Una mujer sumisa, dedicada a su hogar, amando a su esposo incondicionalmente vive en el mundo perfecto... Hasta que su esposo la engaña y humilla, por lo que escapa y descubre que es mucho más fuerte de lo que creía, además de que tiene la oportunidad de volver a enamorarse y darse cuenta lo que verdaderamente es amar y ser amado.
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"22"
Llego al local y me miro al espejo que está justo en la entrada antes de pasar, quiero verme presentable, porque este lugar parece ser muy lujoso, además es un lugar de diseño de modas, corte y confección a la medida.
Cuando llego la recepcionista me mira con una sonrisa muy amable.
-Hola buenos días señorita, ¿En qué podemos ayudarle?
-Me dijeron que estaban buscando empleados, me gustaría dejar mi solicitud de trabajo
-Claro, ¿Podría pasármelo?
Le entrego mi documentación y me mira amablemente.
-Iré a hablarlo con la diseñadora principal, deme un momento por favor
-Claro que sí, muchas gracias
La chica lucía un precioso vestido de caoba, que se amoldaba a su perfecta figura, era claro que este lugar tenía un prestigió intachable, y tendré que ir a comprar tela para fabricarme unos cuantos atuendos más apropiados. Porque ahora después de ver a la recepcionista linda, mi vestuario formal parece ser que no es suficiente.
Los minutos pasaron y la chica de vestido de caoba regreso con una sonrisa resplandeciente.
-Acompáñeme por favor
La sigo de cerca y cada vez quedo más maravillada con este lugar, hay distintas salas en donde varios clientes, en su mayoría mujeres, están probándose ropa, otros están tomando medidas, los asientos que están son de alta calidad, además todo el lugar esta alumbrado con luces blancas que al combinarse con las paredes y los pisos le da un toque de pulcritud y pureza.
Llegamos hasta una oficina con las paredes de cristal solido e impecable, al entrar veo a una mujer de unos 50 años, de cabello rojo cereza, con un vestido de alta costura, unas perlas voluminosas adornando su estirando cuello, sobre sus manos luce un set de anillos con diferentes tipos de pedrería, calzando con unos tacones puntiagudos con tiaras hechas de cadena fina, casi invisible.
-¿Eres Aysel verdad? -dice mientras me mira con seriedad
-Así es
La mujer comienza a inspeccionarme, comienza literal a dar vueltas a mi alrededor mirándome de arriba abajo y viceversa.
-¿Qué puesto estás buscando aquí exactamente? ¿Cuál es tu aspiración? ¿Tu ambición?
-Puedo trabajar de cualquier cosa
-¿Modelo?
-Me temo que no tengo experiencia en eso -le digo sincera
Además, su forma de comportarse me está cohibiendo mucho, ¿Por qué rayos me está mirando tanto?
El golpe seguro de sus pisadas sobre el piso pulido, uno de tras del otro, al mismo ritmo, sintiendo la mirada penetrante sobre mí, siendo juzgada por mi apariencia y por ropa que llevo puesta, seguramente que ya ha podido encontrarme más de mil y un defectos.
-¿Dices que puedes trabajar de cualquier cosa?
-Sí
-Entonces no te molestará ser la chica de la limpieza
La miro sorprendida por su petición, no sé si está hablando enserio o solo está jugándome una broma. Pero al ver la seriedad en su rostro veo que no es ninguna broma.
-Claro que si -le digo con seguridad
Soy buena aprendiendo cosas con solo verlas y este lugar sé que tiene mucho que ofrecerme, puedo aprender muchas cosas, además no me molesta escalar rangos desde cero, puedo demostrarme a mí misma que soy capaz de lograrlo.
-Empiezas mañana, pasa por tu uniforme con la recepcionista, espero que seas puntual y te presentes a las siete de la mañana, el aseo debe de estar terminado antes de que abramos las puertas ¿Tienes alguna duda?
-No
-La paga es muy buena considerando lo que harás, tienes estrictamente prohibido hablar con los clientes, aprende cuál es tu lugar, no quiero ni la más mínima queja de alguna de mis empleadas porque no dudaré en echarte, mujeres como tú hay muchas allá afuera, espero que valores la oportunidad que te estoy dando
-Sí, muchas gracias
-Y a partir de ahora me llamaras Diseñadora Ozlem ¿Quedó claro?
-Sí
-¿Si qué?
-Sí, Diseñadora Ozlem
-Ya estás aprendiendo, bien, hasta mañana entonces, tengo una colección que terminar, cierra la puerta cuando salgas
-Sí, muchas gracias por la oportunidad
Salgo de ese lugar con un sabor agridulce, pero tenía que ser positiva, por lo menos ya tenía un empleo, en un lugar decente. Quizá no haciendo lo que me gusta, pero ante cualquier oportunidad que tenga demostraré que soy capaz de mucho más.
Voy a la parada de autobuses y luego de un rato llego por fin a la posada, donde pude ver a la señora Tutu regando las plantas con tranquilidad.
-No va a creer esto -le digo emocionada
-¿Lo conseguiste?
-¡Sí! -grito llena de felicidad
Y la señora Tutu comienza a brincar de gusto, corre a abrazarme y ambas bailamos de felicidad ahí a mitad del jardín.
-Eres una chica con talento y encanto puro, era obvio que te lo iban a dar
-Sí, empiezo mañana mismo
-Eso es todo, eres grande mi pequeña niña -me abraza nuevamente -Esto lo celebraremos a lo grande, prepararé tu platillo favorito, le pediré a Odissan que traiga los cortes de carne y un buen vino -dice mientras se va a buscar el teléfono llena de felicidad
-¿Por qué se le ve tan emocionada?
-Me dieron el empleo -le digo emocionada a Azai
-Era obvio que te lo iban a dar
-¿Cómo estás tan seguro?
-Solo hace falta verte para que inspires confianza, eres una buena persona Aysel
-Gracias por hablarme del empleo, sin ti jamás lo habría encontrado, es un lugar encantador
-Me alegra mucho que sea de tu agrado
-¿Cómo va tu canción?
-Tengo un bloqueo creativo, pero solo me falta un tercio, si sale
-¿Dónde la presentaras?
-Aún no lo sé, quizá haga un espectáculo aquí, quiero volver a traer gente a este lugar, se lo plantearé a la señora Tutu, quizá le de publicidad
-Oye eso es una gran idea
-Sí, lo sé, soy perfecto -dice con una sonrisa -Soy increíble, grandioso, lo mejor que les puso pasar en la vida -exagera y se tira a mis brazos dramáticamente
-Sí si todo eso, pero no dejes que se te suba a la cabeza
-Muy tarde cariño -me guiña un ojo y sonríe -¿Vendrá Odi hoy?
-Sí, parece ser que sí
-Bien, tengo que irme, iré a comprar ropa linda
-¿Te podrás guapo para recibirlo?
-Quizá...
Sonrío en complicidad con él y voy a mi recamara, para desenvolver mi uniforme, prácticamente es un overol de color azul marino de lo más sencillo y simple, no tiene nada de color brillante o estilo. Es un simple overol azul de botones del mismo tono.
Al parecer trabajar haciendo el aseo no es la gran cosa y pasaré desapercibida frente a las miradas de los demás.