Victoria fue la princesa más joven de Umbra, ella guiaba a las tropas de su imperio durante la guerra contra los lycan.
Gracias a ella, Umbra tenía la ventaja en la guerra, sus estrategias y sus grandes habilidades en combate casi logran que los humanos ganen en contra de los lycan. Pero, algo pasó, ella fue acusada falsamente de traición y encerrada en una sucia celda hasta morir.
Su última deseo fue, que alguien tomará venganza en contra de quienes la traicionaron y es así como el alma de otro mundo, ocupó su cuerpo, despertando antes del inicio de su caída, ella al saber lo que pasará, cambiará todo a su favor y si planean acusarla de traición, entonces así será, ella los traicionara y unirá fuerzas con el peor enemigo de su imperio. Los lycan.
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Capítulo 13.
Victoria le deja seguir con el beso, sintiendo como sus leng*as se entrelazan entre si, ahogando sus jadeos, su respiración se hacía agitada y en cuestión de segundos, Wolfram la tenía contra un árbol, la falda de su vestido estaba levantada y el lobo se movía con frenesí dentro de ella. Le sostiene la pierna mientras empuja dando estocadas profundas, causando que Victoria deje escapar un par de jadeos, no hace mucho que lo hicieron, pero ahí estaban de nuevo, ella se dejaba llevar por la atracción que sentía por el lycan.
Wolfram se estremece al sentirse envuelto en su interior, moviéndose con rudeza, mientras la sostiene con firmeza de la cintura.
— si me enteró que te has casado, yo mismo le corto el cuello a ese hombre delante de ti.— susurra al oído de Victoria.
No piensa permitir que nadie más toque a su mujer, la vampiresa es suya ahora, su instinto posesivo era difícil de controlar, por no decir imposible.
— eso es algo que quisiera ver, me casaría con tal de ver, que eres capaz de hacer por mí...— responde con una voz agitada.
Victoria escucha un gruñido del lycan y este empuja con mas frenesí dentro suyo, la sostiene con firmeza dando un par de estocadas profundas y bruscas hasta que ambos alcanzan el clím*x. Wolfram se deja caer de rodillas con Victoria sobre su regazo, ambos respirando con agitación.
— usa las estrategias que te di, ganaremos y Umbra será nuestra.— Victoria estaba decidida a destruir a la familia imperial y tomar el trono.
Wolfram solo asiente, pero la tira sobre el pasto, volviendo a iniciar un beso fogoso, mientras se mueve nuevamente entre las piernas de la chica.
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Por otro lado, en la oscuridad de los pasillos de un palacio, un grupo de hombres caminan con prisa hasta llegar a una enorme puerta doble, estas se abren y el grupo de hombres entran. Al estar frente a un hombre que les daba la espalda, ellos hacen una reverencia y el mayor del grupo es quien levanta la mirada.
— majestad, la hemos encontrado, sabemos donde esta princesa.— informa el mayor.
La persona que les daba la espalda voltea, dejando ver a un atractivo hombre de cabellera negra, ojos rojos que mostraban una expresión preocupada, aunque eso no evitaba que su presencia fuera imponente.
—¿están seguro que es ella?, la última vez fue solo una farsa...— toma asiento mientras deja ver una expresión afligida.
— esta vez estamos seguros que es ella.— mira a sus compañeros.— esta en Umbra...el emperador humano la tiene luchando en su guerra.
Los hombres se sobresaltan cuando aquel hombre tras el escritorio golpea el mueble molesto, casi rompiéndolo.
—¡ese maldito humano!, ¿como se atreve?, no solo mató a mi madre, se robo a mi hermana para hacerla pelear en sus guerras...— estaba totalmente frustrado.— envíen un mensaje al emperador Wolfram, esos malditos humanos no saben lo que les espera.
— si majestad, enseguida cumpliremos sus órdenes.—
El grupo de vampiros sale de aquella oficina para poder ir a cumplir la misión que se les ha dado, mientras que el hombre en la oficina, se pone de pie ante el retrato de dos personas, un hombre de cabello rubio y ojos rojos, a su lado, hay una hermosa mujer de cabellera oscura, aunque sus ojos también eran rojos, una característica que los distingue como vampiros.
— madre, padre, creo que al fin la he encontrado y quien se la llevó pagará con su vida por haberla arrebatado de tus brazos, madre.— el chico toca con delicadeza aquella pintura.
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Hace veinte años, los emperadores de Mist, el imperio vampiro, salieron de su imperio, iban a una reunión con el imperio de las hadas, para firmar el tratado de paz, ese que se renovaba cada cinco años, pero, durante su regreso, en la frontera de los imperios, el carruaje de los emperadores fue atacado, era un grupo rebelde de vampiros, estos no estaban de acuerdo con la forma de gobernar del emperador vampiro, así que se dio una feroz batalla en la que el emperador perdió la vida y la emperatriz, con una bebé de un año en brazos, lucho con todas sus fuerzas hasta que logro escapar, aunque mal herida huyo sin parar y se desmayó a la salida del bosque con el bebé en brazos.
Justo cuando despertó, un grupo de personas pasaban por ahí, así que ella pidió ayuda, dijo que era de Mist y que necesitaba ayuda para volver, pero, aunque se compadecieron de ella, el líder de esas tropas aprovecho la noche para entrar al carruaje en el cual habían dejado descansar a la vampiresa con su hija, ahí, él aprovecho que estaba herida, le corto la cabeza y tomo a la bebé, llevándosela con él con la idea de que ella, algún día podría serle útil. Cuando las tropas de Mist finalmente encontraron a la emperatriz, el príncipe supo que su hermana podría estar viva y quien mató a su madre, debe de ser quien se la llevó. Así durante esos veinte años, el príncipe no se rinde, sabe que encontrará a su hermana y cuando lo haga, también dará con quien asesino a su madre.
El príncipe sale de su oficina para poder ir a descansar, sabe que pronto tendrá que viajar cuando sus mensajeros regresen. Y si ese emperador humano tiene a su hermana, no descansará hasta traerla a su hogar y al emperador, le hará lo mismo que le hizo a su madre, para después tirarlo en lo profundo del bosque para que sea devorado por alimañas.
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Tras un largo viaje, Victoria ha llegado al palacio, siendo llevada de inmediato en presencia del emperador en una sala privada, donde Axel y su padre estaban presentes. Ambos se pone de pie haciendo una reverencia la cual corresponde Victoria, los dos hombres toma asiento de nuevo, mientras que Victoria permanece de pie, esperando a que el emperador hable.
— te he pedido volver porque ha llegado el momento, quiero anunciar públicamente el compromiso entre tú y el joven duque Axel.— habla el emperador.
— ¿por eso me ha hecho venir majestad?, creí que tenía algo le había pasado, pero el anuncio pudo hacerlo sin mi presencia.— responde con firmeza Victoria.
El emperador frunce los labios ante la respuesta de su hija, mientras que el duque Dagger se siente indignado. Axel se levanta para dar unos paso cerca de Victoria.
— alteza, se que esto es repentino, pero prometo que seré un buen compañero para usted, daré lo mejor de mi para hacerla feliz.— Axel trata de mostrarse amable.
— el joven duque es la mejor opción, hija mía, no solo será el compromiso que anunciaremos, también te anunciare como mi sucesora.— explica el emperador.
— pero padre, no entiende, no puedo aceptar este matrimonio, no cuando el joven duque y mi hermana se aman.— Victoria deja ver una expresión preocupada.
Ante las palabras de Victoria, Axel se sobresalta, mientras que el emperador frunce el entrecejo mirando al duque Dagger quien se niega con la cabeza asegurando que no sabe nada.
— alteza, creo que cometido un error...su hermana y yo, solo somos conocidos de la infancia. Yo estoy más que feliz se casarme con usted.— sostiene la mano de Victoria.
— no puedo aceptar, majestad...mi hermana no quiero que mi hermana me odie por casarme con el hombre que ella ama.— Victoria aparta de la mano del agarre de Axel.
— majestad, yo no sabía de los sentimientos de la princesa Lethia, le juro que entre ella y yo, solo existe un trato amistoso.— Axel intenta convencer al emperador.
— majestad, mi hijo tiene razón, si la princesa Lethia esta enamorada de él, no puede evitarse, pero, ya hemos pactado este compromiso.— habla con nerviosismo.
El emperador se queda pensando, pero sabe que el duque tiene razón, entre la nobleza no pueden detenerse a pensar en los sentimientos, lo que importa es el beneficio que se obtiene con el matrimonio y el beneficio que este le dará, será tener bajo su mando a la legión del ducado Dagger.
— le doy la razón al duque. Victoria, en este momento lo que menos importa son los sentimientos, estoy seguro que Lethia entenderá eso y con el tiempo, el joven duque y tú, se entenderán, ya que serán los próximos gobernantes.— afirma el emperador.
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