Amor Entre Mafias

Melissa no podía ocultar lo furiosa que se encontraba. Durante gran parte del camino a la villa de César, ella guardó silencio, sus ojos marrones estaban clavados fuera del auto.

Todo era mejor que ver a César a su lado... Esa actitud de Melissa hizo enojar más a César, mirando de reojo a la chica, y dijo.

______ No has dicho ni una sola palabra en todo el camino...

Melissa desvió solo un poco sus ojos, mirando a César concentrado en la carretera.

_____ ¿Qué quieres que te diga? ¿No se nota la felicidad en mi rostro? Estoy inmensamente feliz de haberme casado con un mentiroso.

César solo apretó un poco el volante.

______ Aunque ahora no lo entiendas. Este matrimonio es beneficioso para ti como para mí. Ya lo comprenderás con el tiempo. _____ Insistió César.

______ ¿Para mí? No se equivoque, señor Escobedo. Este matrimonio, únicamente, lo beneficia usted. Yo solo soy un objeto, al cual va a usar para sus beneficios, no para los míos, y para los de su organización.

______ No soy tan tonta como usted piensa, Señor Escobedo. He visto demasiadas cosas durante toda mi vida.

Melissa apretó sus puños con discreción. Inesperadamente, César en freno el auto. Eso provoco que Melissa se sacuda con violencia.

César estiró su mano, agarrando el mentón de la chica. La obligó a verlo a los ojos, y dijo.

______ Voy a dejar unas cosas en claro. Nuestro matrimonio será como cualquier otro, dormiremos juntos, y viviremos como una pareja normal... Vamos a tener hijos, lo quieras o no. Señorita Ghop.

Las palabras de César se escucharon como una advertencia para Melissa. La chica levantó su mano, y se sacudió la mano de su esposo, para continuar diciendo.

______ ¿Quiere obligarme a ser su mujer? Lamento desilusionarlo, usted se atreve a ponerme una mano encima y le juro que lo mato...

La mirada dulce de Melissa cambió completamente. Ahora era fría como un témpano de hielo.

César volvió a encender el motor del auto, y piso el acelerador hasta el fondo. Al llegar a la villa de César.

Melissa se quedó impresionada por el diseño tan hermoso y único de la Villa. Parecía que la sacaron de un cuento de hadas.

_____ Es hermosa. ______ Melissa no logró evitar halagar la villa de César.

_______ De ahora en adelante, esta Villa será tu hogar... _____ César bajó del auto, dio vuelta al coche para abrirle la puerta a Melissa.

Melissa colocó su mano encima de la mano de César... Descendió lentamente del auto, mirando cada pequeño detalle de la lujosa mansión de su esposo.

El aire fresco de las montañas, golpeaba suavemente el rostro de la chica. Una enorme sonrisa apareció en los labios de Melissa, soltó la mano de César y se apresuró a caminar al interior de la villa.

Moría por ver como era por dentro.

______¡MELISSA, ESPERA!

La chica entró casi corriendo, era hermosa por dentro. Ese color negro, hacía darle un misterio cautivarte a la villa.

Melissa se detuvo en el vestíbulo admirando, el interior de la villa... César se acercó a la chica, envolviendo con sus brazos el cuerpo de su esposa.

_______ Y eso que nos visto nuestra habitación. Es mil veces más hermosa. _____ César le susurró al oído a Melissa.

De inmediato, la piel de la chica se erizó al sentir tan cerca a César de ella. Trató de alejarse, pero las manos fuertes de César, la mantenían bien agarrada a él.

______ Quiero una habitación para mí sola. No voy a compartir nada contigo. _____ Respondió Melissa, negándose a dormir en la misma cama que su esposo.

_______ No hice una pregunta... Tú vas a dormir en mi cama a partir de ahora.

César giró el cuerpo de Melissa, colocó su mano en la nuca de la chica, y besó sus labios. Como si fuera un castigo para ella.

La chica golpeó débilmente la espalda de César con sus puños, al ver que no le hacía casi nada, levantó su rodilla y la estrelló en medio de las piernas de César, logrando que él la soltara.

César llevó sus dos manos en su parte íntima, y cayó de rodillas delante de la chica... Por instinto, Melissa dio varios pasos hacia atrás, observando a César sufrir de dolor.

_______ No me vuelvas a intentar tocar sin mi autorización... La próxima vez, no pienso golpearte con tanta delicadeza.

Melissa se dio la vuelta y salió corriendo de ahí, subió las escaleras y entró a una de las habitaciones. Al cerrar la puerta, recargó su cuerpo contra ella, llevó sus manos a su cara, u luego las paso por su cabello.

Lentamente, sus lágrimas caían por sus mejillas, su respiración era agitada, como su hubiera corrido demasiado.

En la parte de abajo de la mansión, César se arrastró hasta el sofá. En donde se sentó para poder aliviar un poco el dolor ahí abajo.

Al entrar Teo, lo primero que miró fue a César colorado, y las venas de su frente notarías. Enseguida, se acercó a él, y preguntó.

______ Señor César, ¿Le sucede algo?

_____ Trae una bolsa de hielo, ¡YA!

Teo se dio la vuelta y corrió a la cocina. Rápidamente, agarró una bolsa de hielo y se lo llevó a César...

____ Señor, aquí tiene la bolsa.

César tomó la bolsa y la colocó en medio de sus piernas. Inmediatamente, sintió un alivio... El dolor fue pasando poco a poco hasta desaparecer casi por completo.

______ Nunca me imaginé que dentro de ese pequeño cuerpo cabía tanta fuerza...

______ Señor, tenga cuidado de esa niña. Es la hija menor de Samuel Ghop, por lo cual, ha heredado su carácter... _______ Le advirtió Teo.

César se puso de pie, y caminó hacia las escaleras. Esperaba que Melissa se hubiera equivocado de habitación, y haya entrado a la de él.