El corazón de Alessia es destrozado en pleno debut, el príncipe heredero le había prometido amor, pero ha anunciado a otra como su prometida, Magenta, la hermana de Alessia, quien siempre la ha despreciado por ser hija de una concubina. Alessia ahora debe casarse con el gran Archiduque, un hombre con la fama de asesinar a sus prometidas, pero no todo es como dicen, esos son solo cuentos y Alessia, pronto descubrirá que secretos se ocultan en el Archiducado, incluso sabrá quién es ella en realidad…
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Cap. 17 Lady Alessa, ¿necesita algo?
Mientras esto pasa, hace un mes había una trágica conversación que coincidiría con lo que pasaba en el Archiducado del Norte, en el palacio imperial, la emperatriz adelanta la boda, los nobles quieren meter a sus hijas como concubinas, eso pondría a la nueva emperatriz en desventaja, ya que, si tiene un hijo después de sus concubinas, ese niño podría no ser el príncipe heredero, ella lo sabía por experiencia.
—Duquesa Flavia, debemos apurar el matrimonio, el Duque de Tracen está presionando para que su hija, Ciara, entre como concubina a fin del próximo mes, ella podría tener ventaja sobre Magenta, es bella y tiene ese aire de inocencia que tenía Alessa, podría reemplazarla en el corazón de mi hijo — dijo la emperatriz con preocupación, sabe que una concubina es un gran riesgo para los hijos que tenga la emperatriz.
—Majestad, entiendo, pero mi hija Magenta ha estado pasando tiempo con el príncipe heredero, creo que ellos tienen una buena relación, pero si usted si lo requiere, aceptaremos el matrimonio en un mes, aunque todos será apresurado, espero que sea un gran evento — dijo Flavia Duncan, la mujer que está más que feliz por esta situación.
En cambio, el Duque Tracen, es un enemigo a muerte de los actuales gobernantes, siempre supo que el emperador era un hombre débil y de pocos valores, sabe que la emperatriz es quien hace y deshace con el imperio, todos saben quien debió ser la emperatriz y que el verdadero príncipe heredero es otro, un hombre fuerte y con grandes virtudes, así que sólo quiere desestabilizar al futuro emperador poniendo a su hija como concubina, Ciara Tracen es una joven culta y llena de virtudes, pero es una sagaz politóloga, entendía los recovecos políticos desde temprana edad y sabe cuál es la intención de su padre y es derrocar al futuro emperador para poner al verdadero príncipe heredero, aquel que ha sido desterrado prácticamente de su derecho.
—Hija, me dicen mis espías que van a adelantar la boda con la princesa heredera, están asustados en especial esa mujer, debes tener cuidado, la emperatriz es una mujer oscura y podría lastimarte si te ve como amenaza — dijo el hombre mientras Ciara sonríe divertida.
—Padre, no te preocupes por mí, desde hace años que me he preparado para esto, soy inmune a 12 venenos distintos, no le va a ser fácil, solo debo imitar la dulzura y ternura de Lady Alessa, aunque es muy difícil, ella era tan natural y genuina que una gran actriz no podría tener el mismo resultado, pero sé que puedo hacer que se interese en mí, solo quiero que su relación con la princesa heredera sea de lo peor, ahí se mostrará la verdadera cara de esa gente, tú solo ocúpate de tener el respaldo para llamar al verdadero príncipe heredero y tome su puesto — dijo la joven mientras toma un té.
— Bien, es hora de jugar su juego por un tiempo, pronto podremos destrozarlos — dijo el Duque más tranquilo, era hora de que las cosas sean como debieron ser hace más de 25 años.
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En cambio, en la actualidad, en el archiducado del norte, Alessa se choca con la novedad de que las doncellas sacan sus cosas de su habitación dejándola confundida.
—¿Qué está pasando?, ¿por qué están sacando mis cosas? — dijo Alessa confundida.
—Lady Alessa, es orden del Alfa, desde ahora usted va a dormir con él, es su prometida, no deberían estar separados — dijo Fancy con una sonrisa alegre mientras Alessa siente que se le enfrían las manos y los pies.
Celia jaló a su hermana a un lugar más solitario, debe hablar con Alessa antes de que las cosas se descontrolen.
—Alessa, hermana querida, debes hablar con la señora Mary, ella va a entender que no estás lista, que tú no quieras ser la mujer del Archiduque, ella debería poder convencerlo, la verdad no creo que dures pura más de una hora ahí — dijo Celia tratando de no reírse, ya que sabe que su hermana tiene una debilidad por ese trigueño guapo y sensual.
Alessa asintió mientras no puede recuperar color, sigue pálida al ver sus cosas ser llevadas a la planta alta donde el Archiduque tiene su dormitorio.
Mary, quien estaba en el jardín enviando a los sirvientes para que compren todo para la boda, vio venir a la dulce Alessa con un semblante de preocupación y sabe la razón, esa niña en su vida debió ver a un hombre sin camisa, ser abordada por un Alfa apasionado y desnudo debió ser abrumador y ahora dormir con él debe ser de terror.
— Lady Alessa, ¿necesita algo? — dijo la mujer con la seriedad que la caracteriza.
—Si, yo, necesito hablar con usted en privado, es importante — dijo Alessa, muy asustada mientras la mujer asiente y termina de dar sus encargos despachando a los empleados.
Caminó hacia una banca en el patio lateral donde es muy relajado y tranquilo.
—Lady Alessa, dígame ¿Qué le preocupa? — dijo Mari seria, pero había una sonrisa en sus ojos.
La niña se frotó las manos sin saber cómo iniciar esa vergonzosa conversación.
—Bu…, bueno, yo, me acabo de entrar, que el Archiduque ha pedido que duerma en su habitación, yo…, no creo que sea correcto, aún no estamos casados, además va contra la norma matrimonial, marido y mujer no duermen en la misma habitación, solo para cuando se deben encargar a los hijos, además… — Alessa levantó la barbilla para exigir sus derechos de doncella ofendida.
—El Archiduque y yo nos encontramos en el río, no se comportó como un caballero, fue muy descortés y me tocó de forma inapropiada, no quiero compartir habitación con él — dijo Alessa segura de que cambiaría esa situación.
Mary asintió tratando de buscar las palabras correctas, Alessa, por otro lado, está ilusionada por la comprensión de Mary sin imaginarse lo que vendría.
—Lady Alessa, estamos en una manada de hombres lobos, aquí no hay normas matrimoniales, es más, ya demasiado considerado es el Alfa al darle un matrimonio formal, eso aquí no se necesita, si son Mates, serán pareja de por vida, la pareja será marcada y nada más los va a separar, ahora, sé que el Alfa fue un poco intenso en el río con usted, hablaré con él para que no sea así de aguerrido, aun así, aquí, marido y mujer duermen en la misma habitación, y no solo tienen intimidad para tener hijos, también lo hacen para disfrutar de su pareja, ahora, espero que Lady Alessa sepa respetar las normas de la manada así como se refiere y respeta las normas matrimoniales de los humanos, ¿Algo más? — dijo Mary mirando a la niña que parece que está a punto de desmayarse.
Esa noche, el Alfa y su Luna se reunirían para cenar e ir a dormir juntos, todos estaban expectantes, incluso Celia no cenaría con ellos, ahí solo estaría una persona para mediar la tensa situación, esa era Mary.