Romance Prohibido II

Celeste.

Miro la hora en mi reloj de mano y aquella sensación de vacío en mi estómago que he venido teniendo todo el día, se incrementa. Busco en mi bolso la cosmetiquera donde guardo mis productos de maquillaje, saco un pequeño espejo y rápidamente retoco mi aspecto, luego guardo todo y me colocó de pie.

— ¿Ya es hora? — me pregunta Damian.

— Sí.

— ¿Estás nerviosa?

— Mucho. — respondo con una sonrisa. Damian se levanta de dónde está y camina hacia mí, cuando está justo enfrente lleva una de sus manos a mi rostro y acaricia mi mejilla.

— Lamento no poder acompañarte, pero estoy segura que harás las cosas bien, eres muy capaz de enfrentar este juicio tu sola, tienes todas las herramientas para ganarlo.

Sus palabras calman un poco mi ansiedad. Sonrió, él me devuelve el gesto y entonces acerca su rostro al mío para luego juntar nuestros labios, mía piernas tiemblan y las mariposas en mi estómago revolotean como locas, me aferró a ese beso con todo mi ser hasta quedar sin aliento.

— Recuerda, nada de nervios, mantente muy segura. — asiento ante sus concejos. Acaricia mi labio inferior y vuelve a besarme, de la misma forma dulce pero apasionada que antes.

Terminamos el beso y mantenemos nuestras frentes unidas, respirando agitadamente.

— Será mejor que ya me valla. — digo en voz baja, sonríe. Se separa de mi, asiente y recorre mi cuerpo con sus ojos.

— ¿Me veo bien? — indagó mirando mi cuerpo.

Para hoy elegí una blusa tipo esqueleto, de color beige, ajustada al cuerpo, una falda de cuero que me llega un poco más debajo de las rodillas, una chaqueta de cuero casi tan larga como la falda, y unos tacones cerrados del mismo color de la blusa.

— Te ves maravillosa, como siempre. —, me guiña un ojo, sonrió y muerdo mi labio inferior.

— No hagas eso, te volveré a besar y llegarás tarde al juicio.— asiento, el da media vuelta y se dirige hacia su puesto.

Tomo mi bolso y camino hacia la puerta.

— Nos vemos más tarde para celebrar el primer juicio. — lo miro y noto en sus ojos una promesa silenciosa. Siento mis mejillas arder al imaginarme de que forma podríamos celebrar. Sonrió y sin decir nada salgo de la habitación.

Han pasado varias semanas desde aquel primer beso entre Damian y yo, de ahí en más nuestra relación se ha vuelto más cercana, se puede decir que íntima, cada vez que estamos a solas nos robamos el aliento entre besos. No hemos llegado más lejos, pero la intención está ahí.

Con lo que me acaba de decir, puedo pensar que hoy puede ser el día en que él y yo pasemos a más que besos.

¿Estoy lista para eso?

Creo que sí, el asunto aquí es que, ¿Estoy segura de acostarme con un hombre que tiene novia?

Sé que lo que estamos haciendo está mal, es algo ruin, estamos dañando a una mujer, pero no puedo evitarlo, lo que siento por Damian es demasiado fuerte.

Después de lo que le pasó a Camila, cuando era niña y con su ex, tuve miedo de comenzar una relación, miedo a los hombres, lo acepto. Por eso siempre me mantuve alejada de ellos, aunque me parecieran atractivos, o algo así, decidí concentrarme en mis estudios, el amor y el romance no tenían cabida en mi vida. Pero, desde que conocí a Damián, todo mi ser se ha revolucionado. Pienso en él todo el tiempo, sus besos me vuelven loca, sus miradas, cuando sus manos me tocan todo mi cuerpo tiembla.

¡Dios es una locura!

Sé claramente que lo que siento no es solo deseo. Estoy enamorada de Damián, y es una locura, está mal, lo sé, pero no puedo mantenerme alejada de él.

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Me bajo del taxi y miro en la cima de las escaleras del juzgado a Nicole, se ve algo nerviosa. Le sonrió mientras me acerco a ella.

— Bonsoir — ( ¿ Buenas tardes, ¿Cómo ha estado? — le pregunto.

Gracias a Damián hace varias semanas pudimos conseguirle dónde quedarse sin que se preocupara por pagar el arriendo, también estamos tratando de conseguirle un trabajo, pero como habla muy poco, casi nada el idioma local, es muy difícil aquello.

—Eh bien,

— C'est bien, tu es prêt ? As-tu bien répété ce que je t'ai envoyé ? ( que bueno, ¿Está listas? ¿Ensayaste bien lo que te mandé? )— ella me sonríe y asiente.

— Très bien ( Muy bien)— tomo su mano y le sonrió. — Faisons de notre mieux pour gagner ce procès. ( Hagamos nuestro mejor esfuerzo para que logremos ganar este juicio) — Nicole asiente un poco más tranquila. — Bueno, vamos a dentro.

Nos dirigimos rápidamente hacia la sala donde se va a realizar el juicio, somos las primeras en llegar así que eso es bueno, tomamos lugar en donde nos corresponde y solo pocos minutos después llega el abogado Esteban Evans y el aun esposo de Nicole, junto a otras personas, que supongo son sus testigos, 5 minutos más atrás llegan mis testigos y el jurado.

— Por favor pónganse de pie para recibir al juez. — anuncia el oficial.

Hacemos lo que indica y segundos después entra el hombre. Saluda y toma asiento.

— Iniciemos esto, tiene la palabra la parte demandante. — asiento y me levanto de mi silla, voy hacia el estrado, saludo a todos los presentes y llamo a Nicole a declarar.

— Me defendida habla francés, por lo tanto la persona aquí presente se encargará de traducir todo lo que pasa y se dice aquí, al igual que está les traducira lo que ella responde. — Informo Señalando a la persona que contraté para que me sirva de traductora en el juicio.

Nicola hace el juramento y entonces procedo a hacer mis preguntas.

— ¿Cuénteme Nicole como conoció a su esposo?

Ella responde contando que conoció al hombre por un lugar de chat para conseguir parejas.

— ¿Cuánto tiempo duró esta relación a distancia?

Su relación había durado un año.

— ¿Y después que pasó?

Relata que Charly su esposo, después de ese año de relación viajo a Francia en dónde conoció a la familia de esta, duro siete meses en el país y contrajeron matrimonio en el último mes.

— ¿Cuando empezó el compartimento abusivo de su esposo?

— Objeción señoría, la abogada está acusando a mi defendido de abuso, y eso no está estipulado en la demanda. — me interrumpe el abogado Estevan.

— Señor juez, aunque el hombre tal vez no haya golpeado a mi defendida, está comprobado que las palabras ofensivas y aún el impedimento de salir de casa, es un abuso evidente. — recalcó, el juez asiente.

— Continúe. Responda la pregunta que se le hizo señora.

Nicole responde que esto fue dos meses después de haber llegado, que en un principio si salían a reuniones, cenas y citas románticas pero el comenzo a mostrarse muy celoso y posesivo, si un hombre la miraba de más le reclamaba y acusaba de coqueta y un día después de una cena en que un conocido de él le dió un elogio, al llegar a casa, se puso violento, aunque no la golpeo, estuvo a punto de hacerlo, la empujó al baño y la encerró en este hasta la mañana siguiente. Después de eso no la volvió a dejar salir de casa.

— Señora Nicole, usted tuvo dos hijos con el señor Charly, ¿Cuando usted se embarazó no fue a revisiones médicas?

Nicole niega aquello, jamás supo que estaba embarazada de gemelos, su parto fue atendido en casa por una partera y que horas después llegó un médico al parecer de confianza de la familia de Charly que dictaminó que tanto Nicole como los bebés estaban bien.

— Como ve señor juez, la señora Nicole ha Sido vulnerada de varios derechos fundamentales que tiene todo ser humano y no solo ella, también sus hijos. Tanto ella como sus hijos pudieron morir durante el parto, además de que los bebés pudieron haber nacido con alguna enfermedad debido a una falta de control del embarazo. Está claro que el señor Charly ha incurrido en varios delitos. — Término y miro al juez y al jurado.