Mi mejor amiga, la única madre que conocí a pesar de ser tan solo unos años mayor que yo. Muerta es que no lo podía creer, cuando tenía tanto por vivir por disfrutar todo por un miserable narcisista. Y Alex lo único que me queda de ella y juro por Dios que lo voy a proteger tenga que hacer lo que tenga que hacer.
No obstante, ¿Seré lo suficiente para hacerlo yo sola? ¿Seré lo suficientemente fuerte para hacer que la oscuridad no llegue a él?
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Ven Diana, este es Mario el mayordomo
Tienen mayordomo, pensé para mi
- Mucho gusto señor
- Espero que el niño no sea un inconveniente con tus labores, porque de ser así estarás fuera lo entiendes?
- Si señor no se preocupe
- Está es Sara el ama de llaves
- Mucho gusto Sara
- Benvenida Diana, déjame ver a la criatura, Santo cielo es precioso pero no se parece a ti, se parece a su padre? disculpa la indiscreción
- No se preocupe, no, en realidad se parece a mi hermana
-Y dónde está tu hermana? debe ser hermosa si el bebé se parece a ella
- Lo era
- Oh santo Lo lamento tanto
- Yo también, gracias
No podía evitar sentirme triste al pensar en que no volvería a ver a Maggie en pensar como Alex nunca tendría la posibilidad de conocerla, eso me rompía el corazón de solo pensarlo
- Mira ven aquí estos son Clara y Marcelo Clara me ayuda en la cocina y en la casa y Marcelo ayuda al gruñón de Mario jaja en el fondo es buena persona ya verás
- Mucho gusto a todos Yo soy Diana y espero que nos llevemos bien
- Aquí todos somos como familia bienvenida
-Gracias Clara
La bienvenida en la casa fue mejor de lo que esperaba había cinco sirvientas yo incluida que no se encargaríamos de la casa nuestras habitaciones estaban en la misma casa cerca de la cocina según me dijeron me faltaba conocer a Lizeth que era su día de descanso por eso no las había conocido. también faltaba Tomás, El y Marcelo también ayudaban en la casa. bueno si a eso se le podía llamar casa porque en realidad era un castillo tenía nombre "Gracia" así se llamaba. Tenía unos jardines hermosos nunca había visto tantas flores juntas estoy segura que cualquier florería envidiaría esta vista. Tenía tres pisos en el primero estaba la sala de estar, sala de tv, un minibar, la cocina, el comedor y un salón de baile para fiestas. Sí, yo estaba con la boca abierta cuando estaba recorriendo el lugar. En ese momento sonó la alarma de mi reloj para recordarme que tenía que alimentar a Alex, tenerlo en mi vida había sido una bendición ya ves que un hijo siempre lo es, pero mentiría si dijera que me costó adaptarme a todas sus demandas, sus necesidades y las trasnochadas fueron lo que más me pesó pero admito que valen completamente la pena cuando me regala una de sus sonrisas desdentadas, cuando toma mi dedo índice y lo aprieta con fuerza, la luz en sus ojos que son idénticos a los Maggie. Doy gracias a Dios de que a Roland no haya heredado nada. Mi bebé era muy comelon y se desesperaba muy fácilmente y rompía a llorar si tenía que esperar mucho por su biberón y en cuanto sonó mi reloj tuve que disculparme y prácticamente volar a donde estaba Alex con Clara, cuando llegué ya estaba llorando y la pobre de Clara estaba que casi lloraba con él
- Lo siento Clara, es hora de su biberón me daré prisa
Me dispuse calentar el agua, hervir el biberón, preparar la fórmula
- Pensé que amamantabas al bebé, pues cuánto tiempo tiene?
No sabía qué contestar me puse nerviosa
por unos instantes
- Cuando Alex nació no estuve muy bien de salud y se acostumbró al biberón
- Ah no te preocupes eso suele pasar y cómo estás? pobrecita pasar por tanto tan joven
Sara era un amor de persona y Clara y Rose y la mayoría de las personas con las que me topaba ahí, sabía que Maggie nos había llevado a un buen lugar