maria, Soy Rose.
Luego enterarse de la ausencia de Antón, Rose se percató de algo que o había notado, no tenía el número telefónico de Antón, nunca.
Por su parte Antón se encontraba en la oficina trabajando en un gran negocio que beneficiaria mucho a la compañía, pero el verdadero motivo por el que se está llenando el tiempo de trabajo, lo descubrió ese día en la mañana al despertar abrazado a Rose, al ver a esa pequeña mujer en su cama, no pudo evitar pensar lo hermosa que se veía, se acercó y le dio un beso en la mejilla, se levantó y se preparó para hacerle a Rose un desayuno especial, en compensación por el desastre de cena de la noche.
Bajo a la cocina y le pidió a la sirvienta le proporcionará los utensilios necesarios y los ingredientes. en el momento en que se disponía comenzar a cocinar, Antón recibió un correo, al verlo decidió dejar todo como estaba.
- Por favor limpie todo esto, voy a salir a la oficina - La sirvienta lo realizó de inmediato.
Subió las escaleras hacia su habitación, al entrar allí, vio a su esposa acostada plácidamente, y profundamente dormida, tal vista hizo que Antón pensara " Que demonios estoy haciendo ?, prometí no caer nunca más en las garras de ninguna mujer, justamente es lo que estoy haciendo, yo mismo permití que esto pasara y yo mismo le di un lugar a esta mujer en mi cama, cuando en el pasado dije que no lo tendría. " Se terminó de vestir, bajo en el ascensor y salió del edificio en su auto, directo a la oficina, una vez allí, comenzó a llenarse de mucho trabajo que hacer, en situaciones así, lamentaba mucho el ser tan diligente, no tenía casi trabajo pendiente, solo unas llamada y una reunión, así que se llenó de trabajo, creando una nueva asociación, eso tomaría mucho tiempo y mucha atención de su parte. No se iba a permitir llegar a sentir algo por su esposa, decidió dejarla sola por un tiempo, para calmar su mente.
Mientras se encontraba sumergido en. sus pensamientos, escucho que tocaron. la puerta, dio permiso de entrar a la persona, al ver el rostro de quién era, su semblante cambio.
- Buenos días, al ver qué no te encontrabas en el penthouse, le pedí al chófer que me trajera hasta aquí - Rose le sonrió, mientras caminaba hacia donde se encontraba Antón.
- ¿ Que haces aquí? - la voz de Antón fue fuerte, deteniendo en seco a Rose.
- Necesito hablar de un tema contigo- el cambio brusco de actitud de Antón con ella, la dejo perpleja, pero no permitiría que el notara su impresión.
- Podías esperar a que regresara al penthouse, no tenía que venir aquí - Estaba huyendo de sus pensamientos y de sentir algo por Rose y ella se le presenta allí.
- No, esto no puede esperar - Rose cambio la cara, al escuchar las palabras de Antón, ¿ que pensaba? que la recibiría alegre? al parecer ella se había dejado llevar por lo que sintió la noche anterior, grave error - Me voy a vivir a New York, a mi antiguo departamento.
- Bien, si eso es lo que quieres hazlo, ya hemos tenido relaciones suficientes en este tiempo, quizás ya hasta estés embarazada, pero para asegurarnos, le pediré a mi asistente que te aparte una cita con el ginecólogo - Antón estaba anonadado por lo que su esposa le estaba pidiendo, obviamente era algo conveniente para el, de esa forma no crearía lazos con ella, pero, no podía dejar de sentir un vacío enorme a mitad de su pecho, quizás ya se había apegado mucho a Rose - pediré que te reserven un vuelo directo a New York y que realicen la mudanza de tus pertenencias.
- Este es el número de mi ginecóloga, que aparten una cita con ella - Rose le entrego una tarjeta de presentación - Cualquier cosa estaré avisándote. - Hablaba, mientras caminaba a la puerta, con un fuerte dolor en su pecho y un nudo en la garganta, tenía tantas emociones en ese momento, no sabía cual quería salir primero, si la rabia que sentía por el trato de Antón o el sentimiento que tenía en el pecho, que dolía tanto.
Salió de la oficina de Antón, se sentía derrotará, aún cuando habla obtenido lo que tanto quería, recuperar su libertad.
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Buenos días mis queridos lectores, debo darle las gracias por su apoyo y por leer mi obra, los quiero mucho gracias.....