POR ÉL, CUMPLO MIL TAREAS

Flora y Antonio se miraron durante un rato, como si uno quisiera ver los pensamientos del otro.

De repente, la puerta se abrió de golpe y una figura delgada entró corriendo por la puerta, seguida por Chancy y Lady.

-¿Flora, porqué no contestaste mis gritos? ¡No sabes que estoy..!- Mary estaba a punto de regañar a Flora cuando vio a la figura alta de pie a un lado, mirándola con ojos fríos y expresión indiferente.

Antonio miró a Mary con indiferencia, por primera vez en cinco años, no sintió ninguna fluctuación en su corazón al verla.

-Hermana, la abuela nos dio este tiempo para conocer a nuestros futuros esposos, sabes que es para nuestro futuro ¿Tienes algún problema?- Flora la miró con tranquilidad y preguntó.

Ella miro a Antonio antes de volver su mirada hacia Mary, no pudo evitar sentirse como una rompe hogares y encontrarlo divertido.

Mary sintió una punzada de dolor al ver que Antonio ya no la miraba con calidez y cariño, era como si fuese un trozo de carne andante, sin emoción alguna en sus ojos.

-Yo... lo siento, solo... me siento incómoda estando a solas con Su Alteza el Príncipe Heredero... es un hablador muy coqueto y me pone nerviosa.- Dijo con una sonrisa de disculpa Mary, bajando la mirada.

Flora pudo sentir que ella realmente no mentía, pero no había nada que pudiese hacer, así que se acercó a Mary y le dijo al oído -Si te sientes así ahora ¿Cómo harás en la noche nupcial?

Sus palabras eran sinceras, solo tenía curiosidad, como mujeres, no podían negarle a sus esposos el tener intimidad para darles descendencia, esto era cierto en este mundo antiguo.

Si una mujer se negaba a satisfacer al hombre, sería enviada a casa con una carta de divorcio y también humillada en su hogar como una mujer abandonada por su marido.

Mary también sabía esto y su rostro se puso pálido, por primera vez miró a Flora con algo de gratitud. Ella miró a Antonio por unos segundos antes de salir de la habitación.

Cuando ella se fue, Flora sintió que algo andaba mal, rápidamente siguió a Mary y la detuvo por el brazo antes de decirle algunas cosas al oído, lo más bajo posible. Temía que Antonio escuchará, después de todo, él no era humano y su audición tampoco.

La expresión de Mary cambió cuando escucho las palabras de Flora, en sus ojos brilló el conflicto y no supo que creer.

-Tienes tres oportunidades, debes aprovecharlas.- Le dijo Flora en voz baja, ya sin tratar de susurrar.

Solo le daría tres oportunidades para tratar de recuperar su puesto en el corazón de Antonio, si no lo lograba, entonces había perdido el alo de la Protagonista femenina principal.

-Bien, nos vemos en la Mansión.- Mary se despidió de Flora y salió de la sala con una expresión algo emocionada.

De hecho, nunca pensó que Flora le ayudaría a tratar de recuperar el corazón de Antonio, aunque no sabia el motivo, se sentía feliz en su corazón.

Ella regresó con el Príncipe Heredero y su temperamento seguía siendo gentil y cálido.

Flora suspiro luego de que Mary se fue y se volvió hacía Antonio -¿Enserio ya no aprecias a mi hermana? Han pasado cinco años desde la última vez que se vieron pero tu no le dijiste nada, si fuera ella, mi corazón estaría destrozado.- Le dijo con la cabeza algo ladeada.

La expresión de Antonio se volvió gentil cuando respondió -Nunca me atrevería a hacerte sufrir. Y aunque en su momento quise a tu hermana, no puedo arrebatarla, aveces las cosas pasan por algo ¡Talvez sea el destino!

Sus manos tomaron las manos de Flora entre las suyas y le sonrió con gentileza, dejando a la chica aturdida ¡¿Cómo puede haber alguien tan guapo en este mundo?!

Todo el rostro de Flora se ruborizo por la timidez, sin embargo, no retiró sus manos y solo bajo la cabeza con vergüenza.

Antonio podía sentir los sentimientos alegres en el cuerpo de Flora, por lo que se sintió más satisfecho ¡Su destinada incluso era una doctora! ¡Ciertamente era el destino que ella lo encontrará ese día en el bosque!

Ambos almorzaron juntos, no fue hasta la tarde que Antonio llevó de regreso a Flora y la dejó en la entrada de la Mansión, donde Julio y Gloria ya esperaban a su nieta menor.

Él hizo una reverencia hacia ambos como futuro esposo de su nieta y sonrió antes de decir -Me siento satisfecho y complacida con mi futura esposa, agradezco su consideración al permitirme conocerla el día de hoy.

Sus palabras fueron suaves y elegantes, junto con su figura alta inclinada, era algo sorprendente de ver, incluso para Flora ¿Un dragón real haciendo una reverencia hacia sus abuelos? ¡Que asombro!

Sin embargo, sabía que Antonio solo estaba tratando de ganarse más el amor de los abuelos por ella. Era una manera de hacerla feliz.

Julio y Gloria quedaron sin palabras al ver el comportamiento tan gentil de Antonio ¿Dónde estaba el niño frío e indiferente al que todos temían por su irritable temperamento?

Julio miró pensativamente a su nieta, tan solo para ver que esta tenía el rostro sonrojado ¿Talvez el amor era la verdadera cura de Antonio? Si no ¿Cómo podría estar haciendo esta escena delante de ellos?

-Bien, Su Alteza el Cuarto Príncipe, me alegra que mi pequeña nieta haya sido agradable para usted. Eso es un alivio...- Julio no pudo evitar suspirar con alivio.

Su nieta menor siempre tuvo mucho temperamento y se irritaba con facilidad, causando estragos cada vez que estaba muy enojada. Aunque era excelente doctora, su temperamento... bueno, era su único problema.

-Si Su Alteza tiene algún pedido específico para la boda, puede decírmelo ¡Muy pronto seremos familia!- Dijo Gloria con una gran sonrisa en su bien conservado rostro, mirando a su futuro nieto político.

Aunque se podía decir que no Antonio no era realmente su familiar, ya que no estaba relacionado por sangre con ellos, al igual que la Consorte Imperial.

Con este matrimonio, realmente podrían considerarse una familia de verdad.

Antonio pareció pensar por unos segundos antes de mirar a Gloria con una sonrisa tranquila -Me gustaría casarme el mismo día que mi hermano el Príncipe Heredero, creo que ese es el único día auspicioso del mes y no habrá otro mejor hasta dentro de dos o tres meses.- Expreso con un rostro contemplativo.

En pocas palabras, quería casarse lo más antes posible.

De esa manera, podría evitar que el odioso del Príncipe Heredero quisiera arruinar su boda. Si se casaba el mismo día que él y se atrevía a hacer algo, su propia boda se vería perturbada.

Eso no lo favorecería en lo más mínimo.

Gloria y Julio quedaron sin palabras y se miraron el uno al otro, viendo la sorpresa en los ojos del otro.

Flora, la culpable de esto, solo pudo bajar la cabeza con vergüenza y cubrir su rostro rojo con las mangas ¿Porqué Antonio no podía ser un poco más claro? ¡Los abuelos los malintrepretaran!

-Bien, creo que Su Alteza tiene razón, ya estamos terminando los arreglos para la boda de Mary, podemos empezar los de Flora antes.- Julio dijo mientras sonreía.

Aunque sentía que Antonio estaba demasiado entusiasmado y apresurado, solo podían aceptar el pedido del Cuarto Príncipe, ya que después de todo, era hijo del Emperador y la Consorte Imperial.

-Agradezco mucho su consideración, puedo enviar a algunas personas para que sean de ayuda si así lo quieren. Preparar dos bodas es un trabajo arduo, espero no me rechacen.- Dijo Antonio con los puños delante de su pecho.

Al verlo tan dedicado y decidido, la pareja de ancianos no se negó, incluso se sintieron felices al saber que Antonio ya no tenía a Mary en su corazón.

Una lucha entre dos príncipes por una mujer sería un desastre para el país, y eso no era algo que quisieran ver.

De hecho, Antonio no defraudó, al día siguiente envió a un grupo de 30 personas y una de ellas era una dama especializada en bodas.

Con ayuda de las personas enviadas por el Cuarto Príncipe, la carga de los ancianos finalmente disminuyó, su trabajo se volvió simplemente supervisar a los sirvientes.

Tristemente, el Príncipe Heredero, ese playboy, no era tan considerado como su Cuarto hermano.