Isabela es una enfermera experimentada, especializada en cuidados especiales, acostumbrada a tratar con pacientes en condiciones graves y delicadas. Cuando es contratada para cuidar a Renato, un joven que lleva 10 años postrado en cama debido a un accidente, enfrenta el trabajo con la seriedad y profesionalismo de siempre. Sin embargo, lo que comienza como una rutina tranquila de cuidados pronto toma un giro extraño. Isabela empieza a escuchar una voz misteriosa dentro del cuarto de Renato, pero al mirar alrededor, se da cuenta de que está sola con el paciente. Inicialmente escéptica sobre la posibilidad de que existan espíritus, se ve desafiante a enfrentar algo que no puede explicar. La voz parece dirigirse a ella, como si el propio Renato, en su estado inmóvil, fuera capaz de comunicarse de una manera que ella jamás imaginó posible. La enfermera se ve dividida entre su cordura y lo que parece una conexión sobrenatural. ¿Es víctima de un delirio, o Renato realmente está intentando hablar con ella, de una forma que trasciende la lógica médica? Día tras día, la línea entre lo real y lo inexplicable se vuelve más tenue, e Isabela debe enfrentar sus propios miedos y dudas para entender lo que está sucediendo.
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Capítulo 16
_ ¿Qué vas a hacer con ese tal Lucas?
_ Todavía no lo sé, pero a lo mejor puedo probar algunas de las cosas que me enseñaste.
_ No hagas nada de lo que puedas arrepentirte después, no dejes que se acerque mucho.
_ Mira, si no te conociera juraría que estás celoso.
_ Claro que no, solo quiero que no hagas nada de lo que te vayas a arrepentir después.
_ No lo haré, pero si lo hago, no es asunto tuyo, recuerda que fuiste tú quien no quiso casarse conmigo.
_ No lo olvidaré, puedes estar segura.
“Isa”
No saldré con Lucas, pero dejaré que Renato piense que sí, veamos hasta dónde aguanta saber que puedo estar haciendo con otro lo que él me dice que haría conmigo.
Me puse un vestido blanco que resaltaba mi piel morena, dejé suelto mi pelo negro, me puse un labial rojo y fui a despedirme de Renato.
Llegué a la habitación. Dª. Aurora estaba visitando a su hijo, me sonrió y me dijo:
_ Isa, ¡qué guapa estás! ¿Vas a salir con alguien?
_ Voy a dar una vuelta con Lucas, pero volveré pronto.
_ Lucas es un buen chico, mereces ser feliz, ya que no te vas a casar con mi hijo espero que te lleves bien con él, mira hijo lo guapa que está tu enfermera, creo que hoy mismo consigue novio.
Me acerqué a la cama y tomé la mano de Renato, le hice una caricia.
_ Estate tranquilo, volveré pronto.
No me dijo nada, creo que es porque su madre está en la habitación, pero no pasa nada, solo yo le oigo, ¿o será que está celoso y por eso no me habla?
Ya lo descubriré más tarde, bajé y me senté en el salón con mi libro, al rato vino Dª. Aurora a sentarse conmigo.
_ ¿Por qué dijiste que ibas a salir con Lucas si no vas a hacerlo? Si mi hijo estuviera despierto juraría que lo que quieres es darle celos, pero como está dormido, no te entiendo.
_ Tranquila, que sé lo que hago, voy a estimular su mente para que quiera volver, ¿le importa si me quedo aquí en el salón un rato?
_ Claro que no, hazlo a tu manera, los métodos tradicionales no han ayudado a mi hijo, a lo mejor tu método le hace volver con nosotros, y tu boda es dentro de 10 días. ¿Piensas hacerla a escondidas o se lo dirás a Renato?
_ Haremos la boda allí en la habitación, y veremos si reacciona.
_ Lo organizaré todo y te avisaré.
Dª. Aurora se fue a la floristería y yo me quedé allí en el salón hasta después de comer, le dije a Julia que subiera y le pusiera la dieta y que fuera a buscarla cuando terminara y que no comentara que estoy abajo.
Después de que Julia subiera con la dieta, subí, despaché a Eliza, me acerqué a la cama e hice una caricia en la cara de Renato.
_ Si supieras lo guapo que eres, no estarías escondido en esta cama, tienes que despertar y afrontar tus miedos.
_ ¿Entonces ahora eres psicóloga? No me despierto porque tengo miedo de enfrentarme a mis problemas, ¿es eso?
_ Creo que sí, tienes miedo de afrontar la realidad y sufrir, pero estar ahí en esa cama también te está haciendo sufrir, y no solo a ti, también a tu madre.
_ Ya lo he intentado y no puedo, pero dejemos de hablar de mí, has estado mucho tiempo con Lucas, ¿no crees que te has pasado?
_ No, es una compañía estupenda y besa de muerte.
_ ¿Has besado a Lucas en la primera cita?
_ Con lengua, como me enseñaste, tenías razón. Fue genial, hablando de eso, voy a mi habitación a cambiarme las bragas porque las he mojado.
Me di la vuelta y fui a mi habitación a cambiarme, pero solo para fastidiar a Renato, si sabes jugar yo también sé, veremos quién puede más.
Volví a la habitación ya con mi uniforme y lista para hacer mi trabajo, Renato permaneció en silencio, le comprobé las constantes vitales, le cambié el pañal porque llevaba desde por la mañana con el mismo, vacié la bolsa colectora de orina y cuando me iba a sentar a leer, Renato me llamó.
_ Isa, creo que tengo algo en la boca.
