... Se dice que una convivencia jamás es fácil y menos para una pareja que se une en matrimonio, esperando que todo sea color rosa con sabor a miel, pero que sucede cuando el engaño se presenta. Y si un amor llega, las desiciones de los demás no importan, son solo ellos dos quiénes tienen el poder de hacer su vida una sola.
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... No me llames señorita.
Mario Petrel Carpíos...
Nuestra conversación se amplía hasta casi la una de la madrugada, voy conociendo más de ella, se ve que se comprometió muy ilusionada, a veces suele pasar eso, al menos tiene algo conciso para dejarlo, lo va a dejar, no sin antes darle un poco de su propia medicina.
(Mario) Dígame una cosa más señorita.
(Camila) Ya no me llames señorita, dime solo Camila, además no te ves tan viejo como para llamarme así, (risas) tutéame, te he contado mi vida entera, en solo unas horas, me has hecho comprender que no se puede depender de un hombre ni mendigar amor, pero quiero que me ayudes en algo que estoy pensando aunque no sé si lo tomes muy mal o despecho, pero no merezco lo que me está haciendo.
(Mario) No le veo el problema a lo que piensas hacer, creo o no, me parece muy bueno que el tipo, pronto tu ex sepa que no vas a sufrir por él, no sé lo merece.
(Camila) ¿Tienes algo en mente?
(Mario) Bueno sí, dime que harás mañana o mejor dicho más tarde.
(Camila) No tengo clases que dar, así que cómo te vas a quedar aquí, tengo libre el día.
(Mario) Tengo que ir a la empresa de tu padre para una presentación con unos socios, puedes ir conmigo y después vamos por un café, quiero que me cuentes lo que tú tienes en mente y en lo que yo te puedo ayudar, tienes que pensar en lo que vas hacer y con cuidado.
(Camila) Sabes que ... Por ahora nos vamos a dormir, porque fue un día malo para mí, aunque no termino del todo mal.
(Mario) Vamos a tener que hacer un seguimiento antes, me refiero a que algunas fotos o videos, así puedes demostrar que él te mintió y no va a tomar represalias en contra la empresa de tu padre.
(Camila)No puede hacerlo. Gracias, apenas y te conozco unas horas y ya te he dicho todo, gracias sinceramente Mario.
(Mario) Bueno así se queda entonces, ya es hora de irnos, fue un día bastante pesado para ti, así que te acompaño, dame tu mano, te ayudo a pararte.
(Camila) Muchas gracias.
Camila Salva tierra Echeverría...
Me da la mano para ayudarme a levantarme y se tropieza, yo río por su caída, él me mira serio y yo río y él hace lo mismo. Dos locos en el jardín riendo y olvidando por un momento aquel engaño que pase.
Entramos y vemos que la sala está vacía, mi padre y él señor Morís ya se fueron a descansar y claro si ya es tarde.
(Mario) Se nos pasó la hora un poco creo ¿no?
(Camila) Al parecer sí. Bueno nos vemos más tarde y gracias por su compañía.
(Mario) Señorita Camila un placer pasar unas horas con usted.
Mario Petrel Carpíos...
Me sonríe y se va a su habitación y yo, yo sorprendido por lo encantadora que es, como puede un miserable engañar.
Las horas pasan y yo no solo he dormido unas cuantas horas, veo ni teléfono y ya son las siete de la mañana, me voy a darme una ducha y me coloco mi traje, peino mi cabello y ya estoy listo.
Paso por su habitación y la puerta sigue cerrada, algo me impulsa a tocar, pero no, no lo hago, no quiero ser ni parecer un entrometido, sigo mi paso y cuando estoy a punto de pisar el primer escalón oigo su voz.
(Camila) Buen día, espero y que hayas dormido casi bien, aunque fueron pocas horas.
(Mario) Sí, bueno estoy acostumbrado a mi horario de trabajo, pero aquí el cambio de horas me intento pasar una mala jugada, Camila bajamos.
(Camila) Sí. Muero de hambre, no comí desde ayer en la tarde.
(Mario) No puedes dejar pasar tus comidas, tu salud es lo primero.
(Clarita) Buenos dias,Señorita Camila, joven Petrel, los señores acaban de salir y me dijeron que le avisara que lo esperan a las nueve en la empresa.
(Camila) Hola Clarita, lamento no poder cumplir con las compras, pero hoy después de pasar por la empresa voy al súper y traigo las cosas.
(Clarita) No es molestia para mí ir señorita.
(Camila) Que no, yo voy como siempre lo he hecho, bueno pasemos a desayunar entonces.
(Mario) Huy sí, muero de hambre. Y tú debería de comer el triple por lo de ayer.
(Camila) Gracias por preocuparte por mí, bueno pasemos por favor, para luego irnos a la empresa.
Camila Salva tierra Echeverría...
Reviso mi teléfono y un mensaje de mi padre me avisa que también requiere que esté en la empresa y si iba a ir, pero no sabía que yo también tenía que estar presente. También me doy cuenta de que no tengo ni una sola llamada ni mensaje de Paúl, vaya que fácil es para él seguir sus días y sin importar qué lleve un engaño a cuestas.
Salimos de la casa y la que conduce soy yo, quería tomar un taxi, pero porque hacerlo si yo puedo llevarlo.
Reímos y me cuenta sobre su trabajo y que se viene a quedar por un buen tiempo aquí, vamos llegando y veo el auto de Paúl en el estacionamiento, me sorprende un poco porque no sé que hace aquí, en fin no puedo huir de él.
(Mario) ¿Camila te sientes bien?
(Camila) Sí y no, bueno es que el auto de Paúl está estacionado y eso quiere decir que él está en la empresa y la verdad que no sé que hace en este lugar.
(Mario) Té parece si entramos juntos y me presentas como un amigo un viejo amigo. Y luego vamos viendo que podemos hacer en tu inicio de un nuevo día en el cual serás soltera y dejarás a ese mal hombre.
(Camila) Muchas gracias por todo lo que me dijiste anoche, gracias.
Bueno ahora subamos para ver que quiere mi padre con mi presencia.
Subimos y la secretaria nos saluda muy amable, nos dirige a la sala de juntas, yo pensé que mi papá estaba en su oficina, pero no, el viejo trabaja como un loco, ese es mi padre, mi viejo loco.
Como un caballero, Mario abre la puerta que está entreabierta y pasó primero, para luego entre él.
Mi padre nos saluda e invita a sentarnos, no veo por ninguna parte a Paúl y la verdad que eso me agrada. Sería incómodo verlo aquí y actuar como si nada pasara.