Andrea Rey siempre tubo una vida feliz y armonisa hasta que su madre muere de una extraña enfermedad, desde es mismo momento su padre la descuido y más cuando se volvió a casa.
tubo que trabajar desde joven y así cuando cumplió la mayoría de edad se fue de su casa y allí comenzará su calvario con Dmitriy petrov líder de la mafia rusa ¿ podrá Anadrea liberarse de ese hombre controlador?
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EMPLEO NUEVO
▪︎ Andrea: Al principio estaba un poco nerviosa pensando que no le había caído bien al dueño de la casa, pero a medida que seguíamos conversando, me di cuenta de que esa era su manera de hablar. Así que le dije: como le contaba, solo seré yo y mi bebé, ya que estoy embarazada, y si me arrienda, le prometo que no tendrá ningún problema conmigo. ¿Qué dice?
▪︎Señor Pedro: está bien, pequeña, puedes mudarte cuando desees. Yo volveré con el contrato para que lo firmemos. ¿Te parece? Aquí estarás muy bien; es un pueblo muy bonito y acogedor.
▪︎ Andrea: Muchas gracias, señor Pedro. Vaya con cuidado, nos vemos. Lo espero con el contrato. El señor se va y yo me quedo aquí con Alondra. Gracias por todo, porque si no te hubiera conocido, todo habría sido más complicado. Si tienes cosas que hacer, ve y nos vemos más tarde. Yo iré a recoger mis cosas para organizar la casa.
▪︎Alondra: No se te ocurra, y menos ahora que sé que estás embarazada. Vamos, yo te ayudo a buscar tus cosas, firmas el contrato y vamos al negocio de mi madre a hablar con ella. ¿Te parece?
▪︎ Andrea: Gracias, en serio, no sé cómo pagarte todo lo que estás haciendo por mí. Vamos por el camino riéndonos mucho, Alondra me cuenta más sobre ella y yo le cuento un poco de mí. Sacamos mi equipaje y lo llevamos a la nueva casa. Fuimos a comprar una cama, ya que la casa está muy vacía; tengo que ir comprando poco a poco mis cosas y las del bebé. Terminamos todo por hoy y fuimos al café. Entramos, Alondra saluda a su madre y le dice algo, y ella viene hacia mí.
▪︎ Tatiana: Hola, mucho gusto, niña. Me llamo Tatiana. ¿Cómo estás? Mi hija me dice que estás buscando trabajo, pero creo que hay un pequeño inconveniente. Alondra me comenta que estás embarazada. ¿Cuánto tiempo tienes?
▪︎ Andrea: Mucho gusto, señora Tatiana. Mi nombre es Andrea. No se preocupe por eso; apenas estoy comenzando con el embarazo y aún no sé cuánto tiempo tengo. Tengo que ir al doctor, pero le prometo que puedo hacer cualquier cosa, además, todavía no se me nota nada.
▪︎ Alondra: Ay, mami, tú sabes que aquí no hay que hacer trabajos pesados. Para eso estoy yo. Andrea puede ayudar a atender las mesas, así que dile que si todo marchara bien. Además, ella se acaba de mudar a la casa de al lado, somos vecinas.
▪︎ Tatiana: Está bien, pero tienes que prometerme que no te sobrecargarás de trabajo y que tendrás cuidado. Bueno, mañana te espero a las 8. Alondra, a trabajar, que tenemos muchos clientes. Fue un placer conocerte, cuídate.
▪︎ Alondra: Bueno, Andrea, me alegra mucho que todo nos haya salido bien. Cuando salga del trabajo, pasaré por tu casa, si no tienes inconveniente, para ayudarte con lo que queda por hacer.
▪︎ Andrea: Muchas gracias, Alondra. Apareciste en nuestras vidas como un ángel. Por supuesto que puedes venir; estaré esperándote. Nos vemos más tarde. Salgo del café y voy a caminar para explorar el pueblo, ya que ayer no pude ver nada. Mientras caminaba, compré algunas cosas esenciales para la casa, como utensilios de cocina y algunos muebles. Ya pagué por todo y mañana me los traen a domicilio.
▪︎Dmitriy: ya han pasado dos días sin saber nada de Andrea y realmente siento que me estoy volviendo loco con esta incertidumbre. Para empeorar las cosas, hoy tengo una reunión con mi supuesto padre y no sé si podré controlarme. Mi abuela estará conmigo en la reunión, pero está molesta conmigo por lo que está sucediendo con Andrea. Acabo de alistarme y Alexander me está esperando en el coche, así que pasamos a recoger a mi abuela y vamos a la empresa.
▪︎Sandra: llegamos a la empresa y nos informan que Matvey Petrov está en la sala de juntas esperándonos. Solo escuchar ese maldito nombre me revuelve el estómago. Miro a Dmitriy, que parece tranquilo, pero lo conozco tan bien que puedo ver cómo le rechinan los dientes y se le marca una vena en la cabeza al escuchar el nombre de su padre. Así que le digo: 'Hijo, vamos, no hagamos esperar a ese maldito y averigüemos qué es lo que quiere'.
▪︎Dmitriy: está bien, abuela. Entramos y mi padre está sentado en mi lugar. Llego y le digo: 'Qué cómodo estás en mi lugar, viejo. Levántate de una buena vez.'
▪︎ Matvey: Hola, hijo, pensé que no te presentarías. Cálmate, siempre estás a la defensiva con tu hermano y conmigo. Para que veas que no somos malos, tenemos una oferta muy buena para ti. ¿Te gustaría escucharla?
▪︎ Sandra: antes de que esto comience, quiero que saques a tu puta de este lugar. No le basta con disfrutar de todo lo que mi hija ha creado con tanto esfuerzo; ahora quiere entrar aquí también. O la sacas tú, o yo la sacaré con mis propias manos.
▪︎ Matvey: mira, vieja decrepita, mi mujer no se va de aquí porque también es dueña de lo mío, así que quiero ver qué haces, estúpida vieja.
▪︎Dmitriy: ¿Ya escucharon lo que dijo mi abuela? Tú te encargas de sacarla, o yo mismo me encargaré de hacerlo. Y sabes que no estoy bromeando; esa perra no tiene ningún tipo de vergüenza al presentarse en este lugar. Así que, vete de una vez por todas.
▪︎ Dasha: amor, no puedes permitir que tu hijo y esa anciana me hablen así. Además, tú y mi hijo también tienen derecho a estar aquí, así que no me voy.
▪︎ Dmitriy: Maldita sea, ¡te lo advertí! No tienes vergüenza. Agradece que acepto al bastardo de tu hijo, pero eso no quiere decir que también tenga que aguantarte a ti, perra. La tomo del cabello y la tiro afuera de la sala de juntas. Le digo a Alexander: 'Saca a esta perra de aquí y no dejes que vuelva a poner un pie en este lugar.'
▪︎ Alexander: como ordené, jefe.
▪︎ Dmitriy: entro a la sala, miro a mi abuela y veo que tiene una expresión de satisfacción. Me giro hacia mi padre, que se acerca a mí con mucha rabia e intenta golpearme. Lo agarro del brazo y le digo: 'Creo que estás cometiendo un grave error. Ya no soy ese niño al que maltratabas sin ninguna razón, solo porque te daba la gana. Así que siéntate o daremos por terminada esta absurda reunión, ¿qué dices, viejo?'