Frank un hombre mayor de 57 años cansado de huir de su pasado, decide hacer frente al asesino que lo acecha desde hace 20 años, con la única finalidad de evitar que su hijo Robert muera en manos del antagonista.
¿Pero realmente podrá proteger a su hijo de un hombre que lo único que quiere es venganza?
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VOLUMEN 2 LA CARTA MISTERIOSA
"Daniel y su madre, Elena, estaban descansando en la sala de estar un fin de semana. La sala era acogedora, con una chimenea encendida que creaba un ambiente cálido y relajante. Daniel, ahora de 17 años, estaba sentado en un sofá, leyendo un libro de aventuras. Su cabello castaño oscuro se había oscurecido aún más y sus ojos azules brillaban con una intensidad y curiosidad renovadas. Aunque seguía siendo un joven apuesto y encantador, su rostro había madurado y su mirada era ahora más profunda y reflexiva.
Elena, de 42 años, estaba sentada en un sillón, leyendo un periódico. Su cabello negro ahora mostraba algunos mechones grises y sus ojos verdes parecían un poco más cansados. A pesar de esto, su sonrisa seguía siendo radiante y su mirada era aún amorosa y atenta.
"Daniel, ¿cómo va la preparatoria?" preguntó Elena, dejando a un lado el periódico.
"Va bien, mamá", respondió Daniel, sin levantar la vista de su libro. "Estoy sacando buenas notas y estoy disfrutando de mis clases".
"Me alegra escuchar eso", dijo Elena, sonriendo. "¿Y ya estás pensando en los exámenes de admisión de las universidades? Es importante que comiences a prepararte con anticipación".
"Sí, mamá", dijo Daniel, suspirando. "Estoy pensando en estudiar ingeniería o física. Todavía no lo tengo claro, pero estoy investigando un poco sobre ambas carreras".
"Bueno, lo importante es que elijas algo que te apasione", dijo Elena, animándolo. "Recuerda que siempre estaré aquí para apoyarte en lo que decidas".
"Y hablando de amigos", agregó Elena, "¿cómo está Samantha? Es una chica hermosa, y se le nota mucho lo mucho que ella está atraída por ti".
Daniel se sonrojó ligeramente y miró a su madre con una sonrisa. "Mama, por favor", dijo, riendo. Samantha es solo una amiga"
"Y ¿cómo está Diego?" preguntó Elena, curiosa. "¿Sigue siendo el mismo bromista de siempre?"
Daniel se rió. "Sí, mamá, Diego es el mismo de siempre. Siempre haciendo bromas y tratando de hacer reír a todos".
Elena sonrió. "Me alegra escuchar eso. Diego es un buen amigo para ti, y siempre ha sido muy leal".
"Sí, mamá", dijo Daniel, asintiendo. "Diego es uno de mis mejores amigos, y siempre estamos juntos".
Elena se levantó del sillón y se acercó a Daniel. "Me alegra ver que tienes amigos tan buenos, Daniel. Eso es muy importante en la vida".
Daniel se levantó del sofá y abrazó a su madre. "Gracias, mamá", dijo, agradecido. "Tú siempre has estado ahí para mí, y eso significa mucho para mí".
En ese momento, el empleado, Juan, entró en la habitación con una bandeja de correo. "Buenos días, señora. Le traigo el correo de hoy", dijo con una sonrisa. Elena sonrió y tomó el correo de la bandeja. "Gracias, Juan. ¿Algo importante?" Juan negó con la cabeza. "No, solo algunos anuncios y una carta certificada para Daniel".
Daniel levantó la vista de su libro y miró a su madre con curiosidad. "¿Una carta para mí?" preguntó, sorprendido. Elena asintió y le entregó la carta. "Sí, cariño. Parece ser algo importante".
Juan se quedó un momento más, esperando a que Elena le diera alguna instrucción o le preguntara algo. Pero Elena simplemente asintió y le dijo: "Gracias, Juan. Eso es todo". Juan se inclinó ligeramente y se retiró, cerrando la puerta detrás de él.
Elena se volvió hacia Daniel y le dijo: "Bueno, cariño. Parece que tienes una carta importante. ¿Por qué no la abres y ves qué dice?". Daniel asintió y abrió la carta, comenzando a leer su contenido
Mientras leía, su rostro se puso serio y preocupado. "¿Qué pasa, Daniel?" preguntó Elena, notando el cambio en su expresión. Daniel respiró hondo antes de responder, pero en lugar de decir la verdad, mintió para no preocupar a su madre. "Es una carta de mis amigos", dijo, tratando de sonar lo más natural posible. "Están planeando una fiesta y me invitan".
Elena se relajó un poco, creyendo la mentira de Daniel. "Ah, qué bien", dijo, sonriendo. "Me alegra que tengas amigos tan divertidos. Debes ir y divertirte un poco".
Daniel asintió, sintiendo un poco de culpa por haber mentido a su madre, pero sabía que era necesario para protegerla. "Sí, mamá", dijo, tratando de sonar lo más normal posible. "Iré a la fiesta y me divertiré un montón".
Elena sonrió y le dio un abrazo a Daniel. "Me alegra que estés feliz, cariño", dijo. "Recuerda que siempre estoy aquí para ti, no importa qué".
Daniel se sintió un poco mal por haber mentido a su madre, pero sabía que era necesario para protegerla. Se prometió a sí mismo que encontraría la verdad sobre la muerte de su padre y haría todo lo posible para proteger a su madre y a sí mismo.
Daniel se levantó del sofá y se dirigió a su habitación, llevando la carta consigo. Quería tener más privacidad para leerla sin que su madre sospechara nada. Al entrar en su habitación, cerró la puerta detrás de él y se sentó en su escritorio, poniendo la carta sobre la superficie.
La carta ya estaba abierta, y Daniel comenzó a leerla de nuevo, su rostro se puso serio a medida que avanzaba en la lectura.
“Hola Daniel, si estas leyendo esta carta lamento decirte que he muerto, mis errores del pasado están cobrando factura, y después de mi muerte no acabará, y es allí donde tu entras. Se que te prometí que algún día hallaríamos la capsula misteriosa, y adivina que, desde que me fui de la casa, empecé a investigar y hallé al ladrón, esa capsula contiene la respuesta para que termines con ese hombre, su nombre es Román O.J.”
Daniel se quedó congelado, con la carta en sus manos y su corazón latiendo con fuerza. La noticia de la muerte de su abuelo lo golpeó como un rayo. No podía creer que su abuelo, el hombre que siempre había sido fuerte y seguro, hubiera muerto.
Pero la carta no solo trataba de la muerte de su abuelo. También hablaba de un misterio que Daniel siempre había sentido que estaba ahí, pero nunca había podido descubrir. La capsula misteriosa que su abuelo le había prometido encontrar.
Daniel se sintió un escalofrío correr por su espina dorsal al leer el nombre "Román O.J.". ¿Quién era ese hombre? ¿Y qué tenía que ver con la muerte de su abuelo?
La carta parecía estar sugiriendo que Daniel estaba en peligro, que debía encontrar la capsula misteriosa para protegerse a sí mismo. Pero ¿cómo? ¿Dónde debía empezar a buscar?
Daniel se sintió conmocionado al leer las palabras de la carta. Su atención se centró en la mención de la cápsula misteriosa y el nombre de Román O.J. ¡Eso era lo que había estado buscando!
Daniel se levantó de su silla y comenzó a caminar de un lado a otro en su habitación, tratando de procesar la información. ¿Quién era Román O.J.? ¿Y qué tenía que ver con la cápsula misteriosa? Se sentía determinado a descubrir la verdad y terminar con el misterio de una vez por todas.
La habitación de Daniel parecía una representación de su personalidad. Las paredes adornadas con posters de películas y libros de ciencia ficción mostraban su amor por la aventura y la fantasía. La estantería llena de novelas y comics en una esquina revelaba su pasión por la lectura y la escritura. Pero la cama deshecha y las sábanas esparcidas por todos lados sugerían que Daniel había estado ocupado con otras cosas y no había tenido tiempo para limpiar su habitación.
La carta en la mano de Daniel parecía ser el centro de todo. Era como si su abuelo estuviera hablando con él desde más allá de la tumba. Daniel se sintió un escalofrío correr por su espina dorsal al leer el nombre "Román O.J.". ¿Quién era ese hombre? ¿Y qué tenía que ver con la muerte de su abuelo? La carta parecía estar sugiriendo que Daniel estaba en peligro, que debía encontrar la cápsula misteriosa para protegerse a sí mismo. Pero ¿cómo? ¿Dónde debía empezar a buscar?
Daniel se sentó en su escritorio y encendió su computadora. Empezó a buscar en Google el nombre "Román O.J.", pero pronto se dio cuenta de que no era tan fácil encontrar información sobre esa persona. Había muchos artículos sobre personas con el nombre de Román, pero ninguno de ellos parecía ser el que estaba buscando.
Daniel se frustró un poco. ¿Por qué no podía encontrar nada sobre Román O.J.? ¿Acaso era un personaje ficticio? ¿O era alguien que no quería ser encontrado?
Recordó las palabras de la carta de su abuelo Frank: "Se que te prometí que algún día hallaríamos la capsula misteriosa, y adivina que, desde que me fui de la casa, empecé a investigar y hallé al ladrón, esa capsula contiene la respuesta para que termines con ese hombre, su nombre es Román O.J.".
Daniel se preguntó si su abuelo Frank había dejado alguna otra pista o mensaje que lo ayudara a encontrar a Román O.J. y la cápsula misteriosa. Decidió revisar la carta de nuevo y buscar cualquier detalle que pudiera haber pasado por alto.
Daniel se dio cuenta de que no estaba obteniendo resultados con su búsqueda actual, así que decidió cambiar de estrategia. Recordó que su abuelo había mencionado que la cápsula había caído en el desierto de Carson City, así que decidió buscar información sobre ese día en particular.
Comenzó a buscar en archivos de noticias y registros históricos, y finalmente encontró un artículo en un periódico local de Carson City que mencionaba un extraño objeto que había caído del cielo en el desierto. El artículo estaba fechado el 15 de agosto de 1997
En el se mencionaba a un ciudadano anónimo llamado Román O.J. que había encontrado la cápsula en el desierto de Carson City. El artículo decía que Román O.J. había estado paseando por el desierto cuando vio algo brillante en el suelo. Al acercarse, vio que era un cilindro metálico con símbolos extraños grabados en su superficie.
Daniel se sintió emocionado al leer esto. ¿Podría ser que Román O.J. fuera la misma persona que su abuelo había mencionado en la carta? ¿Y qué había hecho con la cápsula después de encontrarla?
Después de encontrar la cápsula, Román O.J. llamó de inmediato a las autoridades locales, quienes rápidamente acordonaron el área y llamaron a la NASA para que enviaran un equipo a investigar.
Daniel siguió leyendo el artículo y descubrió que la cápsula había sido llevada a las instalaciones de la NASA para su análisis, pero nunca había sido abierta. De repente, el artículo mencionaba que la cápsula había sido robada de las instalaciones de la NASA y que no se había vuelto a saber nada de ella.
Daniel se sintió sorprendido y confundido. ¿Quién podría haber robado la cápsula y por qué? ¿Y qué había sucedido con la cápsula después de ser robada?
Decidió seguir investigando y ver si podía encontrar cualquier pista que lo llevara a la verdad. Pero al final del artículo, no había ninguna otra información. Era como si la historia se hubiera esfumado en el aire.
Daniel se quedó con más preguntas que respuestas. ¿Qué había sucedido con la cápsula? ¿Y qué tenía que ver su abuelo con todo esto? Decidió seguir buscando respuestas y no detenerse hasta que encontrara la verdad.
En un subtema del artículo, se mencionaba al hombre que había encontrado la cápsula, Román. Se decía que Román era un hombre de mediana edad, con una personalidad reservada y misteriosa. Se había mudado a Carson City hace unos años, y desde entonces, había llevado una vida tranquila y alejada de la atención pública.
El artículo también mencionaba que Román tenía un pasado interesante, y que había estado involucrado en varios proyectos gubernamentales y corporativos antes de mudarse a Carson City. Sin embargo, no se revelaba ninguna información que comprometiera su identidad o que diera pistas sobre su vida actual.
Daniel se preguntó si Román podría ser la clave para descubrir más sobre la cápsula y su abuelo. Decidió investigar más sobre Román y ver si podía encontrar cualquier conexión entre él y su abuelo.
Mientras Daniel seguía investigando sobre Román, descubrió que había una fábrica en la ciudad que había sido construida por él mismo.
Daniel siguió investigando y descubrió que la fábrica de Román era en realidad una planta de embolsamiento de verduras y frutas. Se llamaba "Verduras y Frutas S.A." y estaba ubicada en un sector industrial de la ciudad.
Daniel se sintió confundido. ¿Qué conexión podría haber entre una fábrica de embolsamiento de verduras y frutas y la cápsula que había sido robada de las instalaciones de la NASA? ¿Y qué papel podría estar desempeñando Román en todo esto?
Decidió seguir investigando y ver si podía encontrar cualquier información que lo ayudara a entender qué estaba sucediendo. Después de algunas averiguaciones, descubrió que la fábrica había sido inaugurada hacía unos años y que Román era el propietario y director de la empresa.
Daniel se preguntó si Román podría estar utilizando la fábrica como una tapadera para sus actividades ilegales. ¿Y qué podría estar haciendo con la cápsula robada? ¿La estaba utilizando para algo relacionado con la fábrica?
Daniel siguió investigando y descubrió que la fábrica de Román había sido inaugurada en 1992, cinco años antes de la caída de la cápsula. Sin embargo, cuando decidió investigar sobre la actualidad de la fábrica, descubrió que había quebrado en 2016 y que sus instalaciones habían quedado abandonadas.
Daniel se sintió intrigado. ¿Qué había sucedido con la fábrica? ¿Y qué papel había desempeñado Román en su quiebra? ¿Había alguna conexión entre la quiebra de la fábrica y la cápsula robada?
Decidió seguir investigando y ver si podía encontrar cualquier información que lo ayudara a entender qué había sucedido. Se preguntó si Román podría haber abandonado la fábrica después de la quiebra y si podría haber escondido la cápsula en algún lugar de las instalaciones abandonadas.
Daniel decidió buscar la dirección de la fábrica abandonada para investigar más a fondo. Después de algunos minutos de búsqueda en internet, encontró la dirección: "Calle Industria 123, Carson City"
Daniel se dirigió a las instalaciones del periódico donde había encontrado el artículo sobre la cápsula robada. Al llegar, se encontró con un edificio de estilo moderno con grandes ventanales y una fachada de cristal. La entrada era un gran atrio con una recepción circular en el centro. La recepcionista, Sofía, una mujer de 45 años con el cabello castaño claro y ojos verdes, lo recibió con una sonrisa amable.
Sofía se inclinó hacia adelante, con una expresión atenta y un lápiz en la mano, lista para tomar notas. "¿En qué puedo ayudarte?"
Daniel se mostró un poco nervioso, pero determinado, y comenzó a buscar en su bolsa. "Estoy buscando archivos de hace 27 años".
Sofía asintió. "Sí, los tenemos. Pero déjame preguntarte, ¿cuántos años tienes?"
Daniel se puso nervioso. No quería revelar su verdadera edad, así que mintió. "Tengo 20 años".
Sofía lo miró con curiosidad. "Ah, okay. Bueno, déjame ver qué puedo hacer por ti". Se levantó de su silla y se dirigió a un archivo que estaba detrás de la recepción.
La oficina era un espacio amplio y luminoso con mesas de trabajo y ordenadores. Había varias personas trabajando en sus puestos, pero no parecían prestar mucha atención a Daniel. Sofía regresó con un archivo polvoso y se lo entregó a Daniel.
"Aquí tienes los archivos de hace 27 años". Sofía se inclinó hacia adelante, con una sonrisa amable y un gesto de ayuda.
Daniel se apresuró a abrir el archivo y comenzó a buscar cualquier información relacionada con la cápsula robada. Mientras buscaba, se dio cuenta de que Sofía lo estaba observando con curiosidad.
"¿Qué buscas exactamente?" Sofía se inclinó hacia adelante, con una expresión atenta y un poco de interés.
Daniel se puso nervioso de nuevo, pero esta vez decidió ser un poco más honesto. "Estoy investigando sobre la fábrica de Román".
Sofía levantó una ceja. "Ah, esa fábrica. Sí, fue un gran misterio cuando quebró. Nadie sabía qué había pasado".
Daniel se sintió intrigado. "¿No había rumores o algo?"
Sofía se inclinó hacia adelante. "Bueno, había rumores de que Román estaba metido en algo ilegal".
Daniel se sintió emocionado. ¡Eso era exactamente lo que estaba buscando! "¿Crees que podrías encontrar más información sobre eso?"
Sofía asintió. "Lo intentaré. Pero no te prometo nada".
Sofía desapareció en el interior de la oficina y regresó con un archivo más grueso. "Aquí tienes la información sobre el incendio en la fábrica de Román".
Daniel se apresuró a abrir el archivo y comenzó a leer. Mientras leía, se dio cuenta de que el incendio había sido muy sospechoso. Había testigos que habían visto a alguien entrando en la fábrica la noche del incendio, pero nadie había podido identificar al responsable.
Sofía se inclinó hacia adelante. "¿Qué crees que pasó?"
Daniel se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que Román estaba metido en algo ilegal y que el incendio fue un intento de encubrimiento".
Sofía asintió. "Creo que debemos investigar más a fondo".
Daniel asintió, con una expresión determinada. "Sí, debemos descubrir la verdad detrás de la fábrica y la cápsula robada".
Sofía sonrió. "Buena suerte en tu investigación, Daniel. Si necesitas algo más, no dudes en preguntar".
Daniel salió de las instalaciones, sintiéndose un poco más cerca de descubrir la verdad detrás de la fábrica y la cápsula robada. Pero sabía que todavía tenía mucho trabajo por delante.
Mientras caminaba, se le ocurrió la idea de llevar a su amigo Diego y a su amiga Samanta con él. Ellos sabían la historia de cómo, cuando era pequeño, se entusiasmaba tanto por encontrar la cápsula. Y quizás, pensó, ellos podrían ayudarlo a encontrarla.
Daniel decidió que tendría que esperar una semana antes de dirigirse a la ubicación de la fábrica. Quería aclarar sus ideas y planificar su próximo movimiento con cuidado.
el mal que le causes a otros siempre se te devuelve en porciones dobles ,así que cuidado con eso