EN BUSCA DE LA FELICIDAD

UN MES DESPUÉS.

Mis días están un poco en calma, poco a poco nos hemos acoplado a los cambios con la presencia de Sofia en nuestras vidas, por ahora solo sale con nosotros los fines de semana, la recoge en la mañana y la trae por las tardes, aun no permito que se quede a dormir, a pesar que Sofia insiste y estrella dice que la casa de su mamá es muy bonita, no sé qué clase de relación tenga ella con su ahora esposo y no pienso exponer a mi hija. Con Paula todo marcha de maravilla, salgo con ella cuando estrella esta con Sofia, encontré mi felicidad con ella, nuestra relación es completamente distinta a la que alguna vez tuve con Sofia.

Juntas paso momentos inolvidables, no puedo decir que la amo, pero si me gusta mucho, ella lo sabe y es lo que más me gusta, nos estamos tomando la relación con calma y decidimos conocernos sin afanes, ella es arquitecto y trabaja en la constructora de sus padres, tiene dinero, pero nunca me he sentido menos en lo que va de nuestra relación y es lo que más me gusta de ella, esa forma que tiene para sorprenderme.

Apago la estufa y miro el reloj, espero que llegue estrella con Sofia, ya pasaron la 6 y deberían estar aquí, le pedí a Sofia traerla temprano pues mis hermanas vienen a cenar, quise aprovechar para presentarles a Paula a ellas, les pedí no traer a mi madre para evitar que le haga cualquier desaire, no lo toleraría más cuando los padres de ella me tratan con tanto respeto y me aceptaron a pesar que tengo una hija.

Tocan el timbre y voy abrir, mis hermanas llegan con sus esposos, pero no traen a los niños.

- No nos mires así, mi mamá está con ellos, le dijimos que era reunión de trabajo, dice Ana entrando.

- Sí, quiero conocer a mi cuñada y ver que fue lo que te vio a ti, porque bonita no eres, dice Antonella riendo.

- Ahora entiendo por qué té cásate con un hombre con miopía, contraatacó.

- Amor defiéndete, te dijo ciego, dice Antonella haciendo puchero.

Todos reímos de su actitud, siempre intenta hacerme lo mismo y sale perdiendo, pasan a la sala y les sirvo un vino mientras esperamos que llegue Paula y estrella, no paso mucho cuando el timbre volvió a sonar, Paula llego disculpándose por la tardanza y cargada de regalos, le dije que no era necesario, pero trajo juguetes para estrella y perfumes para mis hermanas las cuales estaban encantadas al conocerla, la sentaron en medio de las dos mientras la interrogaban.

- Pero dinos Paula que es lo que te gusta de nuestra hermana, dice Antonella sin dejar de mirarme.

- A mí me gusta todo de ella, es que vean esa cara y ese cuerpo, yo estoy loca por esas curvas.

- Creo que necesitas lentes, ella es una tabla, lo siento Laia, pero es la verdad.

- Creo que alguien en esta reunión se quiere quedar sin cenar, digo mirando a mi hermana que solo sonríe.

- Cuñada no nos dejes sin comer, prometo callar a tu hermana, tu disculpa Paula ella ama molestar a sus hermanas dijo el esposo de Antonella.

- No tengo problemas, ya quisiera yo tener hermanas.

- Bueno, pero yo quiero preguntar algo, cual de las dos es el hombre cuando están en aquello, dice Ana soltando una carcajada.

Paula se sonrojo hasta las orejas y Antonella me miro expectante, parece que este par no sé dan por vencidas y no piensan para con sus bromas.

- Les digo quien va arriba cuando estamos en la cama si ustedes les dicen a sus maridos su primera aventura sexual digo mirando a las dos que casi se ahogaron con el vino al escucharme.

Sabia que eso las mantendría calladas, pues para ellas es algo de lo que no les gusta hablar, cuando tenían 16 años aprovecharon que mi mamá no estaba metieron a sus novios a casa y para seguir con su competencia absurda decidieron grabarlo y así saber quién lo hacía mejor, pero cuando estaban en pleno acto mamá llego y todo fue un caos, recuerdo que estuvieron castigadas por meses, lo que nunca supe fue si lograron cumplir con su apuesta absurda y grabar algo a la fecha es un secreto que guardan.

Seguimos conversando y casi acabamos la botella de vino, pero por más que insistieron sus maridos ellas no dijeron nada y me lanzaron una mirada asesina, solo me reía, ellas se lo buscaron, mire mi reloj de nuevo y eran pasadas las 7 y nada de Sofia y Estrella, saque mi teléfono para llamar, pero estaba apagado, comencé a impacientarme, pero como tenía invitados no podía hacer un drama, les serví la cena pues no quería que siguieran esperando, pasamos a la mesa y me alagaron mucho por la comida, la verdad es algo que se me da muy bien,

El tiempo siguió pasando y nada que llegaban, mis hermanas se fueron pues tenían que pasar por sus hijos, me quede a solas con Paula y entre en pánico, seguía marcando el numero de Sofia, pero sin éxito, daba vueltas por la sala imaginándome mil escenarios.

- Calma, ellas deben estar bien, a lo mejor se entretuvieron jugando y olvidaron la hora.

- Eso no es lo que me preocupa, no conoces a Sofía con ella nunca se sabe, que tal si se llevó a la niña para alejarla de mí.

- Ella no puede hacer eso, legalmente es tu hija, trata de no pensar en esa posibilidad.

- De hecho, si puede, hace una semana Estrella recibió sus apellidos después que un juez lo ordenara y esa es mi preocupación, aunque yo conservo la custodia a ella se le restablecieron los derechos y lo acepte así para no perderla e ir a la cárcel.

- Eso complica un poco las cosas, primero busca el teléfono de su casa lo tienes, a lo mejor se le apagó el celular y ni siquiera lo noto.

- Tienes razón yo tengo los datos de su casa, gracias.

Marque desde el fijo por si no me responde, ella no tardó mucho en responder.

- Hola, quien es.

- Soy yo, porque no has traído a Estrella, ya viste la hora.

- Deja el drama, ella se quedó dormida y decidí dejarla aquí hoy, yo la llevaré mañana a la escuela y tú puedes ir a buscarla.

- Y porque no me llamaste para decírmelo, acaso no se supone que estas cosas la hablaríamos antes, te dije que aún no era momento para que se quede contigo.

- Eso lo decidiste tú, soy su madre y puedo decidir, no pienso seguir esperando que estes de acuerdo, adiós no quiero seguir perdiendo tiempo contigo.

Maldita sea, digo enojada, me colgó el teléfono, yo sabía que esto pasaría, ella siempre quiere hacer su voluntad y me preocupa que ahora que tiene derechos sobre estrella todo se salga de control.

- Por lo que escuche, tu hija no volverá hoy.

- No, no sabes la frustración que siento, firme ese acuerdo aun sabiendo a qué me exponía, pero solo lo hice para no perder a mi hija.

- Eres una madre admirable y te apoyo en esto, quieres que me quede contigo esta noche.

- No seré buena compañía, dudo que duerma con Estrella fuera.

- Bien, si vamos a pasar la noche despiertas hagamos que sea entretenido, me dijo con una sonrisa ladina.

Nos sirvió otra copa y aunque este preocupada ella siempre logra que sacarme una sonrisa, me sentó en el sofá y me puso la copa en la mano, miraba sus movimientos con atención, logro atraerme, pues me miraba seductora y sonreía, puso música con su celular y comenzó a mover sus caderas delante de mí, su mirada sexi y la música suave me ayudo a bajar mi estrés, por un momento deje de pensar y me concentre en ella. Sin dejar de bailar se fue sacando la ropa hasta quedar con una diminuta lencería negra, tragué saliva y quise ponerle de pie, pero ella no me dejo.

- Aún no cariño, esta noche yo mando.