Tercer libro de la saga Lobo.
"En el mundo de la mafia italiana, Emiliano y Efraín, primos y futuros líderes, están destinados a heredar el poder. Sin embargo, su vida de lujo y violencia les deja un vacío que no pueden llenar.
Mientras tanto, en Cartagena Colombia, las gemelas Abigail y Ashley, bailarinas de 23 años, sueñan con encontrar su príncipe azul, inspiradas por el ejemplo de su padre, un hombre íntegro y recto.
Cuando Emiliano y Efraín llegan a Cartagena en busca de pistas que relacionan a una de las gemelas, mencionada por la fallecida Madeleine, no esperan quedar cautivados por el baile y la belleza de las gemelas.
Pero a medida que se enamoran, deben enfrentar los secretos y la violencia de su vida u profesión. ¿Podrán dejar atrás su sed de venganza y encontrar el amor verdadero, o estarán condenados a repetir los errores del pasado?
'Prisioneros de las bailarinas'
NovelToon tiene autorización de Rosa Verbel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Se acabó.
Todos buscaban sus vehículos para regresar a sus respectivas viviendas, la tristeza y la conmoción se sentía demasiado en cada corazón que había conocido a Begoña.
El reporte forense había indicado que había muerto a causa de la hemorragia que habían causado las diferentes heridas con arma blanca, también le encontraron el golpe en la cabeza que había sido con un objeto contundente.
Emiliano seguía investigando y no descansaría hasta dar con los responsables de la muerte de Madeleine. Fue el primer en subir a su vehículo acompañado por su hombre de confianza, se reuniría en la academia de guardaespaldas con el investigador.
Efraín abrió la puerta trasera de la camioneta para que sus hermanas menores y su madre ingresarán.
_ Necesito hablar contigo, hijo. _ le hizo saber Fátima antes de sentarse en el asiento de cuero.
_ Yo también madre.
_ Nos vemos por la noche entonces. _ acordaron.
Efraín se despidió de su madre con un beso en la frente y les sonrío a sus hermanas, Aurora y Adara. Noah no había asistido al funeral.
A penas la camioneta blindada arrancó Begoña se acercó a Efraín enfadada.
_ Te he estado llamando desde que salimos del cementerio y no me has prestado la más mínima atención ¿Qué te pasa? _ reclamó la rubia con indignación.
_ Por si no lo has notado, Begoña, he estado muy ocupado, y ahora estaba despidiendo a mi madre y a mis hermanas. _ Espetó el hombre con fastidio, la miró con agudeza observando los golpes que tenía en la cara los cuales ni siquiera con maquillaje dejaban de verse.
Ella lo miró a los ojos y sintió miedo de ser descubierta así que rápidamente se abrazó a él enterrando su rostro en su pecho firme, lo abrazó por la cintura, pero él ni siquiera hizo el amago de corresponder al abrazo.
_ Te extraño mucho, bebé.
_ Vamos, te llevaré a tu departamento, necesitamos hablar.
Efraín sabía que debía ir a ayudar a Emiliano con la investigación de la muerte de Madeleine, pero también quería soltar los lazos que lo unían a Begoña de una vez por todas. La separo de su cuerpo y se dirigieron hacía su auto.
_ Pero yo traje mi propio auto. _ intentó decir ella, sabía perfectamente que era lo que quería hablar Efraín con ella.
_ El chófer lo llevará. _ contestó el con simpleza.
Abrió la puerta del copiloto y ella ingresó rápidamente, él le dio las indicaciones al chófer para que llevara el auto de Begoña, luego rodeó el vehículo y se acomodó el puesto del conductor, esperó a que la guardia se desplegara y luego arrancó.
Begoña se mordió el labio inferior con picardía y sin dudarlo deslizó su mano hasta la entre pierna de Efraín, pero él se la apartó de una vez.
_ Estoy conduciendo.
_ ¿Y? ¿Cuántas veces no te la he chupado mientras conduces? _ objetó ella queriendo acercarse nuevamente.
_ Dije que no. _ fue firme.
_ Has cambiado demasiado, Efraín, ya no eres el mismo, no quieres que te toque, no me tocas, no nada y ya me estoy cansando ¿Qué es lo que pasa? ¿Es que a caso alguna de las amantes que tienes te la chupa mejor?
_ Mejor cállate y hablamos en cuanto lleguemos al apartamento.
_ No, hablemos ahora.
Efraín la ignoró y siguió manejando, el auto no era el mejor lugar para hablar, sabía que en cuanto le terminara a Begoña ella se pondría histérica y no deseaba tener un accidente automovilístico en estos momentos.
Al llegar al edificio, Begoña fue la primera en bajar, no esperó el protocolo de seguridad, no dejó que le abrieran la puerta, se bajó y se adentró al edificio siendo la primera en ingresar al ascensor, ella necesitaba aunque fuera unos minutos a solas para armar un plan y lograr que Efraín no se dezhiciera de ella, no podía permitirlo.
Efraín suspiró profundamente y tomó las escaleras necesitaba un respiro antes de hablar con Begoña, al entrar al apartamento se dirigió al minibar y se sirvió un trago el cual tomó rápidamente, buscó a Begoña y no la encontró ni en la sala, ni en la cocina, así que se dirigió hasta la habitación en dónde la encontró completamente desnuda sobre la cama, tensó la mandíbula y cerró la puerta, Begoña sonrío con malicia.
_ Vístete. _ le exigió, pero ella no se inmutó. ¡Qué te vistas! _ le lanzó la primera bata que encontró.
Begoña no inspiraba en él ni el más mínimo deseo, lo único que sentía por ella era fastidio. La mujer borró la sonrisa inmediatamente y se puso de pie dirigiéndose hacia Efraín.
_ Te deseo, bebé.
_ Pero yo no, ya no te deseo, ya no siento nada por ti y por eso lo mejor es que terminemos con esto. _ fue claro y sincero.
_ ¡No! _ refutó la rubia. _ Tú me amas, yo te amo y no puedes dejarme.
_ Puedo y lo haré, ya no somos nada y estás muy equivocada, yo nunca te he amado siempre lo has sabido, me gustabas si, lo único que siempre sentí por ti fue pasión y deseo, pero ya no más, no deseo seguir contigo, acéptalo. _ Begoña lo abofeteó.
_ ¡No lo acepto!
_ Problema tuyo. _ espetó con la mandíbula tensa. Se dio la vuelta para salir del lugar, pero se detuvo ante las palabras que soltó la herida mujer.
_ Creo que estoy embarazada, tengo un atraso.
Efraín se dio la vuelta y se rió con sarcasmo.
_ No me detendrás con esas palabras, dudo mucho que estés embarazada, siempre me he cuidado, nunca he olvidado el puto condón y además tengo más de un mes sin tocarte, así que ve a otro perro con ese hueso, si en caso tal estás embarazada no es mío.
_ ¡Maldito! _ Se abalanzó hacia él con la clara intención de volverlo a golpear, pero Efraín tomó su mano antes de que tocara su rostro.
_ No me vuelvas a tocar porque no respondo, ahora me iré, esto se acabó, no me jodas más.
Begoña se tiró al piso arrodillada ante él, le abrazó las piernas.
_ Te lo suplico, no me dejes, si lo haces me mataré, no quiero vivir sin ti.
_ Problema tuyo, y si lo haces, por favor salúdame al diablo en el infierno.
Efraín se marchó dejando a Begoña llorando más de rabia que de dolor...
pero tienen de su lado a la suegra...
ahora ver hasta donde las pollas se van a quedar quietas 🤭🤭