Un Amor Inesperado

Este fin de semana todo se echó a perder. No esperaba que Johanna me viese con Ana, ni que mi hija se escapara de fiesta y mucho menos que mi hijo quisiera volver con su mamá.

Mi nivel de frustración es enorme. Ana al enterarse qué me estoy divorciando comenzó a insistir en que formalicemos la relación y eso no me conviene.

En un principio el hecho de que Luisito volviera a casa con Johanna me hizo pensar que estoy perdiendo el control, una vez que lo he analizado me doy cuenta de que es lo contrario.

Mientras mi hijo esté con ella, no tendrá tiempo para salir con ese tipo y además el niño me puede informar lo que suceda y eso juega a mi favor.

Quedarme con la adolescente problemática no me gusta, su actitud me dará muchos dolores de cabeza.

También debo lidiar con mis padres, ellos ignoran qué mi esposa pidió el divorcio. Mi padre está muy interesado en mi carrera política y esto no le va a gustar.

Dentro del partido, ser un hombre divorciado va a reducir mis probabilidades de contender en alguna de las candidaturas.

A Mariela no le gustó qué su hermano volviese con su mamá y para colmo debo de buscarle una niñera porque ya no puedo confiar en ella.

Su rebeldía está poniendo en riesgo su integridad y el buen apellido de mi familia.

Demasiadas cosas por resolver en muy poco tiempo. Sin contar qué mi fin de semana se fue a la basura. Ana regresa a Ciudad de México el lunes y ya no será posible vernos.

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Lusito se instala de nuevo en su habitación, me gusta tenerlo aquí. Le envió un mensaje a Antonio para cancelar la comida.

📲 Hola, Antonio. No será posible que vayamos a comer mañana cono lo habíamos planeado. Lo lamento, mi hijo está de vuelta en casa y quiero pasar tiempo de calidad con él.

La respuesta no se hace esperar.

📲 Hola, Johanna. No voy a mentirte, deseaba mucho verte y pasar tiempo contigo, pero entiendo que tus hijos son primero. Ya llegará el momento adecuado para nosotros.

📲 También quería verte y agradezco que entiendas la situación. Mi hijo va a estar viviendo conmigo de nuevo y confío en que mi hija también regrese. Eso va a complicar mis tiempos entre semana y debes saberlo.

📲 Te repito que estoy dispuesto a esperar. Lo que vale la pena tarda en llegar.

📲 Los fines de semana Luisito la pasará con su papá.

📲 Eso quiere decir que el próximo fin de semana podemos salir.

📲 Sí, es muy probable.

📲 Perfecto y entre semana puedo verte en la cafetería.

📲 Ahí estoy trabajando.

📲 Me conformo con verte.

📲 Eres muy lindo.

📲 Tú eres hermosa.

📲 Prometí qué llevaría a mi hijo al cine. ¿Nos escribimos más tarde?

📲 Claro, diviértanse.

Daniela me llama, anoche solo le avisé qué ya Mariela estaba con su papá y yo en casa. No entre en más detalles. Le cuento como sucedieron las cosas y que ya Luisito está conmigo y de nuestros planes para esta tarde.

Propone acompañarnos y claro que acepto. Ya en la plaza comercial decidimos primero pasar a comer, obviamente en un lugar donde mi hijo pueda jugar y divertirse.

- Vaya tino de tu hija, te echó a perder la noche y por lo que vi pintaba para terminar "muy bien".

- Ni me recuerdes, que vergüenza. A mi edad y dando esos espectáculos.

- Besarse no es dar un espectáculo y nadie de los ahí presentes estaba vigilando lo que hacían. Bueno, solo yo.

- Eres todo un caso, amiga. De verdad me preocupe mucho por Mariela, debiste ver el estado en el qué estaba.

- Me lo imagino y seguramente se comporto grosera contigo.

- Así fue. Afortunadamente, Luisito estaba dormido y no se dio cuenta de nada.

- ¿Y qué castigo le impusieron a tu querida adolescente?

- Su papá le quito el celular, no tiene permiso para salir con las amigas y el uso de la computadora será restringido.

- Ya vieron que no necesita permiso para salir, supongo que Enrique buscara a alguien que se encargue de ella cuando él no esté.

- Eso espero.

- Por cierto, ya no te pregunté por la mujer que estaba con él.

- Es una mujer más joven y bastante guapa.

- ¿Insistió en darte una explicación?

- Sí, más no le di oportunidad. En realidad no me importa la relación que tenga con ella. Para mí mejor si decide tener una relación, así me dejaría en paz.

- Y con Antonio, ¿en qué quedaron?

- Vamos a conocernos y ver que sucede.

- Después de lo que vi anoche, estoy segura que van a suceder muchas cosas.

- Shhh, ahí viene Luisito.

- ¿Ya podemos ir al cine, mamá?

- Claro, cariño. Vamos.

- Cada día estás más grande mi niño- le expresa Daniela.

- Te extraño, tía. Ya casi no vas a la casa.

- Prometo que nos vamos a ver más seguido. De vez en cuando puedo ir por ti y llevarte a pasear, así le damos un descanso a tu mami- me guiña un ojo en señal de complicidad.

- ¡Sii!- grita mi hijo emocionado- podemos ir a patinar. Mamá se pone muy nerviosa y no me deja divertirme.

- Perfecto, lo haremos muy pronto.

Vemos la película, al salir nos despedimos. Las chicas me envían el reporte de ventas de la cafetería, fue un muy buen día.

Los días pasan y llega el viernes, Enrique viene por nuestro hijo para que pase el fin de semana con él.

No pierde la oportunidad de pedirme que reconsidere el divorcio, ya no discuto con él y me limito a no dar una respuesta.

Mariela sigue sin hablarme y aparentemente lleva bien su castigo. Seguramente su papá va a desistir y pronto recuperará sus privilegios.

El día que he estado esperando llega, es sábado y saldré a comer con Antonio.

Trabajo medio día en la cafetería y me voy a casa a prepararme. No puedo decidir que usar, mi amiga llega a mi rescate y trae con ella una falda hermosa, combinada con una blusa blanca y entre las dos escogemos los accesorios.

- Sabía que ibas a estar en problemas.



Me ducho y arreglo mi cabello y mi maquillaje.

- ¿A dónde van a ir?

- No lo sé aún, Antonio va a mandarme la ubicación en un rato.

- Por favor olvida todos tus prejuicios y pásala bien.

- Lo intentaré.

Llega el mensaje con la ubicación y sé que en esa zona no hay ningún restaurante que yo conozca. Le muestro a mi amiga.

- Umm, es la dirección de su apartamento.

- ¡¿Qué?! No pienso ir a su apartamento en la primera cita.

- Relájate, respira. Piensa que mientras firmas el divorcio lo mejor es que no se dejen ver en público para evitar las habladurías qué tanto te preocupan. Seguramente él pensó en eso y decidió invitarte a su apartamento.

- Tal vez tengas razón.

- Además, ambos son adultos. No va a pasar nada que no quieran.

- ¡Cállate, Daniela! Me pones más nerviosa.

- Uy, eso quiere decir que sí has pensado en hacer "cositas" con Antonio.

- Claro que no- el color de mis mejillas me delata- bueno, un poco.

- No sé por qué te avergüenzas, después de tantos años de abstinencia es justo y necesario.

- No voy a tener sexo en la primera cita, olvídalo.

- ¿Y por qué no? Yo lo he hecho.

- Tú porque eres una descarada.

- Insisto en que te hace falta un poco de mi descaro.

- Mejor dime si me veo bien.

- Claro, luces hermosa. Toma tu bolso y ya vete.

Subo a mi auto y pongo el GPS, estoy muy nerviosa y no quiero perderme. Llego, estaciono y le envió un mensaje para avisarle que estoy abajo. Me quedo en el auto esperando respuesta.