¿Porque rechazar al hombre que te ama con locura?
Emma una mujer renacida, ¿podrá volver a enamorar a su esposo?
El es fuego y ella viento, elementos que se atraen por la fuerza elemental, ¿bastará para que ellos puedan estar juntos?
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RECUERDOS
Yisel: no, no sé qué sucede, ya la revisé y no noto nada inusual en ella
Emma: ( Logré entablar una relación con mi esposo, nunca me imaginé el gran hombre que es y del cual me estaba privando por andar de terca y mirar para otro lado, poco a poco ambos nos fuimos conociendo eso sí, la mujerzuela de mi prima en algún momento también puso sus ojos en mi esposo y comenzó hacer de las suyas, creo tantos malos entendidos entre él y yo que nuestra relación empezaba a quebrarse más de lo que estaba, era una lucha constante entre ganarme a mi esposo y mantener a raya a Victoria, fueron demasiadas trampas, pero la que retumba en mis recuerdos es cuando lo perdí a él, su más grande acto fue secuestrarme la rata inmunda de Duncan y mi prima.
Cuando mi esposo me encontró yo estaba hecha un desecho humano, fui torturada por muchos días, me privaron de mi libertad, me azotaron, me hacían pasar hambre, frio, encerrada en un sótano donde no llegaba ni la luz del sol, lo único que le agradezco al cielo es que no llegaron a ultrajar mi cuerpo, eso no lo hubiera soportado nunca, yo ya me había convertido en la mujer del archiduque, solo le pertenecía a él y a nadie más. Se libró una lucha por mi liberación y aunque creí que mi esposo tenía las de ganar, todo era una trampa para matarlo a él, si ellos acababan con mi vida lo debilitarían a él y por fin podrían derrotarlo, en el imperio de Circonia había una lucha entre los herederos al trono, uno de los príncipes había buscado la manera de cazar a mi esposo y obtener una gema valiosa que aparece luego de extraer su corazón, les da el poder y la magia del dueño de esa piedra, así que esa serpiente rastrera había contratado a la rata asquerosa de Duncam para envolverme a mí y usarme para llegar a mi esposo.
Resulta que el poderoso archiduque Ajax es descendiente de los dragones y yo soy su destinada, esa miserable serpiente supo que yo era su destinada porque había puesto un espía en la mansión.
Cuando vi a mi esposo arrastrarse para llegar a mi deseé con todas mis fuerzas poder ayudarlo y acabar con todos esos que conspiraron en su contra, nadie tenía derecho a lastimarlo, ese estúpido príncipe me enterró su espada por la espalda, como pude llegue a él y puse mis manos sobre su rostro susurrándole que me perdonara por haber perdido el tiempo que debió ser de él y solo de él, el inmundo ese quiso terminar con su vida, pero no sé de donde, ni como, sentí un poder recorrer mi cuerpo que lo envió lejos, pero ya era tarde para los dos, mi último aliento de vida fue mirar sus hermosos ojos llenos de lágrimas apagarse junto a los míos.
Puedo remediar todos mis errores, puedo salvar a mi Keniar.
He regresado en el tiempo, a mi primera vida he vuelto por mi amado Keniar y nadie lograra arrebatarlo de mis manos. Con razón en ese mundo de tecnología siempre sentía que me faltaba algo fundamental, y es él y solo lo necesito a él) ¡KENIAR!!
Keniar: cariño, tranquila, estoy aquí, ¿aun te duele la cabeza?
Emma: (mis recuerdos han regresado, luchare contra quien sea, no dejare que me lo arrebaten nuevamente) tardaste mucho, estaba asustada
Keniar: lo lamento tanto cariño, prometí cuidarte y protegerte y no lo he cumplido, no sé si sea….
Emma: no te atrevas a decirlo o me enojare contigo y te castigare
Keniar: pero…. (en serio se enojó)
Emma: pero nada
Keniar: no volveré a hablar tan descuidadamente, me preocupa tu dolor de cabeza, debo buscar quien pueda ayudarte, ni siquiera Yisel pudo hacerlo
Emma. Mas te vale que te comportes Keniar o me vas a conocer, y sobre lo del dolor de cabeza no es importante
Keniar: ¿estas enojada? No te enojes cariño, ya entendí
Emma: entiende una cosa Keniar, tu eres mío y solo mío, nunca te voy a dejar ir, solo pongo en practica lo que dice en Eclesiastés 3: 4
Keniar: ¿qué dice?
Emma: averígualo por ti mismo
Keniar: esta bien, ¿quieres regresar a casa?, en medio de mi desesperación te traje fue al palacio
Emma: ¿recuerdas de la sorpresa que te hable?
Keniar: si claro, ¿ya me la darás?