La Reencarnación De La Princesa

Cuando Jhon volvió, se encontró con otro marinero en la puerta.

- Capitán, no podremos zarpar, hasta en tres días

- ¿Por qué?

- Dicen desde el cuarto de máquinas, que es por un tema técnico. No dieron mayores detalles.

- Bien. Que arreglen todo lo mas pronto posible. Mientras tanto, solo mantiene el personal necesario, y que se turnen para vigilar, el resto puede usar su tiempo libre, porque no volveremos a tierra en bastante tiempo.

- Si señor.

Jhon volvió a la habitación y Tiana estaba cepillando su cabello.

- Si, ya volviste… que bien

Jhon se detuvo a ver como la expresión de ella cambiaba al verlo… Ella saltó a sus brazos y le dio un beso.

- ¿Me trajiste algo rico?

- Si, pero cenemos primero.

Tiana puso la comida en una pequeña bandeja y se sentaron en la cama a comer, él no quiso ir al comedor.

- Estaremos tres días, en este puerto y nos iremos.

- Entiendo ¿todo bien?

- Si, es solo un desperfecto técnico.

- ¡Oh! ¿algo mal con el barco?

- Asi parece.

- Sabes que tengo unas cosas que no uso y las puedo vender.

- ¿Por qué harías eso?

- Para tener dinero para reparar el barco.

Jhon sintió una molestia en su pecho, al ver la expresión de preocupación de Tiana.

- No te preocupes por el dinero.

- Pero, en serio… es verdad… además, puedo encontrar algún trabajo para ayudar con los gastos…

Jhon sintió que esa molestia se acrecentó en su pecho. Ella creía que el era pobre y aun asi estaba a su lado, en toda su vida, no había conocido a nadie igual… pero, aun no le decía quién era él en verdad, él se concentró en sus pensamientos y ella lo notó.

- En serio, si hay mas que deba saber, dímelo, yo te puedo ayudar…

Tiana lo abrazo y el correspondió el abrazo. Estuvieron unos momentos así, hasta que ella saco todas las cosas de la cama…

- Te haré un masaje, te ves estresado.

Tiana hizo que él se pusiera de espalda y le hizo un cariñoso masaje…

- Ahora voltéate… y sube las manos por sobre la cabeza.

- ¿Para qué?

- ¿ya no quieres que te toque, o que te haga masajes?

- Bien

- Cierra los ojos

Jhon obedeció y rápidamente Tiana amarro sus manos al respaldo de la cama.

- Tiana ¿Qué haces?

- Es mi venganza capitán.

- Desátame…

- No, no, ahora usted va a obedecer…

Ella se acercó a él y lo beso… mientras le abría la camisa.

- Suéltame…

- ¡Shhhh! Silencio…

Ella se sacó el vestido y quedó solo en un camisón que llevaba debajo, que previamente había, para dejarlo mucho más sensual.

- Suéltame…

- ¡Uy! El capitán no esta obedeciendo deberé castigarlo… le quitaré sus zapatos y el pantalón… recuerde que esta es mi venganza…

Jhon se movía, pero ella le quito sus zapatos y se sentó en su pecho, de espaldas a él para quitarle los pantalones usando sus piernas y su boca.

Jhon ya estaba desnudo de la cintura hacia abajo y transpiraba, mientras la veía moverse…

- Veamos, como me puedo vengar de mi querido capitán.

- Suéltame…

- No, no tiene permiso para hablar.

Tiana se subió sobre él y comenzó a besarlo…

Jhon comenzó a desesperarse y a tirar de las cuerdas…

- No, no malo, capitán…

Tiana fue a buscar un poco de pastel que había quedado y dejo caer un poco de crema entre su ombligo y la entrepierna.

- ¿Qué haces? Suelta la cuerda…

Tiana se subió sobre él nuevamente y comenzó a lam3r toda la crema sensualmente…

Un poco de crema había caído sobre su miembr0, por lo que comenzó a lamerl0…

- ¡Libérame!

Ella lo colocó en su boca y alternaba con sus manos…

- Te gusta mi dulce venganza…

Ella sentía como su intimid4d palpitaba y el gruñía… hasta que no aguanto más y rompió la madera, del respaldo de la cama y en segundos se desato.

- ¡ay! Jhon…

Él estaba aun con la cuerda en uno de sus brazos, pero se puso sobre ella…

Esa noche, estuvieron juntos de manera fuerte, salvaje y casi feroz… pero, estaban satisfechos con eso…

Durante los siguientes tres días, casi no salieron de la habitación…