A Continuación podremos disfrutar de esta historia. Dos jóvenes con carácteres similares. ¿podrán ser felices?
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Capitulo 22
Desayunaron en la cocina, los nuevos empleados admiraban en amor, la ternura y el respeto con el que ellos se tratan.
- Amor, vamos a mi casa._ pidió Zoe.
- Ok, está bien, pero ahora está es tu casa. ¿Quieres ver a Yisell? Te vas a sorprender.
- Algo que no me ha dicho ¿qué es?
- Ya lo verás, voy por la camioneta.
___
Llegaron a la casa, el señor Erick estaba sentado en la terraza.
- Papá, buen día._ se dieron un abrazo.
- Buen día, señor._ dijo Carlos.
- Buen día, ¿hija, cómo sigues?
Zoe - Pues mucho mejor, y Yisell, ¿dónde está?
- En su habitación, está bien, solo está pelona._ sonrió
Subieron a la habitación, Yisell se estaba mirando en el espejo, escucho el sonido de la puerta y dijo, pasé, sin saber de quién se trataba.
- ¡Hola querida!
- Qué sorpresa ustedes aquí. _ dijo incómoda.
- Oh por dios, ¿qué te paso? Ja, ja, ja, perdón por reírme, pero te ve tan graciosa y horrorosa, bueno te puedes ver perfectamente en el espejo, ja, ja, ja.
Yisell - Gracias cariño por tus lindas palabras._ dijo con sarcasmo.
Carlos - En serio, pareces que saliste de un manicomio je, je, je, pero crece rápido no te preocupes.
Zoe - Se pasaron contigo, ¿fue un ajuste de cuentas?
Yisell - No, fue un atraco.
Carlos - Asegúrate que no vuelva a pasar, tal vez la próxima no corras con tanta suerte.
Zoe - Mi papá va a encontrar a los responsables, por la cámara de seguridad, así que tu tranquila, ja, ja, ja.
Yisell - ¡Lo sé!... Te ve muy recuperada, linda, se nota que Carlos sabes cómo hacerte sentir bien.
Zoe - uf, claro que sí, bueno mi chula, te dejamos para que te siga mirando en el espejo.
Cuatro días después.
Los resultados de los análisis que le practicaron a Zoe, ya estaban listos. Ellos se despertaron temprano, tenían urgencia por llegar al hospital.
Zoe estaba callada, sus nervios y preocupación eran evidente.
- Zoe, vamos amor, ya quiero ver los resultados._ dijo ansioso.
- Sí amor, ya voy, me siento mareada, dame unos segundos.
- ¡Amor, siéntate! _ la sujetó y la llevo a la cama, ahí pasaron unos minutos, después se fueron al hospital.
Al llegar al hospital, entraron al consultorio del doctor, lo saludaron y tomaron asientos.
- ¿Cómo te has sentido, Zoe?_ pregunto el doctor.
- Pues bien, doctor, pero sigo con los mismos síntomas.
Doctor - Revise todos los resultados... Efectivamente, a la señorita Zoe la estaban envenenando, él o la responsable utilizó un veneno muy efectivo, se disuelve en agua oh jugo. Este veneno vas directamente a la sangre, por suerte se dieron cuenta a tiempo, oh por lo menos eso espero.
- ¿Cómo así doctor pasa algo?_ pregunto Carlos preocupado.
Doctor - Lamentablemente, en algunas ocasiones ese veneno va directamente a la sangre.
- ¿Y ese es el caso, qué pasa doctor?
Doctor - Los pacientes deben de realizarse diálisis, espero no sea tu caso, pero debemos analizar tu sangre una vez más.
Zoe - ¿Doctor, me puedo morir?
Doctor - No, porque gracias a Dios detectamos el veneno a tiempo. Una pregunta, ¿tienes algún problema con las diálisis?
- No, doctor, vamos a hacer todo lo que sea necesario._ dijo Carlos.
Después de hablar con el doctor, se marcharon.
Ambos iban en la camioneta, pensativos.
- Amor, llévame a la casa, necesito darme un baño y empezar a trabajar._ dijo Zoe decidida.
- ¡No, debes descansar!
- No te preocupes, estoy bien.
- Zoe, creo que es mejor... _ ella lo interrumpió alterada.
- Voy a trabajar, fin de la conversación.
POV Zoe
No puedo verlo sufrir, desde que el doctor habló con nosotros está muy triste y pensativo. Si me tengo que dializar no quiero que esté junto a mí, no merece estar al lado de una mujer enferma. Carlos siempre fue divertido, ahora parece que su diversión solo depende de mí y eso está mal, puedo morir, entonces su sufrimiento será mayor.
Siento que una parte de mí murió, una tristeza rompe cada esquina de mi alma, creo que lo mejor es alejarme de Carlos.
Ella se vistió muy elegante para disfrazar su tristeza, el maquillaje en su rostro era perfecto, pero el brillo en sus ojos estaba ausente, no había nada que pudiera cambiar su aflicción.
- ¡Ya nos podemos ir!
- ¡Ahora me voy a poner celoso, estás hermosa!
- Tal Vez llegó el momento de buscarme un amante, ¿no crees?_ expreso Zoe, con una sonrisa.
- Zoe, no me gustan esas bromas, me muero si te veo con otro._ dijo molesto.
- Carlos, no eres mi dueño, vámonos._ salió de la habitación.
Llegaron a la empresa, todos los empleados saludaron a Zoe.
Alison y Zoe estaban en la oficina hablando.
- Ali, te necesito amiga, tengo que ir a buscar los últimos análisis, y no quiero que Carlos me acompañe, ya te explique por tel. las razones.
- Zoe, todo va a estar bien, además Carlos te ama, nunca te dejaría sola.
- Creo que lo mejor será que me aleje de él.
- No vuelvas a decir esa estupidez.
Tocan la puerta. - ¡Adelante!
Nicolás Barriola, sabía del estado de salud de Zoe, también la vio llegar a la empresa y quería saludarla personalmente.
- Permiso, señoritas.
- Hola, Nicolás._ dijo Zoe
- Yo tengo mucho trabajo pendiente, nos vemos después, permiso._ se retiró Alison.
- Nicolás, siéntate, por favor.
- ¿Cómo estás?
- ¡Estoy bien, gracias a Dios! ¿Quieres algo de tomar?
- ¡No, muchas Gracias!
- Es raro verte aquí en la empresa.
Nicolás - Voy a trabajar aquí por unos meses, desde ayer que vine lo único que quería era verte, lo digo por el trabajo, eres la mejor._ dijo con halagos.
- En serio, me alegro escuchar eso, sabes, me gusta mucho tu rancho.
- Está a tu disposición, es más, si lo quieres te lo regalo.
- Noooo ¡cómo crees! Pero tal vez un fin de semana vaya a tomar aire fresco.
Estaban conversando muy sonrientes, alguien entró sin tocar la puerta.
- Perdón, ¿interrumpo algo?