EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Llegue al lugar y a simple vista era muy limpio, pedí hablar con la directora y esta muy amablemente me atendió, dijo que podía dejar a la niña un par de horas al día siempre y cuando fuera puntual a la hora de recogerla, era un lugar de gobierno para ayudar a la creciente ola de madres adolescentes, que por desgracia vivían en la calle y sin cómo mantener a sus hijos, en ese lugar no solo los cuidaban, sino que también les ayudaban a sus madres a conseguir empleo y le daban charlas motivacionales y así tratar de mitigar el problema y evitar que esos niños murieran de hambre.

Para mi era perfecto, el problema fue cuando me pido los documentos de la niña para inscribirla en el programa, no la habíamos registrado pues Sofia no había tenido tiempo, la señora me dijo que sin los documentos no podía recibirla pues eran los requisitos del centro, le pedí tiempo para hacer el tramite y me dijo que no había problema, pero que me apresurara pues los cupos eran limitados.

Sin perder más tiempo regrese a la posada a buscar a Sofia, debíamos llenar el requisito, gracias a dios la encontré en su habitación dormida, deje a la niña en cuarto y fui a despertarla.

- Vamos Sofía levántate tenemos que hablar.

- No me molestes es muy temprano aún.

- O te levantas o te baño con agua helada.

- Está bien Laia que demonios quieres.

- Necesito que vayamos a registrar a Estrella y necesitó ese documento para ponerla en una guardería.

- Pues ve y regístrala que tengo que ver yo en eso.

- Acaso eres estúpida o te haces, tú eres su madre, yo no puedo hacer eso.

- Claro que puedes, solo te piden el certificado de nacimiento y esta en uno de mis cajones, di que eres su madre y está hecho, ahora largo deseo dormir.

Sali de su habitación enojada, no quiso hacerme caso, como si en el certificado no dijera que ella es la madre, me parece que no le importa nada su propia hija, dios que tiene esa mujer en la cabeza, mientras caminaba a mi cuarto me encuentro con doña Ramona que recién regresaba del mercado, le conté la situación y a ella se le ocurrió una idea.

No estaba muy de acuerdo, pero como a Sofia no le interesa registrar a la niña no tengo de otra más que hacerlo yo., Con dos mujeres de la posada y doña ramona llegamos a la oficina de registros civiles, doña Ramona dijo que tuve a la niña en la posada y por eso no tenía certificado de nacimiento, le explico al funcionario mi supuesta situación y las dos mujeres que nos acompañaron sirvieron como testigos y por la forma en como ellas fueron vestidas, usando la ropa con la que iban trabajar nos creyeron todo.

Regresamos ya con el registro de la niña yo más tranquila, legalmente era mi hija, solo espero no tener problemas más adelante con Sofia, temprano a la mañana siguiente regrese a la guardería y termine la inscripción, con eso ya resuelto pude empezar mis clases y trabajar sin problemas, por las tardes recogía a mi pequeña.

Mi vida comenzó a marchar de maravilla, me integre muy fácilmente a la universidad y podía cumplir con mi trabajo en la posada, cuidaba niños en las noches y también a mi pequeña Estrella con ese dinero extra tenia como sobrellevar nuestros gastos pues Sofia no me ayudaba con nada.

Un día cualquiera Sofia desapareció dejo la posada con sus pocas pertenencias sin dar explicaciones y sin importarle la niña, la verdad me afecto mucho, aún la amaba y su partida repentina me dolió, además fue muy cruel de su parte abandonar a su hija que sé que algún día preguntara por ella, aunque las de más me dicen que le diga a la niña que soy su madre no pienso hacerlo, ella tiene derecho a conocer sus orígenes, con el corazón roto y mucha tristeza sigo trabajando y limpio la habitación para que pueda ser alquilada a alguien más.