¿Dónde estoy?.
En el espejo había una persona diferente a mi pero eso no fue todo.
Ella fue la mala de su familia y ahora era expulsada.
¿Que será de mi si no sé nada de este lugar?.
Al menos debieron dejar que me comiera mis tacos antes de morir.
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Seguí a Aslan.
"Verás como se hace la prueba de si somos familiares, aunque ya la hayamos hecho tienes que ver el invento que hice con la tía".
Aslan tomo los ingredientes y empezó a cocinarlos.
El chef solo observó como fue desplazado de su territorio y se colocó a lado mío.
"En dos horas esto estará listo".
"Deberías de vender un libro".
Un libro de recetas mágicas.
Murmuré mientras veía que cortaba las hierbas que había en los ingredientes.
Aslan fácilmente podría vender tacos, tiene el estilo de cortar el cilantro en cortes pequeños.
Me lo imaginé momentáneamente vendiendo tacos.
"¿Sabes cocinar?".
Pregunté a Aslan mientras agregaba agua en dos ollas.
"Algo, ¿quieres que cocine algo ligero?".
"¿Puedes?".
Él asintió y después de poner sus ingredientes tomo el otro fogón al otro extremo de la cocina.
"..."
El chef empezó a pasarle los ingredientes que fue pidiendo.
"Pato asado con queso y vegetales a la mantequilla es mi comida favorita".
"..."
"A mí me gusta la carne asada".
"Bien, en la cena probaré algo de carne asada por ahora comamos esto".
La comida que preparo sabía demasiado rico.
"Quédate y cocina para tu hermana mayor".
Él negó riendo mientras comíamos pato asado.
"Está delicioso".
Esperamos a que se cocinará los ingredientes.
"Parece sopa".
Observé las ollas que empezaban a hervir.
Las dos horas pasaron y después hubo dos líquidos transparentes.
"Al ser gemelos los dos debemos resonar iguales, solo que necesito una gota de tu sangre".
"Para el collar y para eso necesitas sangre, ¿hay algo que no lo necesite?".
Pregunté curiosa y él negó.
"En la prueba para ser familiar es obvio que necesitas sangre y en el collar del disfraz la sangre es una forma para tomar los rasgos de los ojos y el cabello, antes se podía usar para cambiar todo el cuerpo de la persona, pero sería demasiado peligroso, así que al final del proyecto lo dejamos viable para que solo funcionará en los ojos y rostro".
¿Un invento que copia la identidad de alguien solo con una gota de su sangre?.
Que miedo.
"Eso suena escalofriante".
Aslan sonrió y se pinchó el dedo.
La sangre roja cayó y se hizo de color azul, después estiró su mano para tomar mi mano.
"..."
Tomé su mano y me acerqué para tomar el cuchillo y pinchar yo misma mi dedo.
La gota cayó en el recipiente que señalo y se hizo del mismo color que el de él.
Los dos hilos azules brillando resonaban.
Aunque sabíamos que somos hermanos aun así esto lo confirmaba.
"Increíble".
"Así es".
"La prueba que eres mi hermana mayor".
Los dos miramos los envases.
"Eres un genio".
No pude evitar decirle.
"Realmente deberías de escribir un libro de recetas".
"Lo pensaré".
Dos días después llegó un mensaje.
"Tengo que ir a otra zona para encontrarme con Josh".
"..."
El capitán de los caballeros del ducado Xaman.
"Quedamos vernos con él al norte del marquesado".
"¿Es confiable?"
Aslan asintió.
"Si".
"Iré contigo".
Miré a Aslan que se quedó pensando.
"Está bien".
"Usa el collar del disfraz".
"También usaré uno".
Lo dijo observando un collar que tenía atrás.
"Es por seguridad".
"Sí, creo que es una buena idea".
Suspiré y vi a Fred que tiene el cabello azul marino.
"..."
Aslan también lo observó.
El mayordomo solo suspiro, los gemelos usarían su sangre.
Esa misma noche salimos en un grupo pequeño.
Al final Aslan tomo el cabello y ojos marrones de una sirvienta mientras yo iba con cabello y ojos azules de Fred.
Llegamos un día antes a la posada que habíamos quedado.
Ismael con un pequeño grupo de caballeros vestidos de mercenarios se quedaron en la protección de Aslan.
Solo quedaba esperar al otro día.
Esa noche soñé.
En la fiesta de té, el príncipe no apareció.
El emperador y el marqués Xuluc espero a que su padre y ella aparecieran en el jardín.
"Saludos a su majestad el emperador y al marqués Xuluc".
Saludé acordé a la etiqueta en un vestido amarillo claro.
"Saludos al marqués Sullivan y a la señorita Ximena Sullivan".
Los dos saludaron a Ximena y a su padre.
"Vamos hija".
La sensación de escuchar la calidez de su padre hacía que sonriera, es por eso que la fiesta de té avanzo normal.
"Me alegra saber que la has cuidado de maravilla".
El marqués" Xuluc comento satisfecho al ver al marqués Sullivan.
"Somos familia es normal que me preocupe mi hija".
Ximena no respondió a la plática.
"Sé que pronto irá a la academia, la señorita Ximena, ¿está preparada?".
"Si".
Respondió con una sonrisa ligera.
"¿El anciano Xuluc pronto se retirará?".
Si padre pregunto con curiosidad.
"Algún día me retiraré".
El marqués Xuluc respondió secamente.
No quería hablar de ese tema.
"Señorita Ximena, lamento que mi hijo no haya venido".
"No hay problema".
No le importaba que fuera el príncipe o no el príncipe.
La vista estaba en el anciano que la observaba y no sabía el porqué estaba ahí.
"..."
Él no dijo nada y solo sonrió.
"Espero verte pronto pequeña".
La sonrisa del marqués Xuluc hizo que ella dudará, sintió algo extraño.
Su padre la tomo de la mano y salió del palacio.
En el carruaje de camino a casa su padre le hablo.
"Solo espero que obtengas una gran herencia".
"El anciano no vivirá mucho".
"¿Quién es?".
Pregunto.
"¿No lo sabías?".
"Él es tu abuelo".
Se quedó en shock.
"¿Por qué no me lo presento como mi abuelo desde el principio?".
"Como iba a saber que no sabías que él es tu abuelo".
Esa fue la respuesta que obtuvo de su padre.
Es imposible que ella supiera, el cabello rubio pensó que era normal el color en el imperio.
Una sonrisa irónica interna es lo que hizo.
'Lo había hecho adrede'.
Su padre solo jugó con sus sentimientos sin importarle.
¿Podré comunicarme con él?.
Esa fue la pregunta que hizo, pero incluso las veces que lo intento no pudo.
Al final terminó yendo a la academia sin poder comunicarse con el marqués Xuluc.
El primer día de la academia descubrió que en su clase estaba el príncipe.
"Mira nada más si es mi prometida".
Esas fueron las palabras que escucho del príncipe.
El joven duque Olivares fue el primero en acercarse.
"Saludos, señorita Sullivan".
y con una salsa de Chile morirá... el manjar más exquisito
me sentiría como una usurpadora de ese cuerpo
Espero mejores para la próxima historia