Lucia y Marcos viven en distintos continentes, un desamor los unió. Ahora habrá que ver si triunfa el amor pese a la diferencia de edad, la distancia y esa loca obsesión por querer ser solo amigos.
Puede aquellos sentimientos nacidos por el dolor, aguantar contra aquello que pueda derrumbar su relación...¿Aun si aquello implica también enfrentarse a la edad?
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Capítulo 22 (Lucia y Marcos- 19 de noviembre)
Lucia tiraba del enorme brazo de Marcos, mientras él hacia retranca con un paso lento.
- ¡Vamos! ¿Qué esperas? Esto te va a encantar- le dijo ella con una gran sonrisa en su rostro.
Al llegar a la vereda de laja que rodeaba la casa y antes de pasar al patio trasero, el gigante detuvo su andar,
lo cual hizo que Lucia girara a verlo.
- ¿Qué pasa? ¿No quieres ir? - le pregunto sorprendida
Marcos que la observaba sin pestañear le sonrió pícaramente mientras le murmuro muy bajo
-Qué demonios haces mujer que mi piel se eriza cuando tú sonríes-
Lucia, al no poder escuchar lo que este dijo, dejo de tirar de su mano e intento acercarse a Marcos, quien, en un acto reflejo, retrocedió levemente.
- ¿Quieres volver? - quiso saber la mujer sin entender nada de lo que estaba pasando.
Quizás el vino estaba teniendo un efecto diferente en ambos. A Lucia la había vuelto más desestructurada y
alegre, mientras que Marcos había perdido su papel de seductor para encontrarse con el de seducido.
- ¿No te sientes bien? ¿Quieres volver? - volvió a preguntarle Lucia\, que ahora lo observaba un tanto preocupada.
-Para nada- Le contesto el adonis y tomándola por la cintura la cargo en su hombro llevándola rumbo al patio
trasero.
Luego de pasar entre unos arbustos frutales que tenían pocos años de vida, Marcos dejo en el suelo a Lucia y volvió a tomar su mano.
-Es por acá- le dijo ella y se dirigieron hacia una pequeña lomada.
La luna estaba medianamente grande e iluminaba todo el campo, a unos metros una laguna hacía de espejo al
brillante cielo y a su alrededor varios cerezos en flor le daban un marco celestial.
-Realmente esto es un verdadero tesoro- dijo Marcos sin dejar de contemplar aquel paisaje que parecía extraído
de un cuadro oriental.
-Has visto ¿Qué te he dicho? Te iba a encantar- agrego Lucia que también miraba aquella belleza deslumbrante. -
Esto es una enorme cava.
- ¿Y eso que sería? –Quiso saber aquel hombre que\, aunque había recorrido gran parte del mundo\, no sabía muy
bien a que se refería Lucia.
-Hace mucho tiempo- Comenzó a relatar la mujer- Aquí existió una cordillera, con el desgaste del viento y las lluvias quedaron las sierras que ahora nos rodean. Cuando llego el hombre con sus adelantos trajo con él las canteras y destruyeron mucho en su andar. Lo que ahora estás viendo es un enorme hoyo que quedo de sacar las piedras tan valiosas. Cuando el padre de Mateo compro estas tierras planto a su alrededor árboles frutales, hay cerezos, manzanos, higueras, nísperos, ciruelos y algunos cítricos también. Hoy en día, cuando todo esto da frutos, Mateo y Ramón los cosechan y los reparten en los comedores de la ciudad. En el segundo fin de semana de diciembre ellos organizan un almuerzo, donde acuden las personas más adineradas de la región y gran parte de los ciudadanos. Estos ayudan a cosechar lo que ya está maduro. Es una fiesta realmente hermosa y dura todo el día y parte de la noche. Este año, tal vez, estés aquí y puedas participar
- ¿En verdad hacen eso? Es maravilloso- Le contesto el adonis que aún seguía mirando aquella inmensidad.
- ¿Vas a estar? - Quiso saber Lucia y sintió un escalofrió recorrer su espalda. En realidad\, tuvo miedo de que aquel hombre le dijera que no\, que se iría ahora que había llegado su amigo. Pero el alma le volvió al cuerpo cuando vio los ojos de Marcos y aquella sonrisa dulce que solía hacer de medio lado.
-No me lo perdería por nada en el mundo- Le contesto y rodeando su cuello con uno de sus fuertes brazos la trajo
hacia él y beso su cabeza.
Fue un acto espontaneo de afecto, de cariño fraternal, que a Lucia la hizo sentí muy bien, pero al mismo tiempo
la alejo de toda ilusión que hubiera podido crear mediante aquella relación.
Unos minutos más tarde, volvieron donde se encontraba el resto.
Al llegar, el ambiente no era el mismo, había miradas extrañas y muy poco alboroto.
- ¿Qué sucedió aquí? – Pregunto Marcos antes de volver a tomar asiento.
Como si estuviera ensayado, todos al unísono, contestaron
- “NADA”
-Claro que si- Continúo observando el galán- Aquí sucedió algo, sino porque están tan callados.
Charly extendió su mano para alcanzar la botella de vino y sin mirar a su amigo murmuro por lo bajo
-Les conté de nuestra charla-
Marcos acomodo su espalda en una cómoda reposera de madera de cedro y cruzo los brazos sobre su pecho. No dijo nada, mientras pasaba su dura mirada sobre cada uno de los que estaban allí. Como si fueran niños pequeños luego de hacer una travesura, ninguno levanto la vista.
- ¿Qué sucede? - quiso saber Lucia\, al fin y al cabo\, era la única que había quedado sin la información.
Pero nadie se animó a hablar.
El adonis movió su cabeza para relajarse y, después de un largo suspiro, miro a Lucia y le dijo
-Charly cree… que Priscia hizo todo esto para que yo anule el contrato matrimonial. También me contó que estuvo dando muchas entrevistas donde me deja como el malo de la película. Y… por último y no menos importante, piensa que en breve la tendremos por estos lares buscando la reconciliación.
-Además Tuiteo que no puede olvidarlo y que Él es y será el amor de su vida- se apresuró en agregar Ramón,
mostrando a Lucia la pantalla de su celular donde se encontraba aquella información.
-Es una maldita yegua loca retorcida- dio su parecer Gabriel mientras se ponía de pie y se dirigía a sacar de una conservadora otra botella.
-Una toxica despiadada- agrego Mateo apoyado sobre la mesa con la mirada perdida en la nada, como queriendo
sacar alguna conclusión de todo aquello.
-Hay que comer el postre- dijo Brisa en voz alta, casi gritando.
Este comentario hizo que todos volvieran hacia ella.
-El azúcar despierta nuestras neuronas y estas liberan dopamina… el azúcar me ayuda a pensar… - siguió
diciendo- Si comemos el postre podremos pensar una dulce y deliciosa manera de vengar a Marcos…- y culmino levantando su copa y gritando- ¿ESTÁN CONMIGO?
A lo cual la manada completa no dudó ni un instante y levantando sus copas dieron gritos de aprobación.
deja mucho esperando /Right Bah!/