La vida de Diana se convierte en un infierno al casarse con Marcelo... Un hombre que no se tienta el corazón para himillar a Diana de las peores manera... Zulema que es la amante de Marcelo, le roba el bebé que Diana da a luz y manda asesinarla para que nadie descubra su secreto... Diana es rescatada y ayudada por César el hermano menor y padre del hijo que Diana tuvo. Ambos regresaran para vengarse de Marcelo y Zulema ..
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César
Después de más de diez años fuera de su país natal, César regresaba a la ciudad, para vengarse de su hermano Marcelo...
Ahora que tenía todas las pruebas que mostraban lo que él, había hecho hace diez años, cuando lo acusó injustamente de haberme robado a su propia familia.
Si, Marcelo no tuvo ninguna piedad con él, él tampoco iba a tener ni un poco de piedad con Marcelo...
César llevaba a penas un par de días en la ciudad, y había alquilado una de las mejores mansiones de la ciudad. Solamente, para llevarse a Diana a vivir allí, cuando todo se descubra...
César quería a Diana a su lado, durante todos esos meses, la chica se había convertido en su obsesión... Una obsesión, que cada día que pasaba se iba haciendo más y más grande...
Para las mujeres, César, no solamente, era un hombre guapo y joven, sino que también, un hombre multimillonario.
César se encontraba sentado detrás de un lujoso escritorio, sus ojos estaban cerrados, no se dio cuenta cuando su sirvienta entró a su despacho.
Las sirvientas habían sido contratadas por Antonio... Antonio, había escogido, empleadas hermosas, ya que siempre le agradó estar rodeado de mujeres bellas...
Pero, la chica se atrevió a poner los ojos en César, a pesar de que fueron claras las reglas, que Antonio les dio...
Nadie podía mirar a César a los ojos, y mucho menos entrar a un lugar donde él esté... La chica, confío en su belleza, y expiraba a convertirse en la señora de la mansión...
La chica comenzó a quitarse su ropa, con toda la intención de seducir a César, cualquier hombre quedaría encantado con ver a una hermosa joven desnudándose para él.
Además, nunca había estado con un hombre, su cuerpo era totalmente puro... Al quedar totalmente desnuda, caminó lentamente hasta donde estaba el hombre sentado.
Al llegar a César, la chica abrió sus piernas, colocándose la entrepierna de César... Con mucha sensualidad, fue soltando los botones de la camisa de César.
Al sentir las manos de la chica sobre él, César abrió los ojos repentinamente. No podía que la chica se hubiera tomado el atrevimiento de entrar a su despacho e intentar seducirlo.
__¡Cómo te atreves a entrar al despacho!.. ¡Si tan solo llamar a la puerta!... _ Gritó César enfurecido.
Aunque la chica sintió mucho miedo, al escuchar el fuerte grito de César. No quería darse por vencida.
En tan solo un día, se había dado cuenta de que, César, era un hombre joven, multimillonario. Y por nada del mundo iba a dejar escapar una oportunidad como esa...
__ Déjeme consentirlo como usted se lo merece, es un hombre joven, que merece a una mujer virgen... _ Susurró la chica intentando besar de nuevo los labios de César.
Eso únicamente hizo molestar más a César... ¿Quién se creía, la chica, para tomarse esas atribuciones?...
César agarró las manos de la chica, y la empujó hacia atrás con fuerza, golpeando su espada contra el escritorio detrás de ella...
Al recibir un fuerte golpe detrás de su espalda, la chica hizo un gesto de dolor. Sin embargo, la chica no se quería dar por vencida, necesita usar todos sus encantos para meter a César en su cama...
__ Señor, por favor. No me corra de su lado, quiero convertirme en su mujer, seré una mujer sumisa, y haré todo lo que usted me pida… _ Mencionó la chica, insistiendo...
César perdió la poca paciencia que le quedaba, agarró el brazo de la chica, y la llevó a empujones fuera de su despacho.
No podía creer, que hubiera mujeres tan tontas, para pensar que él, iba a caer tan fácilmente...
__ ¡Por piedad, señor, no me aleje estar a su lado!.__ Suplicaba la chica sin dejar sus lágrimas por sus mejillas
__ Lárgate de aquí, no quiero volver a verte en esta mansión nunca más...
César abrió la puerta de despacho con una sola mano, empujó con fuerza la chica fuera del despacho.
Maritza perdió el equilibrio y cayó al suelo, nunca se imaginó, que César va a terminar por correo la de su despacho de esa manera....
César se encontraba tan enojado, qué pasó, por un lado, de Maritza, no quería volver a ver su cara nunca más... Al salir, se encontró con Antonio, el chico apenas iba llegando a la mansión con información de Diana.
__ César ¿Te sucede algo?... Preguntó Antonio con mucha curiosidad al ver el rostro furioso de César.
__ Te dije que te encargarán de escoger bien a las sirvientas... _ Respondió César enfurecido..
Inmediatamente, Antonio se dio cuenta, de lo que había sucedido, y por qué César estaba tan furioso...
__ Olvídate de lo que acaba de suceder con la sirvienta, la información que te tengo de Diana es muy importante... _ Dijo Antonio.
César, que ya había dado dos pasos adelante, se detuvo y volteó a ver Antonio... El chico delante de él, parecía tener información muy valiosa…
Con un simple gesto con la mirada, César le ordenó, Antonio, que continuara hablando... Necesitaba saber donde estaba Diana, ya que desde hace varios meses no sabía nada de ella.
__ Marcelo tiene encerrada Diana en una Villa a las afueras de la ciudad, por lo que puedo investigar, también vive con su amante Zulema…
A César, no le gustó nada, la información que Antonio le estaban proporcionando. ¿Cómo, podía ser posible?...
__ Explícate ¿Qué es lo que quieres decirme?... Acaso me estás dando entender que César se atrevió a llevar a su amante la misma casa Diana... _ Preguntó César, apretando los dientes con fuerza...
Solamente de pensar en esa posibilidad, César, quería matar a Marcelo con sus propias manos...
__ Exactamente, Marcelo, llevó a Zulema o más bien, llevó a Diana a la misma Villa, donde tenía metida su amante, Zulema...
El rostro de César se distorsionó completamente, no podía creer, lo que Marcelo, se ha atrevido a hacerle a Diana.
_ ¡¿Acaso es tan estúpido, para comparar a Diana, con la zorra de Zulema?!... _ Murmuró César...
__ Por lo que me informaron, la patrona de esa casa, es la tal, Zulema... Diana, únicamente, estuvo trabajando, como su sirvienta, por los varios meses.
César, se encontraba tan furioso, que llevó sus manos a su cabeza... Al segundo después, las alejó, para golpear con fuerza la pared frente a él...
Rápidamente, gotas de sangre, comenzaron a hacer de su mano, herida... Eso es lo que menos le importaba César...
Antonio, que ya, está acostumbrado al temperamento de su jefe, únicamente, guardó silencio...
__ ¡Voy a ir por ella!... Susurro César, mientras caminaba A dónde estaba su auto.
Rápidamente, subió a él, siendo seguido por Antonio... En menos de dos horas, César llegó a la villa donde Marcelo tenía Diana...
En ese preciso momento, los dos hombres llevaban a Diana del interior de la villa.
El hombre que llevaba Diana entre sus brazos, estaba por arrojar a la chica al interior del auto...
César se bajó inmediatamente, de su auto, y sin pensarlo dos veces, se fue contra el hombre que llevaba Diana...
El segundo hombre sacó inmediatamente su pistola, al ver que César, se acercaba al hombre que llevaba Diana entre esos brazos...
__ No te atrevas a dar un paso más o te mataré!... Amenazó el hombre decidido a matar a César.
César no les tenía miedo, en pasado, se había enfrentado a muchos peores, que los dos, que ahora estaban delante..
El hombre le quitó el seguro a su arma, dispuesto, a dispararle a César si da un paso más...
__¡¿Qué?!.. ¡Acaso no escuchaste que no des un paso más!...
__ Si no quieres morir, dame a ahora mismo a la mujer en tus brazos...
El hombre que llevaba a Diana entre sus brazos, inclinó la mirada para ver a la chica... Al darse cuenta de lo hermosa que era Diana, el hombre se negó a entregarse a César...
_ Será mía... Me encantan las mujeres delgadas, qué tiene el cabello negro... Solo imagínate lo buena queda desea para tener sexo.
El hombre quería hacer que enfurecer a César, y lo había logrado. César dio un paso más adelante acercándose al hombre que tenía Diana entre sus brazos.
__ No lo volveré a repetir dos veces, entrégame a la chica, o te mataré de una manera, por la cual vas a sufrir demasiado...