Opresión (Segunda Parte De Amor&Perjuicios)

Aarón.

- Producción y venta está siendo verdaderamente genial ~dice el jefe de ventas~

- Creo que tenemos que empezar a hacer el marketing sobre los Stock Cars, la gente enloquecerá al saber que estaremos en el mundo NASCAR ~habla el jefe de ese departamento~

La reunión dura hasta por lo menos tres horas y en cuanto termina, me reúno con Anthony Vannucci y su gente, hablamos sobre las inversiones, el modelo y para cuándo más o menos será oficial el proyecto. Para este momento ya todo el tema legal solo mi compañía en la participación de las carreras está resuelto.

Harto trabajo se nos viene y aunque es obviamente beneficiario para nosotros, también sé que se me vienen unas que otras complicaciones, esas nunca faltan. Ya en mi oficina, continúo con todo el trabajo.

- Son casi las ocho ~dice Kristen en la puerta~

Miro mi reloj, no me había fijado de la hora. Quiero estar lo más lleno de trabajo posible para mantener mi mente ocupada, últimamente tengo a Elena más impregnada no solo en mi mente, sino también en mi cuerpo.

Ahora es mucho más difícil no pensar en ella cuando estoy con Kristen, incluso muchas veces he rechazado pasar la noche juntos, no quiero sentirme como una mierda después. Me siento un poco culpable.

- No estoy muy pendiente a la hora, pero dejá termino unas cosas aquí y nos vamos a casa ~le sonrío y ella me sonríe de vuelta~

***

    Salgo de la ducha y mi celular timbra anunciando un mensaje, es de Morgan pidiéndome que entre al link que me ha enviado al correo.

Tomo la tolla de mi cabeza y la envuelvo en mi cuello, mientras busco un pantalón de pijama y me lo pongo, tomo mi laptop y sin preocuparme por no usar camisa, entro al link e inmediatamente parecen ambos en la pantalla.

- Oh Dios mío, ¿acaso quieres excitarnos? ~dice Harry y río~

- Tengo mucho tiempo sin hacerte mío, te extraño ~digo y este lleva su mano a su pecho exagerando ternura~

- Ya, tortolos ~dice Morgan~ ¿Qué probabilidad hay de qué celebremos tus cumpleaños desde ya?

- Morgan, hoy apenas es martes ~digo entre risas~ A demás, ayer nos vimos.

- Por cierto, ¿no te dije que me encontré a Elena?, está muy hermosa esa mujer ~dice Harry~ Incluso más que antes.

- ¿La vista?, ¿hablaron? ~creo que sueno muy ansioso porque ambos esconden una sonrisa~

- Sí, hablamos... Lucía algo... Triste, incluso creo que estaba llorando ~siento una punzada en mi corazón~ Hermano, sé que tienes a una increíble mujer ahora, ¿pero nunca has pensado en hablar calmadamente con Elena?, ¿escuchar el por qué de su decisión?, ¿no lo necesitas? Francamente, creo que todo lo has sacado de contexto. Benedict tampoco está bien, siempre me pregunta por ti.

- Nos pregunta ~corrige Morgan~ Incluso me pregunta por Ella. Hermano, me vas a odiar, pero me he tomado el atrevimiento de enviarle unas cuantas fotos de nuestra querida sobrina ~abro mis labios para decir algo, pero sorprendentemente, los cierro de nuevo~ He escuchado mucho sobre Cedric Templenton y estoy 100% seguro que sí es capaz de arruinarle la vida a alguien para su beneficio personal, entre esos alguien están sus hijos.

- ¿Sabías que se fue a América precisamente para no tener ningún tipo de comunicación con su padre?, él influyó bastante en que su profesora se fuera.

Recuerdo la conversación que tuvimos cuando vino a casa de mis padres. Lo que me lleno de odio y rencor es que siempre tuve la esperanza de que Elena viniera a nosotros y nunca lo hizo, tuve la esperanza, pero las noticias sobre su gran boda me jodieron por completo.

No podía creer en ella cuando en las fotos de su boda se le veía tan feliz, solo a poco meses de dejarme fue casarse en una boda tan grande como para que todos los medios hablaran de ella.

- No me importan sus razones cuando no ha hecho absolutamente para enfrentarlo. Joder, al menos Ben le propuso a nuestra profesora que se fueran justos. Elena solo siente culpa y cree que haciéndole detalles minúsculos a Ella puede borrar sus malas decisiones ~nos quedamos en silencio~

Por primera vez, hablar así me hace sentí un poco mal. Quiero convencerme de esas palabras, pero mis fuerzas están desapareciendo.

- ¿Dinos que no la amas y que no quieres escuchar sus verdades razones? ~me reta Harry~

- A nosotros no nos engañas ~agrega Morgan~ Nunca has dejado de amarla y ansías más que nunca escucharla, sé que la quieres contigo, hermano. No te prives de eso, dale el beneficio de la duda. Tú la amas, eso tiene que ser más fuerte que tu decepción.

- Aarón, yo digo que... ~sus ojos se desvían atrás de mí y susurra una maldición antes de sonreír~ ¡Hola, Kristen!

- Hola chicos ~hace un intento de sonrisa y luego me mira~

   ¿Escuchó todo?

- Bueno, yo me despido, a Cloé no le gusta que duerma tan tarde. Adiós chicos ~Harry cuelga y yo ruedo los ojos~

- Pasen buena noche, adiós ~dice Morgan y cuelga~

En ese mismo segundo me llega un mensaje de él mismo, diciendo que mañana nos reunamos para almorzar.

- ¿Todo bien? ~le digo y ella asiente~

- Sí ~se mete a la cama y se arropa dándome la espalda~

- Kristen yo...

- Buenas noches, Aarón ~sí, efectivamente escucho algo~

No sé que hacer, debería insistir para que hablemos, pero no quiero confirmarle que todavía amo a la madre de mi hija.

Me levanto para dejar la laptop en su lugar, cuelgo la toalla que llevo en el cuello y luego regreso a la cama. Estoy tentado a rodear su cuerpo y pegarla contra el mío para que sienta seguridad, pero ya he sido bastante hipócrita con mis sentimientos estos últimos días.

No quiero alejarla ni herirla, de hecho, la quiero y me gusta, pero Elena... Elena rompe todos mis esquemas, Elena controla cada parte de mi ser desde el primer momento en que la ví en ese club aquella noche.

Elena puede fácilmente hacer que dejé de querer estar con otras mujeres si se lo propone, y quiero dejar esto, de verdad estoy intentándolo, pero simplemente no puedo.

Hubiese sido más fácil que nunca apareciera por muy egoísta que suene, sé que Ella necesita a su madre, pero eso me está desestabilizando a mí. Si no puedo tenerla para mí, me dolerá demasiado solo tenerla como la madre de mi hija.

No quiero la típica relación de compartir a los hijos cada seis meses y navidades rotadas, quiero tenerla todos los meses y todas las navidades junto a nosotros... Creo que debería escucharla.