Briza necesita un nuevo empleo con urgencia. Daniel necesita una secretaria que además de hacer su trabajo prepare un buen café.
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capitulo 20
El día de hoy nos la pasamos a las corridas. Dejar todo listo para su inminente viaje fue más de lo que esperábamos. Entre llamadas, chequeos de último momento, revisar documentos y firmar otro tantos se nos fue la mañana y ni siquiera tuve tiempo para despedirme de él. Solo corrí para besar sus labios y luego saludarlo con mis manos.
—Todavía me cuesta creer que estén en una relación —dice a mis espaldas Laura, casi brinco del susto, no la escuche llegar.
—Laura —digo llevando una mano a mi pecho—, que susto.
—Lo siento, no fue mi intención —dijo ella y procedemos a volver mis pasos, ella me tiende unas carpetas—. Las dejaron de programación para que las revisaras.
—Gracias, las estaba esperando —sonriendo tomo las carpetas y voy a mi oficina para continuar con mi trabajo.
Esta semana será larga, espero que no lleve más del tiempo estimado. Lo extraño que no quiso decirme de que se trataba su viaje solo que estaría fuera un tiempo, no más de una semana.
Luego de leer las notas del parche y hacer unas correcciones, me dirijo al área de desarrollo para llevar el informe con las correcciones y de paso ver cómo va todo por ahí, a lo mejor puedo ver algo nuevo he interesante.
Llego al piso y hablando con el personal ellos enseguida toman palabra de mis sugerencias y luego mientras revisamos otras dudas, veo que están probando algo para el juego y me ofrezco como voluntaria.
La experiencia fue tan gratificante que no podía apartarme del mando del juego, más de uno se reía de mis reacciones y creo que hasta me grabaron y subieron al blog de la empresa. Espero que eso no cause problemas.
Luego de finalizar mi día laboral y terminar de apagar todo el equipo de mi oficina, salgo para tomar el ascensor y bajar hacia a planta baja en busca de un taxi.
Al ver mi celular me encuentro con ciento de notificaciones de las redes sociales y cuando miro la descripción veo que se trata del blog de la empresa. Toco para ver de qué se trata y ahí aparezco yo en un video con la descripción “asistente del ceo emocionada con lo que se viene” mi vergüenza no puede ser menor y más al ver todos los comentarios que tiene dicha publicación.
La que más risa me dio fue una que afirmaba “la mujer ideal” pero casi me caigo de la impresión cuando leo un comentario de mi jefe. “siempre tan emocionada, mi chica” y con eso saltan cientos por no decir miles de comentarios preguntado si en verdad era su chica.
Para no ver como sigue el intercambio guardo mi celular y levantando mi mano detengo un taxi y le doy la dirección de mi departamento.
Al llegar miro a mi alrededor y de pronto siento el vacío. Como puede uno llegar a acostumbrarse a la presencia de otro que cuando no está enseguida se nota el vacío que deja. Suspiro y dejando mi bolso tomo una manzana ya que me siento algo decaída y mientras me preparo para darme una ducha, prendo mi vieja pc para conectarme con mis amigos. No es por hacer lo que me dijo mi jefe, pero enserio que hace mucho que no hablo con los chicos del clan.
Termino de desvestirme y escucho el resonar de mi móvil con una llamada entrante. Miro y veo que se trata de mi jefe. Corro para tomar mi móvil y tropiezo con el pie de mi cama.
—Ouch —digo casi al borde de las lágrimas mientras salto tomando mi pie que me duele horrores caigo a mi cama, pero antes tomo mi teléfono y contesto la llamada — ¿Hola? —respondo al borde de las lágrimas por el dolor agudo de mi dedito.
—¿Amor? ¿Acaso estas llorando? —se lo escucha agitado— Ya savia yo que no debía dejarte ahí ¿Quieres que balla por ti?
—Si —sollozo sobando mi pie—, así le das un puntapié a mi cama que he tropezado y me duele el dedito chiquito del pie —gimo sorbiendo las lágrimas, deveras que duela esta mierda.
—¿Enserio? Pensé que te había pasado algo más grave —lo escucho decir y suelta un suspiro de alivio.
—¡Es grave! Duele como la mierda —refunfuño, me siento en la cama como un indiecito.
—Lo sé, me gustaría estar ahí para aliviar tu dolor —sonrió como tonta— ¿Qué hacia mi niña preciosa?
—Estaba por entrar a la ducha y ¿Tu? —pregunto ya olvidando mi dedo accidentado.
—Yo, cansado, extrañándote y con unas ganas locas de que estes a mi lado —suspira desde el otro lado de la línea, me dejo caer en la cama y me ovillo hacia un lado, imaginando que está a mi lado.
Hablamos un largo rato contándome que el viaje fue tedioso, que comió algo apenas bajo del avión pero que extraña mi compañía tanto como yo.
—Todavía no sé a qué se debe ese viaje —digo mirando el techo de mi habitación.
—Mmmm... bueno... es... que... —tartamudea y eso me indica que no sabe cómo decirlo.
—Suéltalo de una, no le des más vueltas —lo animo a que continue.
—Tu padre me ha pedido su apoyo y en este viaje me encuentro con el —lanza la bomba y me quedo callada— ¿Amor? ¿Estás ahí?
—Ese señor no es nada mío —digo de pronto ya no quiero hablar más con el—, Dan me estoy enfriando, debo ir al baño.
—¿Estas sin ropa? —pregunta y ruedo los ojos, ya me imagino su cara lujuriosa mirando mi silueta con sus ojos de depredador.
—Algo así —respondo todavía con tono frio.
—¿Me mandas una fotito? —pregunta con esa voz de niño que quiere un dulce.
—No, mejor deja lo que estás haciendo y ven a mi —demando algo celosa de que ese tipo me allá robada a mi jefe.
—Amor, no puedo, se lo debo —dice y como no entiendo de razones en este momento corto la llamada. Si, sé que es una actitud infantil, pero así soy yo.
Me ducho y la culpa me gana, salgo y busco mi celular, tomo una foto algo sugerente que no muestra mucho pero que deja con las ganas y se la mando.
Al pie de la imagen le indico “Vuelve pronto, te extraño”, es mi bandera blanca. El responde mandándome una toto suya frente al espejo del hotel en el que se encuentra. La imagen me seca la boca, su pecho húmedo con gotas de agua de la ducha más la toalla alrededor de su cintura me deja con un calor tremendo. Dios, una semana. Con esa imagen tengo bien en claro que es su venganza por haber cortado la llamada. Al cabo de un momento recibo un mensaje suyo: “Mañana sexo telefónico, sin escusas”
—Uf.... ¿Cuánto falta para mañana? —me pregunto mirando el reflejo de mi rostro sonrojado en el espejo de mi habitación.
y mis respetos para ti, por poder expresar e hilar bien las ideas de lo que quieres pasmar. felicidades y continúa así y sobretodo con miras hacia adelante.