AMARÉ A MI ESPOSO VILLANO

Luego de tres días la guerra aún seguía, hubieron muchas bajas de ambos bandos y por fin habían podido acabar con las bestias.

Los refuerzos estaban llegando para terminar de una vez con la lucha y librar al pueblo de el bastardo que tenían por emperador.

Al tener al imperio descubierto Cedric decidió dejar ahí a gente de confianza para estabilizar las cosas del lugar mientras que él con el resto del ejército se dirigían al campo de batalla.

Gracias a esta estrategia pudieron detener el avance de las tropas de refuerzo del enemigo y ante su evidente desventaja los soldados optaron por rendirse y regresaron a sus casas.

Gran parte del ejército había sido reclutado en los pueblos plebeyos del imperio y no tenían preparación especial para la guerra por lo que el poder rendirse y vivir, era un gran alivio.

Ya que desde el ascenso del actual emperador su vida había sido miserable, porque los impuestos eran elevados y lo poco que les quedaba en su mayoría era robado por bandidos que cada vez aumentaban en el imperio.

El cual solía ser uno de los más fructíferos y poderosos, pero por la ambición de su gobernante solo quedaba pobreza y muerte en aquel antes brillante lugar.

La guerra pudo acabar gracias a los refuerzos y aunque Víctor (emperador de Talius) se negaba a rendirse al final no pudo hacer más y su cabeza terminó siendo cortada cosa que finalizó con el derramamiento de sangre.

Una luz había llegado a liberar a Talius.

Los soldados comenzaban a regresar y con ellos la victoria, pero no todo era felicidad las vidas de los soldados fallecidos no se podían recuperar.

Fernando por su parte estaba devastado su hijo había empeorado y no sabían si podría despertar, ya que la pérdida de sangre le había ocasionado un shock y según los médicos le produjo un coma.

La noticia de la victoria llegó y se preparó una gran celebración en el Imperio Lunar para recibir a los soldados.

Mara estaba muy feliz, pero todo se esfumó cuando se enteró que su hermano estaba entre la vida y la muerte.

Tenía cuatro meses de embarazo y ya no era tan peligroso viajar grandes distancias por lo que muy decidida partió al Imperio del Sol y Cedric decidió acompañarla además de Dalia y Miranda.

Dalia al momento de enterarse de la noticia se sintió muy mal no habían dejado clara su relación, pero le gustaba y mucho incluso iba a aceptar iniciar una relación con Leonardo y ahora pasaba esto deseaba mucho que despertara, para continuar con su historia de amor que ya había comenzado.

En cambio, Miranda estaba muy aliviada porque Fernando estaba bien, pero quería apoyar en este duro momento a su pareja por lo que le comunico a su hijo su decisión y también partió con los emperadores.

Ambas mujeres querían a esos hombres y querían estar con ellos y sus vidas estaban más unidas de lo que esperaban, ya que sin esperarlo frutos estaban creciendo y traerían felicidad y unión para ellos.