En un mundo asediado por la oscuridad, Elara y sus amigos, Kael, Lila y Thalion, se embarcan en una peligrosa expedición para invocar el poder del dragón y descubrir un antiguo artefacto en el Valle de la Luz, con la esperanza de proteger su hogar, Eldoria, de las sombras que amenazan con regresar.
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Capítulo 19: Preparativos para el Combate
La mañana siguiente, Eldoria despertó con la promesa de un nuevo día. El sol brillaba en el cielo, y la plaza estaba llena de actividad. Los aldeanos se movían con un sentido renovado de propósito, listos para comenzar las sesiones de entrenamiento para enfrentar la sombra que había regresado.
Elara, Kael, Lila y Thalion se reunieron temprano en la plaza, observando cómo los aldeanos se preparaban para el día. “Es increíble ver a todos tan motivados,” dijo Elara, sonriendo mientras miraba a su alrededor.
“Sí, parece que hemos despertado algo dentro de la comunidad,” respondió Kael, sintiendo la energía en el aire. “Todos quieren ayudar y están listos para enfrentar lo que venga.”
“Esto es solo el comienzo,” dijo Lila, mirando a su alrededor. “Cada uno de nosotros tiene un papel importante en esto. La unidad es nuestra mayor fortaleza.”
“Exactamente,” asintió Thalion. “Hoy comenzaremos a establecer nuestras bases. Cada grupo debe sentirse preparado y empoderado.”
A medida que el grupo se preparaba para la primera sesión de entrenamiento, los aldeanos comenzaron a reunirse. Elara sintió una mezcla de nerviosismo y emoción al ver sus rostros decididos.
“¡Gracias a todos por venir!” exclamó Elara, levantando la voz para que todos la escucharan. “Hoy comenzamos a prepararnos para enfrentar la sombra que ha regresado. Cada uno de ustedes es vital en esta lucha.”
“¿Qué vamos a hacer hoy?” preguntó un joven, su mirada ansiosa.
“Comenzaremos con algunas sesiones de entrenamiento básico,” explicó Kael. “Cada grupo se enfocará en sus habilidades específicas. Los guerreros practicarán combate, los sanadores aprenderán a preparar remedios, y los vigilantes se enfocarán en la observación y la comunicación.”
“Y no olvidemos la meditación,” agregó Lila. “Es importante que todos mantengan la calma y la claridad mental. La conexión con la luz es fundamental.”
“Así que, sin más preámbulos, vamos a dividirnos en grupos,” propuso Thalion. “Quiero que todos se sientan cómodos y que aprovechen al máximo esta oportunidad.”
Con el grupo formado, Elara comenzó a organizar a los aldeanos. “Los guerreros, por favor, reúnanse aquí conmigo,” dijo, señalando un área despejada. “Hoy trabajaremos en la práctica de combate.”
Los guerreros se acercaron, y Elara sintió cómo la energía en el aire se intensificaba. “Comencemos con algunos ejercicios de calentamiento para preparar nuestros cuerpos y mentes.”
Mientras Elara dirigía el calentamiento, Kael tomó la iniciativa con el grupo de combate. “Hoy vamos a practicar técnicas de defensa y ataque. Es esencial que aprendan a trabajar en equipo y a comunicarse durante el combate.”
“¿Y si nos encontramos con la sombra?” preguntó un aldeano, su voz temblando. “¿Qué haremos?”
“Primero, mantendremos la calma,” respondió Kael, su tono firme. “La sombra puede ser aterradora, pero si trabajamos juntos, podemos superarla. Recuerden, la luz siempre prevalecerá.”
“¿Cómo podemos estar seguros de que estamos listos?” preguntó otro guerrero, mirando a Kael con preocupación.
“Con práctica y confianza,” dijo Kael. “Hoy aprenderemos a apoyarnos mutuamente y a utilizar nuestras habilidades de la mejor manera posible.”
Mientras tanto, Lila se había reunido con el grupo de sanadores. “Hoy vamos a centrarnos en la preparación de remedios naturales,” explicó. “Es vital que aprendamos a cuidar de nosotros mismos y de los demás.”
“¿Qué tipo de remedios?” preguntó una mujer joven, interesada.
“Podemos aprender a hacer ungüentos de hierbas para heridas, infusiones para el estrés y otras pociones que nos ayuden a mantenernos fuertes,” respondió Lila, sintiendo la emoción en el aire. “Recuerden, cada uno de ustedes tiene el poder de sanar.”
Thalion, por su parte, había reunido al grupo de vigilantes. “Hoy aprenderemos a observar y a comunicarnos de manera efectiva,” dijo, mirando a su grupo. “La vigilancia es crucial para mantener a nuestra comunidad a salvo.”
“¿Qué tipos de señales utilizaremos?” preguntó un joven vigilante.
“Usaremos señales de mano y silbidos para comunicarnos,” explicó Thalion. “Es importante que todos estemos en sintonía y que sepamos cómo alertar a los demás si vemos algo sospechoso.”
“¿Y si encontramos a la sombra?” preguntó otro vigilante, su rostro pálido.
“Si vemos algo, debemos regresar y alertar al grupo de combate,” respondió Thalion. “La comunicación es clave. No podemos permitir que la sombra nos sorprenda.”
A medida que las sesiones avanzaban, Elara se sintió cada vez más inspirada por la dedicación de los aldeanos. Todos estaban dispuestos a aprender y a contribuir a la defensa de Eldoria.
“Recuerden, la luz del dragón está con nosotros,” dijo Elara, alzando su voz. “Centrémonos en eso mientras practicamos. La luz nos unirá y nos dará fuerza.”
Con el paso del tiempo, las sesiones de entrenamiento continuaron, y cada grupo se sintió más competente en sus habilidades. Los guerreros practicaban técnicas de combate, los sanadores preparaban remedios, y los vigilantes aprendían a observar y a comunicarse.
“¡Eso es! ¡Bien hecho!” animó Kael a sus guerreros mientras practicaban ataques y defensas. “Recuerden que la clave es moverse como una unidad. Si uno de nosotros cae, todos debemos estar listos para cubrirnos.”
“Me siento más fuerte,” dijo un guerrero, sonriendo. “Gracias por la guía.”
“Eso es lo que queremos,” respondió Kael. “Cada uno de ustedes tiene el potencial de ser un defensor formidable.”
Mientras tanto, Lila guiaba a su grupo de sanadores a través de la preparación de ungüentos y pociones. “¡Perfecto! Ahora, cada uno de ustedes tendrá la oportunidad de hacer su propio ungüento,” dijo, sintiéndose orgullosa.
“¿Y cuántos ungüentos debemos preparar?” preguntó una sanadora, mirando a Lila con interés.
“Cuantas más, mejor. Debemos estar preparados para cualquier eventualidad,” respondió Lila. “Y recuerden, la curación no solo es física; también debemos cuidar de la salud mental de nuestra comunidad.”
Thalion, por su parte, se aseguraba de que su grupo de vigilantes estuviera bien entrenado en la comunicación. “Recuerden usar las señales con claridad y precisión,” dijo, practicando silbidos y gestos. “Nunca subestimen el poder de una buena comunicación.”
“¿Y si alguien no escucha la señal?” preguntó un joven vigilante.
“Debemos asegurarnos de que todos estén atentos. Si vemos algo, debemos repetir la señal hasta que sea notada,” respondió Thalion. “La vigilancia es responsabilidad de todos.”
A medida que avanzaba la mañana, Elara sintió que su corazón se llenaba de orgullo al ver a su comunidad unirse en un esfuerzo común. “Estamos construyendo algo poderoso aquí,” dijo a sus amigos. “La luz del dragón realmente nos ha unido.”
“Sí,” respondió Kael, sintiéndose emocionado. “Estamos creando un legado de resistencia. Esto es solo el comienzo.”
Finalmente, después de varias horas de entrenamiento, Elara reunió a todos nuevamente en la plaza. “Quiero agradecerles a todos por su dedicación y esfuerzo hoy,” dijo, sintiéndose inspirada. “Hemos dado un gran paso hacia la preparación para enfrentar la sombra.”
“¿Qué haremos a continuación?” preguntó un aldeano.
“Continuaremos nuestras sesiones de entrenamiento a lo largo de la semana,” explicó Elara. “Pero también debemos estar atentos a cualquier señal de que la sombra se está acercando. La vigilancia y la comunicación son clave.”
“Y no olvidemos la importancia de la meditación,” añadió Lila. “Es fundamental que mantengamos la calma en momentos de tensión.”
“Entonces, ¿cuándo será nuestra próxima sesión?” preguntó otro aldeano.
“Podemos reunirnos de nuevo mañana por la mañana,” sugirió Kael. “Así podremos seguir construyendo sobre lo que hemos aprendido hoy.”
“Perfecto. Mantendremos el impulso,” dijo Thalion, sintiendo la energía positiva en el aire.
A medida que la reunión se disolvía, Elara sintió un profundo sentido de esperanza. Sabía que tenían mucho trabajo por delante, pero también sabía que estaban listos para enfrentar cualquier desafío.
“Hoy ha sido un gran día,” dijo Lila, sonriendo. “Siento que hemos logrado mucho.”
“Sí, y esto es solo el comienzo,” respondió Elara. “La sombra puede haber regresado, pero estamos más fuertes que nunca.”
Con el corazón lleno de determinación, Elara miró a sus amigos y a la comunidad que los rodeaba. Sabía que juntos podían superar cualquier oscuridad. La luz del dragón seguiría guiándolos, y la unidad de Eldoria sería su mayor fortaleza.