En un futuro cercano, un grupo de humanos descubre que la realidad que conocen es una simulación creada por una civilización alienígena avanzada. A medida que luchan por romper con esta ilusión, se enfrentarán a horrores inimaginables, revelaciones sorprendentes y dilemas morales que pondrán a prueba su humanidad. El amor florecerá en medio del caos, mientras todos ellos luchan por su libertad.
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Capítulo 13: La Verdad del Origen
Ethan y Lena se adentraron en el claro, donde la estructura imponente pulsaba con una luz casi hipnótica. El aire vibraba con una energía palpable, y una sensación de inquietud se apoderó de ellos. A medida que se acercaban, los susurros que habían escuchado antes se intensificaron, como si la propia simulación estuviera tratando de advertirles.
—¿Estás listo? —preguntó Lena, su voz apenas un susurro.
Ethan asintió, aunque su corazón latía con fuerza. Sabía que lo que estaban a punto de enfrentar podría cambiarlo todo. La fuente de la simulación era el corazón de su lucha, y debía descubrir la verdad detrás de la manipulación que había mantenido a tantos atrapados.
Al llegar a la base de la estructura, una serie de imágenes comenzaron a proyectarse en el aire, mostrando escenas de la vida humana: risas, lágrimas, momentos de amor y dolor. Pero, a medida que las imágenes avanzaban, Ethan se dio cuenta de que había algo extraño en ellas. Las escenas parecían ser manipuladas, como si estuvieran diseñadas para evocar emociones específicas.
—¿Qué es esto? —preguntó Lena, mirando las proyecciones con desconfianza.
—No lo sé, pero parece que están tratando de entendernos —respondió Ethan, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. —Quizás están experimentando con nosotros para crear una realidad perfecta.
Lena frunció el ceño, su mente trabajando rápidamente. —Si eso es cierto, entonces cada prueba que hemos enfrentado, cada desafío, tiene un propósito oculto. Están tratando de comprender la naturaleza de nuestra existencia.
Ethan sintió que una sombra de duda se cernía sobre él. —¿Y si todo esto no es más que un juego para ellos? ¿Vale la pena luchar por una realidad que puede no ser auténtica?
Lena lo miró, sus ojos reflejando la confusión y la preocupación que ambos sentían. —No lo sé, Ethan. Pero lo que sí sé es que hay personas atrapadas aquí, y no podemos dejar que sus vidas sean manipuladas por seres que no comprenden lo que significa ser humano.
Mientras discutían, la luz de la estructura comenzó a parpadear, y una figura emergió de la penumbra. Era un ser alienígena, alto y delgado, con una piel iridiscente que cambiaba de color con cada movimiento. Sus ojos, grandes y oscuros, parecían penetrar en el alma de Ethan.
—Bienvenidos, humanos —dijo el alienígena, su voz resonando en el aire como un eco distante. —He estado esperando su llegada.
Ethan sintió un nudo en el estómago. —¿Quién eres? ¿Qué quieres de nosotros?
—Soy un observador, un estudioso de la existencia humana. He estado recopilando datos sobre su especie, y ustedes son parte de un experimento más grande —respondió el alienígena, su tono casi clínico.
Lena dio un paso adelante, su voz firme. —¿Qué tipo de experimento?
—Estamos tratando de crear una realidad perfecta, una simulación que refleje lo mejor de su naturaleza. Pero para lograrlo, necesitamos entender sus emociones, sus miedos, sus deseos. Cada desafío que han enfrentado ha sido diseñado para evaluar su capacidad de adaptación y resistencia.
Ethan sintió que su corazón se hundía. —¿Y qué pasa con las personas atrapadas aquí? ¿Son solo sujetos de prueba para ustedes?
El alienígena inclinó la cabeza, como si estuviera considerando la pregunta. —No son solo sujetos. Cada uno de ellos representa una faceta de la experiencia humana. Sin embargo, su sufrimiento es un costo necesario para alcanzar nuestro objetivo.
Lena apretó los puños, su ira palpable. —¿Y qué pasa si no queremos ser parte de su experimento? ¿Qué pasará con nosotros?
—Tienen la opción de abandonar la simulación, pero eso significaría renunciar a la posibilidad de un futuro mejor. La realidad que conocen es imperfecta, llena de dolor y sufrimiento. Aquí, podrían encontrar una existencia sin esas limitaciones —respondió el alienígena, su voz suave pero persuasiva.
Ethan sintió que su mente se nublaba. La idea de una realidad perfecta era tentadora, pero también sabía que no podía confiar en un ser que veía a los humanos como meros datos en un experimento.
—No podemos aceptar eso —dijo Ethan, su voz firme. —La vida, con todas sus imperfecciones, es lo que nos hace humanos. No podemos sacrificar nuestra esencia por una ilusión.
El alienígena lo miró con curiosidad, como si estuviera evaluando su respuesta. —Interesante. La resistencia a la conformidad es un rasgo notable en su especie. Pero, ¿qué pasará con aquellos que no tienen la fuerza para resistir? ¿Qué pasará con Gabriela y los demás?
Ethan sintió que el peso de sus palabras lo aplastaba. La lucha no era solo por él y por Gabriela; era por todos los que habían sido atrapados en esta simulación. —No podemos permitir que sus vidas sean manipuladas. Debemos encontrar una manera de liberarlos.
Lena asintió, su determinación renovada. —Si hay una forma de romper este ciclo, debemos descubrirla. No podemos dejar que su experimento continúe.
El alienígena sonrió, pero no había alegría en su expresión. —La decisión es suya. Pueden intentar desmantelar la simulación, pero deben tener cuidado. Los guardianes no permitirán que interfieran con nuestros planes.
Ethan sintió que la adrenalina corría por sus venas. —No tenemos miedo. Lucharemos por nuestra libertad y por la de los demás.
Con un movimiento de su mano, el alienígena hizo que la estructura comenzara a vibrar, y las proyecciones de imágenes se intensificaron, mostrando escenas de caos y destrucción. —Si eligen luchar, deben estar preparados para enfrentar las consecuencias. La realidad que conocen puede desmoronarse.
Lena tomó la mano de Ethan, su mirada llena de determinación. —No importa lo que pase, lo haremos juntos.
Ethan asintió, sintiendo que su amor por ella y su deseo de liberar a Gabriela y a los demás lo impulsaban hacia adelante. —Vamos a encontrar la fuente y a desmantelar esta simulación. No dejaremos que nos controlen.
Con un último vistazo al alienígena, Ethan y Lena se dieron la vuelta y se adentraron en el bosque, listos para enfrentar a los guardianes y luchar por la libertad de todos los atrapados en la simulación. La verdad había sido revelada, y aunque el camino por delante estaba lleno de incertidumbre, sabían que su amor y su valentía serían su mayor fortaleza en la batalla que se avecinaba.