El Precio De Los Sueños

Melani en su vida cotidiana en una pequeña ciudad de Ecuador, ella tiene 17 años, vive con su madre, su padre y su hermano menor, la relación con su familia es buena, aunque a menudo hay tensiones debido a las diferencias en cómo ven el futuro de Melani.

Melani.

Desde que tengo uso de razón, siempre me ha fascinado el mundo de la moda, no se trata solo de ropa o maquillaje, es algo más que me hace amar el modelaje, se podría decir que es el poder de transformar a alguien común en una estrella, es tan elegante  que pueda caminar por una pasarela y hacer que todos y todo se detenga a tu alrededor, es como si al pisar el escenario no existiera nada ni nadie solo tú, es como ver al mundo poner sus ojos solo en ti, como una estrella inalcanzable que pueden admirar.

Tengo recuerdos de cuando era pequeña siempre me quedaba pegada al televisor, viendo desfiles de moda y pasarelas, aquellas chicas me parecían tan seguras y elegantes, era como una magia que las envolvía, algo en su interior que las hacía brillar, siempre que la veía quería ser como ellas, sentirme así de especial, ya que en mi vida cotidiana, a veces siento que no encajo, sé que estoy destinada a algo más grande, no quiero pasar mi vida en este pequeño rincón de Ecuador, no tengo ningún futuro aquí, no me ofrece nada.

A veces al caminar por las calles de mi barrio, me imagino que estoy caminando en una gran ciudad, algo así como Nueva York o París, en mi mente se crea una pasarela invisible, que solo yo la puedo ver, los autos, las tiendas, los edificios, todo se pierde, para transformar mi mundo, sé que estoy allí, todos me miran, me admiran, estoy convertida en algo más que una chica normal, por unos momentos, siento que puedo lograrlo, sin importar lo que digan los demás, sé que tengo algo especial, algo que me permitirá alcanzar ese sueño, sé que lo voy a lograr.

Tal vez para muchas personas, ser modelo es solo un capricho, que piensen que es algo superficial, pero para mí, es la oportunidad de escapar de este país al que no pertenezco, de mostrarme a todos que hay más en mí de lo que la ellos piensan, ser modelo no es solo caminar y posar en un evento o pasarela, es más que eso, es tener confianza, saber proyectar una historia sin decir una palabra, se puede decir que es encarnar belleza, fuerza y elegancia, yo quiero demostrarme a mí misma y a todo el mundo que puedo lograrlo, que puedo ser alguien que inspire a otros de una manera correcta, quiero ser admirada.

Pero, no puedo negar que ser modelo también significaría una vida diferente, lejos de mi familia, tendría que viajar, conocer lugares que solo he visto en la televisión , en revistas o en películas, algo demasiado grande, pero quiero una vida donde mis decisiones no estén limitadas por la falta de oportunidades, no  deseo quedarme atrapada en un trabajo que no me gusta, así como mis padres,  haciendo lo mismo cada día, quiero vivir una vida diferente más aventurera, donde cada día sea diferente,  y pueda tener la libertad de ser quien realmente quiero ser.

Para mi ser modelo es como alguna forma de escapar, es una manera de ser libre, talvez la puerta que me llevará a ese mundo que siempre he soñado, y no dejaré que nadie me diga lo contrario.

Mientras Melani soñaba con su gran sueño, entro su madre:

Melani: Mamá, sé que quieres lo mejor para mí, me amas y sé que te preocupas, pero por favor entiéndelo, no es solo el hecho que quiera ser famosa o que quiera usar ropa linda y cara, es algo más allá de eso, cuando veo a esas mujeres desfilando, mostrando su confianza, su poder, siento que yo también podría hacerlo y sé que así es, no quiero quedarme aquí, en este mismo lugar, viviendo una vida que no es para mí, quiero algo más grande, quiero ser una inspiración para las demás personas, ser modelo no es solo un sueño loco, es mi manera de llegar a algo más.

Madre: hay hija, ese mundo no es como tú piensas, es demasiado peligroso, no quiero que nadie te haga daño.

Melani: si mamá lo sé, confía en mí, sé que estoy destinada a algo más grande, sé que hay algo especial para mí allá afuera, lo siento en el alma, algo que no voy a encontrar si me quedo aquí, o quiero hacer lo que todos esperan de mí, tengo que intentarlo, de lo contrario siempre estaré preguntándome por qué no lo intenté.

El barrio de Melani está lleno de  muchos contrastes, sus calles son un poco estrechas, con baches  por el asfalto roto, pero siempre están llenas de vida, se observa las casas como se alinean de forma irregular, algunas están pintadas en colores vivos como amarillo, azul o verde, pero muchas con la pintura desgastada por el sol y la humedad, esto deja ver el concreto debajo, las fachadas de algunas casas tienen murales caseros hechos con dibujos de los niños que reflejan el día a día del vecindario, en las calles cuelgan cables eléctricos como enredaderas, se ven como líneas desordenadas en el cielo.

En la esquina de la calle principal está la tienda de don Mateo, este tiene un pequeño negocio que está pintado de un color rojo vivo, con un gran letrero de anuncios varios sobre la puerta, aquí es el punto de encuentro del barrio, es donde los vecinos compran sus provisiones diarias o se dedican a pasar el tiempo conversando, el olor  del pan recién horneado de la panadería  que está cerca se mezcla con el aroma a tierra mojada cuando llueve, esto crea una sensación familiar y muy acogedora, las veces que no llueve se siente el aroma de los árboles que tienen en la mayoría de los patios de las casas.