Por salvar a un desconocido, mi vida se jodio. Ese desconocido se convirtió en el verdugo de mi vida, pero también en mi amor, pero no lo bueno no dura para siempre y lo malo tampoco.
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Entrando a la boca del lobo
Pues Carmen, empezó a investigar a Rafael y lo que encontro fue lo mismo que yo, sabía del bar y sabía sobre las personas que entran en su casa, entonces decidió "ponerme una trampa" para la cual yo estaba preparada.
Comenzó con varios días, cuando decidí tomar una ruta, a la misma hora por el mismo lugar, lugar que el cuál, estaba solitario, Carmen consiguió que unos hombres me raptaran y me llevarán con el francés, como mercancía para su pequeño prostíbulo.
Al llegar y ver al francés, comenzó mi segunda etapa del plan.
El francés estaba en un cuarto con mucho lujo y con detalles tan quisquillosos, el vestia de traje como era ya costumbre, y bebía un vino en una copa. Me vio y entonces comenzó a hablarme.
Rafael : sabía que tarde o temprano te vería de nuevo, pero no pensé que sería tan pronto, dime ¿a quien hiciste enfadar para que te vendieran conmigo?
Yo: (modo actuación activado), yo no lo se, por favor dejame ir..
Rafael : mirate pareces un pequeño conejo asustado, tan patética, no se que te vio Eduardo, eres tan inútil, una pérdida de tiempo estar con alguien como tu. Eres como todas las mujeres, solo buscas a un hombre rico y poderoso. Todas ustedes son unas zorras.
Yo: si soy una inútil, como es posible que pude dispararte y rasgar tu cintura.
El francés me tomo del cabello y me acerco a su cara.
Rafael : mira estúpida, eso fue un tiro de suerte.
Yo: si eso crees, esta bien por ti, pero sabes todos en el pueblo sabe que asta un Dios de la mafia sangra y eso fue gracias a una mujer como yo, vez si soy especial....
Rafael estaba furioso, le di en su orgullo, me dio una bofetada y pidió que me llevaran a un cuarto y me golpearan, sabía que eso me sucedería al provocar a un hombre poderoso como él, pero no me me importaba, de echo en el momento de recibir los golpes, desee que uno de ellos me mandara directo con Eduardo, pero el francés tenía otros planes para mi, planes que yo esperaba.
Fue a verme, fingí estar inconsciente, pidió que pararán de golpearme, se acerco a mi y me dijo.
Rafael : eres la primera mujer en dispararme y lastimarme y también eres la única en tener las agallas de decirme todas esas cosas en la cara, y no pedir clemencia por las golpizas qué te dieron, en ningún momento pediste perdón, ¿realmente eres especial o es como si después de haberme ofendido hubieras deseado morir?, pero sabes eso no será así de fácil, nadie se toma esa libertad de ofenderme y salirse con la suya, Eduardo es tu más cercano ejemplo.
Ahora serás una prostituta más. Pero para eso, un doctor debe curar tus heridas y ver si estas "limpia" para nuestros clientes, te dije que no te metieras en mi camino. Cumpliré lo que te dije aquella vez.
Le pido a sus hombres que me llevarán a una habitación, le pidió sus sirvientas bañarme y cambiarme de ropa, les dijo que me tratarán bien, pues de mi sacaría una buena fortuna, ellas lo obedecieron sin repelar, llego una doctora y me reviso, al darle el informe se enteró que seguía siendo virgen.
Aquí yo me jugaba un volado, dejaría que me quedara a su lado o me dejaría estar con uno de sus clientes poderosos. No lo sabía, supongo que no era la primera virgen que le ofrecerian, pero tenía un valor especial, pues fui la mujer de su enemigo.
Hizo que la doctora me durmiera por más tiempo. Aquí si tuve un gran miedo.
Yo desperté, estaba cambiada con un vestido rosa, mis heridas estaban tratadas, pero tenía un fuerte dolor en la espalda, cerca de mi hombro, al querer tocarme, vi que en mis muñecas tenía unas cadenas que estaban conectadas con la cama, antes de poder procesar qué me había pasado, entró Rafael.
Rafael : al fin despiertas, ¿ya viste el regalo que te prepare?
Yo: si ya vi tus estorbosas cadenas, supongo que harás que algunos de tus hombres abusen de mi.
Rafael : no preciosa, no hablo de ese regalo, sino él de tu espalda. (dio un trago a su copa a de vino)
Me trate de levantar, a un costado estaba un tocador con un espejo, trate de ver que tenía, y mis sospechas fueron confirmadas, el infeliz me había echo un tatuaje, uno con la forma de una corona, y con la inscripción de "Queen", a pesar de ser pequeño se podía destinguir fácilmente, creí que era una marca que le hacía a todas las mujeres, pues su bar tenía el nombre de "El Rey".
Yo: esto es tu marca para tus trabajadoras ¿no es así? ...
Rafael: tienes gran imaginación, pero no, esta marca es solo para ti
Yo: ¿de que estas hablando?
Rafael : ya debes de entenderlo, se que eres virgen, si fueras alguien común, con tu belleza haría que un cliente adinerado pagará por ti y tu virtud, pero sabes, no eres para nada común (tomó una silla y se sentó frente a mi) no se porque teniéndote Eduardo a su lado, no hubo coito entre ustedes.
Yo: ja, así que de eso se trata todo.
Rafael : así es querida primero serás mía y después te llevaré al prostíbulo como mi trofeo personal, un trofeo que podrá tener todo aquel que pueda pagar el precio.
Se comenzó a desvestir, y se colocaba encima de mi.
Yo: lo sabia, sabía que no eras mejor que él.
Rafael: (se detuvo de desabrochar la camisa) ¿a que te refieres?... Habla
Yo: si, como lo escuchaste, termina de una buena vez, solo eso puedes hacer, eres un mediocre, por eso estas solo, todas las mujeres estan contigo por miedo o por interés, no eres para nada comparado con Eduardo, el fue gentil y aprecio todo lo que yo poseo, sin necesidad de hacer esto por la fuerza. Eres tan pequeño comparado con el
Rafael : ¿y crees que eso me importa?, si el no te quiso tener, que estúpido fue de su parte, pero yo no tengo por que ser igual que el. Vez no somos comparables, yo tengo mayor riqueza y poder que el, por favor para mi fue como aplastar una cucaracha.
Yo : si lo se, pero hay algo que nunca podrás tener y es..... el corazón de una buena mujer, todas las que se te acercan es por dinero o por miedo, nadie te tiene un poco de amor o al menos un poco de cariño, me das tanta lastima, por eso no me sorprende esto de ti.
Rafael me golpeó el rostro y solo me quedaba esperar, si realmente tenía intenciones de violarme o me daría más tiempo.