**Alexa** es una joven soñadora, inquieta y de alma libre, siempre anhelando encontrar el verdadero amor. Para ella, ese amor es como una burbuja que flota en los cielos, un refugio que le brinda seguridad y confianza, un lazo tan fuerte que no permite distancias entre almas gemelas. Sin embargo, su mundo idílico se ve sacudido por la llegada de **Sergio Méndez**, un hombre misterioso y arrogante que desconfía del amor y desafía todas sus creencias. A medida que Alexa se adentra en este torbellino emocional, comenzará a cuestionar la existencia del amor verdadero. ¿Logrará Alexa mantener su fe en los sueños del corazón, o se dejará arrastrar por la dura realidad que Sergio representa? La batalla entre el idealismo y el escepticismo está a punto de comenzar.
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Capitulo V Planes
Al día siguiente Alexa se despertó muy temprano, sus planes eran salir a buscar trabajo y tratar de estar lo menos posible en esa casa. Mientras menos tiempo este en la casa, menos sería el riesgo de encontrarse con Sergio.
Bajo las escaleras y encontró a su madre limpiando la decoración que había en una mesa de centro. Miranda se encontraba sobre sus rodillas y con mucho cuidado le pasaba una mota a uno de los adornos. Ver a su madre en esa posición le partió el corazón, la tristeza se adueñó de su ser y las lágrimas amenazaban con salir. Desde la escalera vio que Sergio había llegado a la casa y con aires de superioridad le hablo a Miranda.
"¿Dónde está mi madre?", pregunto Sergio, parecía molesto.
"La señora aún no ha bajado, joven", respondió Miranda sin atreverse a mirar a los ojos a Sergio.
"Sírveme un café, la voy a esperar", dijo Sergio sentándose y subiendo sus pies en la mesa que Miranda acababa de limpiar.
Esa acción hizo que Alexa le hirviera la sangre y sin poder contener su ira, enfrentó a Sergio.
"¿Acaso no te diste cuenta de que esa mesa la acaban de limpiar?", dijo Alexa con voz firme.
"¿Eres tú?, ¿qué estás haciendo en casa de mis padres?", pregunto Sergio confundido.
"Señor, disculpe a mi hija. Alexa amor ve con tu padre", intervino Miranda temiendo lo que Sergio pudiera hacerle.
"¡Alexa!", exclamó Sergio mirándola de arriba abajo.
"Si, Alexa, ¿tienes algún problema con eso?", respondió la joven retando a Sergio.
"Es increíble cómo has crecido, no te había reconocido", respondió Sergio aún en trance.
"Hija por favor, ve con tu padre", pidió Miranda mostrando su desesperación.
"No mamá, no te voy a dejar sola con este, señor", respondió Alexa retando a Sergio con la mirada.
"Tranquila, no me interesa hacer nada con tu mamá", respondió Sergio mostrando una sonrisa pícara.
Miranda había visto la mirada que le estaba echando Sergio a su hija, eso la lleno de temor, ya que era bien conocido en el país lo mujeriego que era Sergio y que una vez obtenía lo que quería de las mujeres a las que seducía, simplemente las despachaba. En ese momento Miranda estaba experimentando el miedo más profundo que cualquier madre podría sentir, estaba angustiada, desesperada y el pensar en su hija siendo envuelta y sufriendo por ese hombre la llenaba de frustración.
"Mamá, voy a salir a buscar trabajo, no creo volver temprano. Cuídate y cuida de mi papá y no permitas que nadie los humille", le dijo Alexa estás palabras a su madre mirando fijamente a Sergio.
Alexa salió de la mansión preocupada por sus padres, temía que Sergio se vengara de ellos por lo ocurrido la otra noche. Angustiada por lo que les pudiera pasar a sus papás, salió determinada a encontrar un trabajo.
Mientras tanto en la mansión Méndez, Sergio ignoro completamente a Miranda y fue en busca de su madre. Él había planeado algo y necesitaba la ayuda de Ágata para llevarlo a cabo.
"Ágata, ¿se puede pasar?", pregunto Sergio abriendo un poco la puerta de la habitación de su madre.
"Claro hijo, ya iba a bajar, pero ven, pasa", respondió Ágata dándose los últimos retoques a su maquillaje.
"Veo que ya te estás preparando para salir", comento Sergio besando en la mejilla a su mamá.
"Así es, hoy tengo un evento de caridad en la mañana", respondió Ágata mirándose al espejo.
"No te quitaré mucho tiempo, sabes que nunca te he pedido nada, pero ahora necesito un favor tuyo", dijo Sergio mirando a su madre con seriedad.
"Claro hijo, sabes que puedes contar conmigo", contestó la mujer sonriendo.
"Ya sé que la hija de la sirvienta regreso y que además está buscando trabajo", manifestó Sergio sentándose en el pequeño sofá en la habitación de su madre.
"Así es, Alexa regreso hace dos días y por lo que se anda en busca de trabajo, ¿pero y eso que tiene que ver contigo?", pregunto Ágata sintiendo una emoción en su pecho.
"Mi asistente renuncio, así que pensé en ella, es decir, puede ser mi asistente", respondió Sergio yéndose por las ramas.
"Me parece perfecto, además ella estudió diseño de modas y estando en la empresa puede aprender mucho más", contesto Ágata con una sonrisa.
"Ok, mamá entonces ya no te quito más tu tiempo, trata de convencerla de que acepte mi propuesta", comento Sergio besando nuevamente la mejilla de su madre y saliendo de la mansión.
Ahora él tenía que hacer su trabajo también, hablaría con otras empresas para que nadie le diera trabajo, tenía que cercarla completamente hasta que no le quedará otra opción que trabajar para él y con su poder lo iba a lograr.
Mientras tanto Alexa estaba positiva ante el hecho de conseguir un buen trabajo, sin saber los planes que se estaban tejiendo en torno a ella. Iba de empresa en empresa dejando su hoja de vida, aunque siempre le decían que no estaban buscando empelados nuevos o que si necesitaban pero con experiencia, ella no perdía la esperanza de encontrar algo bueno.
Después de un día entero dejando hojas de vida, el cansancio la había vencido y regreso a la mansión agotada.
"Querida que bueno regresaste, quiero hablar contigo", la abordo Ágata apenas la vio entrar.
"Buenas tardes, señora. Si claro, dígame en qué puedo ayudarla", dijo Alexa con gentileza.
"Vayamos al estudio, es algo de trabajo y debemos tener privacidad", respondió Ágata arrastrando a Alexa al estudio.
El corazón de Alexa se contrajo al imaginar lo que Ágata le quería decir, ella presentía que Ágata quería ofrecerle trabajo, pero ella no quería trabajar para los Méndez, era hora de independizarse de esa familia.
"Como ya te había dicho, no es necesario que andes dando vueltas por la ciudad buscando trabajo, en la empresa familiar estariamos felices de que trabajarás con nosotros", explico Ágata con una mirada fría y una sonrisa de medio lado en sus labios.
"Y le estoy muy agradecida por su propuesta, pero me gustaría conseguir trabajo por mí misma, no me vaya a mal entender, es solo que ya hemos abusado mucho de su gentileza", respondió Alexa con firmeza.
"Nosotros solo contratamos personas de buen perfil, no te estoy ofreciendo trabajo por caridad, se que tienes potencial y por eso te quiero en mi equipo de trabajo", manifestó Ágata con tono de molestia en su voz.
"Lo siento señora Ágata, no es mi intención hacerla molestar, déjeme pensarlo, por favor", respondió Alexa antes de salir del estudio.
Ella sabía que si aceptaba trabajar con esa familia, nunca se iba a poder librar e independizarse de ellos, iba a dejar que las cosas fluyeran y esperaba que la llamarán de una de esas empresas donde entrego su hoja de vida.