Valerian perdió a su madre al nacer y su familia siempre la desprecio por ello. El único que la trató con amabilidad fue el príncipe heredero, con quien fue comprometida, pero todo cambió con la llegada de su prima Marlene, quien de inmediato se ganó el cariño de su familia y del príncipe. Esto llevó a Valerian a convertirse en una villana que intentó matar a su prima por celos.
Pero ahora, una nueva alma ha renacido en el cuerpo de Valerian y, con el conocimiento de su desdichado futuro, ella decide alejarse de su familia y romper su compromiso para tener una mejor vida. Pero para su sorpresa, el príncipe heredero, Callisto ha ido por ella y no piensa aceptar la ruptura de su compromiso.
¿Por qué Callisto es insistente con ella? ¿Cuáles serán sus verdaderas intenciones?
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escena 18.
— su falta de respeto ha alcanzado su limite, lejos de ser una señorita de diecinueve años, parece una niña de cinco años que no comprende las cosas.— reclama Callisto.
Ante él, estaba el Marqués de pie, quien había sido citado por el príncipe debido a lo recien acontecido con Marlene y por supuesto, debido a que muchos vieron la escena, tenía que reprender al Marqués.
— lamento lo ocurrido alteza, mis hijos la han malcriado mucho, pero tomaré medidas, solo le pide comprensión, ella creció en el campo y le es difícil adaptarse a la sociedad de la capital.—
— ella tenía catorce cuando la adoptó, ¿cinco años y no ha podido aprender lo básico?, si sigue así, un día su adorada hija hará que le corten la cabeza.— Callisto mira al Marqués con una mirada afilada.
Ante aquella mirada, el Marqués sintió un escalofrío, pues sus palabras habían sido lo suficientemente filosas, ya que sabe que, si Marlene llegase a excederse con su falta de respeto le causaría mayores problemas ante la realeza.
— me aseguraré de que ella sea educada adecuadamente, alteza.— agacha la cabeza haciendo una leve reverencia.
El Marqués sabe que el príncipe puede ser amable, pero si lo provoca demasiado, puede ser igual de vengativo que la reina.
— espero ver resultados en la fiesta de mi madre, porque no tolerare que cause problemas.— le advierte.
— por supuesto majestad, todo saldrá bien.—
Ya con esto, el Marqués se retira, tan pronto sale, deja escapar un pesado suspiro, el ambiente en esa oficina era sofocante, el príncipe podría ser joven, pero tiene esa presencia imponente que posee la descendencia de los dragones de Flame. Mientras camina por los pasillos se detiene repentinamente, la presencia de Valerian lo dejo pasmado, pues por un momento le pareció ver a su amada Dalia cuando era joven y paseaba por los jardines del palacio en compañía de Isabella, la actual reina. Inmediatamente reacciono y camino rápidamente hacía Valerian.
— ahora lo entiendo, tú has sido quien ha hecho todo, ¿no es así?, no te cansas de molestar a Marlene...—
— más bien es Marlene quien no se cansa de humillar a tu familia, Marqués.— responde ella Inmediatamente.
— no, todo esto es tú...—
— es culpa de esa niña maleducada que mantiene en su casa, Marqués.— le interrumpe la reina.
Isabella camina hacía Valerian y se interpone entre ella y el Marqués.
— Dalia estaría tan decepcionada de ver como has tratado a su pequeña, de haber sabido todo antes, jamás habría dejado a la señorita Valerian a su cuidado.— reclama la reina.
— m-majestad...no se que haya dicho Valerian, pero, me temo que ella tiende a mentir.— se defiende.
— yo creo más en ella, en especial viendo lo injusto que es ahora. Quien ha causado problemas es su otra hija, quien le falto al respeto al príncipe y grito antes todos que eran amigos, no es eso lo que una jovencita decente haría.— la responde con molestia.
— ya he hablado de eso con el príncipe y no se preocupe, Marlene recibirá la educación que corresponde.—
— ya se estaba tardando.— sostiene el brazo de Valerian.— espero no cause problemas en mi fiesta o me veré en la necesidad de castigarla.
Dicho esto, la reina se lleva a Valerian, dejando al Marqués sin poder decir nada, solo se quedo ahí furioso por lo sucedido.
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— me disculpo por ese momento incómodo, no sabía que el Marqués había sido citado por su alteza.— se disculpa Valerian.
— ¿no te dijo?, en fin, lo cito para darle una reprimenda por la mala educación de esa jovencita.— y el Marqués debe de agradecer que no este recibiendo azotes por su falta de cortesía, pues en otros reinos son más severos con esos temas.
— eso explica por se fue contra mí, como siempre, soy la culpable de sus males.— deja escapar un suspiro.
— no lo eres, sus males los provoca él mismo al tener a esa jovencita con falta de modales básicos.— la consuela.
Para su edad, carece de educación, aun si viene del campo, siendo una noble, sus padres debieron educarla desde temprana edad, en especial sobre como saludar y dirigirse hacía las personas, porque ni eso sabe al parecer.
— gracias majestad, usted y su alteza han sido muy comprensivos conmigo.— agradece.
Valerian estaba genuinamente agradecida con la reina, al parecer su preocupación por ella era sincera, pero con Callisto, aún no confía del todo, pero, esperará para ver que es lo que tiene preparado para el baile.
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En la mansión Lacaster, el Marqués llegó furioso, se sentía humillado por como lo han tratado en el palacio, y todo porque se la pasan defendiendo a Valerian. Por un momento se tranquilizo, mirando el retrato de una bella mujer rubia y profundos ojos azules que se encontraba en aquella pared de su habitación.
Esta era Dalia, su amada esposa, la única mujer que había amado y la razón por la nunca se había vuelto a casar, aun cuando sus padres le dijeron que sus hijos necesitaban de una figura materna, los ignoró porque nadie merecía el lugar de su amada Dalia.
"Creí que la cuidarías como un verdadero tesoro...me decepcionas, Samuel..." la voz de Dalia resonó en su cabeza y busco por toda la habitación, pero, solo veía como las flores que estaba en su habitación se marchitaban y una sombra baja del retrato formándose la misma imagen de aquella mujer en la pintura.
— D-Dalia...— habla nervioso.
"¿por qué?, ¿por qué no la has cuidado?, lo prometiste...dijiste que ella sería tu tesoro, el tesoro que fue formado por nuestro amor..." su voz sonaba en eco y suplicante.
— ella te mató...ella te arrebató de mi lado...— se excusa.
"¡NO! Yo hice una elección, elegí que ella se quedará, jamás habría podido ser feliz si ella moría...yo la deje para que todos ustedes la protegieran y me han fallado."
La imagen de Dalia se desvanece dejando escuchar un llanto en eco. Mientras que el Marqués se había quedado pasmado por aquella ilusión, no sabía si estaba soñando o si realmente había pasado.
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