No Cometere El Mismo Error

Al llegar al restaurante me di cuenta de que era el mismo lugar que me trajo la primera vez que me invito a almorzar, respiré profundo tratando de relajar mis nervios. El jefe se acercó a un mesero y le susurró algo al oído, el mesero asintió y nos pidió que lo siguiéramos, mientras caminábamos pude notar como a muchas mujeres se les iban los ojos mirando al jefe, pero este solo llevaba su mirada puesta en el frente sin prestar atención a los demás, al llegar a la mesa veo como Carlos se levanta y corre hacia mí, yo lo cargo en mis brazos, emocionada y a la vez sorprendida sin saber que pasaba, así mismo veo a Lauren levantarse de la mesa y acercarse a mí con una sonrisa, también se pone de pie un hombre alto y apuesto de cabellos rojos ondulados y barba del mismo color de su cabello hecha un candado y ojos verdes como a la edad del jefe mirándome con una sonrisa, volteó a mirar al jefe con cara de confusión y él estaba allí mirándome con una sonrisa que muy pocas veces la he visto

---te prometí un almuerzo con tu familia en este restaurante, ¿recuerdas?---yo asentí con mi cabeza y lágrimas amenazando por salir de la felicidad, pues las palabras estaban atoradas en mi garganta, me pareció un muy hermoso detalle

Él al mirar mi estado se acercó más ami, tomó mis mejillas y deslizó sus dedos meñiques por ellas limpiando las lágrimas que ya habían rodado, estábamos inmersos mirándonos a los ojos, que se nos olvidó que los demás nos miraban, cuando escucho a mi hijo decir

---me estabas cayendo bien, pero ahora ya no te quiero, no te bastó hacer llorar a la abuela, ahora también haces llorar a mami---

Los dos nos separamos instintivamente y recordé que aun tenia a Carlos en mis brazos, los dos volteamos a ver a Carlos al unísono notando una cara molesta en mi pequeño, Lauren se acercó mirándome con una sonrisa maliciosa y me pidió que le diera a mi pequeño, Carlos se soltó de mis brazos y se fue junto con Lauren, ella lo tomó en sus brazos y se sentó con él sobre sus piernas

---cariño, me alegra mucho que seas el hombre de la casa y nos cuides, pero tienes que aprender a diferenciar cuando tu mamá y yo lloramos por tristeza o felicidad, además que también debes ver la diferencia cuando lloramos por la conmoción del momento y cuando alguien nos hace llorar que en este caso ninguna de las dos veces fue culpa del presidente--- mi pequeño escuchaba atentamente lo que le decía Lauren, mientras todos observábamos la escena conmovidos

Carlos se bajó de las piernas de Lauren caminó hasta quedar frente al jefe con su cabecita agacha de la pena---discúlpeme por hacerle falsas acusaciones, no lo volveré hacer---

El jefe le sonrió y se agachó para quedar a su altura---tranquilo hombrecito, no tienes de que disculparte, de hecho estoy muy orgulloso de ti, por proteger como un valiente guerrero a las mujeres de la casa---le dijo el jefe mientras alborotaba su cabello, Carlos enseguida levantó su cabeza con una emoción que no entendí

---¿no estás molesto?, ¿eso quiere decir que si va a haber helado?---todos reímos al escuchar las ocurrencias del pequeño

Después que se disipó la tensión del momento el jefe me presentó a su amigo Oliver y todos nos sentamos en la mesa y empezamos a compartir el almuerzo entre charlas y anécdotas hasta que el jefe preguntó por lo que pasó el primer día que fue a casa?, tanto Lauren como yo nos quedamos en silencio, volviendo otra vez la tensión

---lo siento, no las quise incomodar---nos dijo el jefe preocupado al mirar nuestras expresiones

---tranquilo hijo, no pasa nada, sé que son hombres muy ocupados, pero, ¿aceptarían tomar un café en casa después del almuerzo, ya que Liliana no tiene universidad hoy?, y con ese café prometo contarles todo---

Alejandro toma su celular y le dice a su secretaria que cancele todas sus citas de hoy y las pase para otro día que se va a tomar la tarde libre y cuelga---listo, por mi lado ya estoy deseando probar nuevamente ese café---

---ya que mi amigo acaba de cancelar todo por ese café, yo también me voy a tomar la tarde libre para probarlo--- nos dijo Oliver sonriendo

Después del almuerzo todos salíamos del restaurante, cuando Carlos tomó la mano de Alejandro y luego tomó la mía mientras caminábamos, al principio me sentí nerviosa por lo que hizo mi pequeño, pero al mirar que el presidente ni se inmutó y siguió caminando con la mano de Carlos yo también me relajé, por un momento me sentí feliz, me preguntaba si así era como se sentía caminar en familia, pero prontamente volví a mi realidad, cuando una mujer se acercó al jefe, lo abrazó y le dio un beso en su mejilla, enseguida tomé a Carlos alzándolo en mis brazos para que soltara la mano del jefe y caminé con rapidez a la salida