La Reina Y El Actor

Capítulo 21

Trevor y Beatriz estaban abrazados aun acostados en el piso de aquella cabaña, afuera seguía lloviendo. Él le explicó que no había recibido su carta, si lo hubiera hecho, nada lo habría detenido de ir a buscarla. Pero el mensaje que le dejó con Kenia, ese sí había sido verdad y por eso le pedía perdón.

—No, no me pidas perdón, sobrevivimos a esta prueba ahora estás aquí a mi lado, además como puedo sentir algo negativo hacia el padre de mi hijo y el hombre que siempre he de amar.—respondió Beatriz

—No tengo palabras que expresen todo lo que estoy sintiendo en este preciso momento, lo único de lo que estoy seguro es de que te amo y encontrarte me ha devuelto la vida, además de que quiero ver a nuestro hijo y abrazarlo.—dijo Trevor

—Te prometo que lo verás, Luis es un gran niño sin duda lo vas amar.—decía Beatriz

—Ya lo amo, ¿Por qué lo llamaste Luis?.—preguntó Trevor

—Por mi abuelo, tanto él y mi padre eran hombres admirables, desde su deber amaban a su familia.—respondió Beatriz

—Cambiando de tema, y aunque soy inmensamente feliz en este momento, no quiero que sientas culpa por haber engañado a tu esposo. Sé que ahora tienes un compromiso con él.—expresaba Trevor

—Si fuera mi esposo en la práctica, tal vez lo sentiría, la realidad es que tú has sido el único hombre en mi vida. Nicolás y yo solo somos aliados. El huyó de una familia que arruinó sus sueños y lo separaron de la mujer que aún ama, además él sabe todo sobre ti. Nuestro matrimonio es un deber, el juro cuidar y protegerme. Además el duque de Dinamarca se ha encargado de estar con tu hijo, desde que llegó a este mundo. En resumen él y yo nunca hemos dormido juntos. Se nos ha cuestionado el por qué no hemos tenido más descendientes, simple no tenemos vida marital.—respondió Beatriz

—¿Pero no es extraño que duerman separados?.—preguntó Trevor

—Es el protocolo, la reina siempre duerme sola. Aunque algunas noches nos la ingeniamos para que lo vean salir de mi habitación. Es un caballero y de toda mi confianza.—respondió Beatriz

—¿Cómo puede resistirse a una mujer como tú? Mi vida eres maravillosa, hermosa y aunque lo llegues a dudar me gusta la mujer en la que te has convertido. Siempre has sido fuerte, pero ahora te has vuelto aún más interesante.—decía Trevor

—Tu te has convertido en un hombre más atractivo, la realidad es que ambos hemos madurado. Es momento de irme, antes de que toda la guardia real comience a buscarme.—dijo Beatriz mientras besaba una vez más a Trevor

—Prométeme que no te irás de nuevo.—decía Trevor

—Nunca me iré, te lo prometo.—respondió Beatriz y volvió a besarlo

Ambos se pusieron de pie, pusieron su ropa aún húmeda y se despidieron entre besos tiernos. Acordaron que Beatriz se adelantara, para que no los vieran juntos. Pero efectivamente ya la estaban buscando, no solo su seguridad también Tommy Liddell

—Su majestad me alegra ver que se encuentra bien.—expresó Tommy mientras se inclinaba hacia su reina

—Me resguarde de la lluvia, podemos irnos. Por cierto el primer ministro solicitó usar los caballos reales, como podrán darse cuenta accedí.—dijo la reina

—Como usted ordene su majestad.—respondió Tommy

Todos caminaron hasta los coches para llevar a su reina devuelta al palacio. Desde lejos Trevor veía como se marchaba la mujer de su vida, sin duda a primera vista era otra, pero por dentro seguía siendo su amada Beatriz, su encuentro lo hizo comprobar que solo con ella podía hacer el amor, su entrega fue perfecta ya que solo ella lograba hacerlo sentir completo. Pero también pensaba en su hijo, eso lo emocionaba aún más.

La reina llegó hasta su habitación para tomar un baño caliente, después fue hasta la habitación de su pequeño hijo.

—Mami!.—expresó emocionado el príncipe

—Mi niño hermoso.—respondió Beatriz mientras lo abrazaba

—Te extrañé mami.—decía el pequeño Luis

Beatriz jamás iba a permitir que la separaran de su hijo, si era necesario acabaría con las costumbres de la familia real. Estuvo con el príncipe suficiente tiempo hasta lograr que se durmiera, durante el día Nicolás se encargaba de él y en las noches mamá se hacía presente para dormirlo. Beatriz regresó a su habitación, y volteó a ver si se encontraba Nicolás en la suya. Si ahí estaba.

—¿Puedo pasar?.—preguntó Beatriz, Nicolás se puso de pie para inclinarse, todos lo hacían en automático al ver a la reina

—Eres siempre bienvenida cariño, ¿todo bien?.—preguntó Nicolás

—Me reencontré con Trevor.—respondió Beatriz directamente

—En verdad, ¿Qué sucedió?.—preguntó pesimista

—aclaramos las cosas, me sigue amando. También le conté sobre nuestro hijo.—respondió Beatriz

—Me alegra que hayan podido aclararlo todo, pero no te voy a negar que me entristece que ahora me quedaré sin mi hijo.—decía Nicolás

—Te aseguro que no será así, Trevor no es egoísta, sabe que has cuidado de su hijo así que no dudo que comparta su paternidad contigo.—le aseguraba Beatriz

—Menos mal, sabes que cuentas conmigo para lo que sea. Me siento tan feliz por ti, también quisiera poder recuperar a la mujer que amo. Por eso me alegra que tú puedas recuperar a tu amor.—decía Nicolas

—Gracias por todo, aunque debemos de evitar que se entere mi madre y Tommy. Ellos evitaron que arreglara el mal entendido, pensaba en reclamarle a Tommy incluso despedirlo. Pero es ponerlos sobre aviso y no dudo que se valgan de todo para separarme de Trevor.—dijo Beatriz

—Entonces lo que pensaste fue verdad, Tommy destruyó tu carta o la perdió con toda la intención. Es un rufián.—decía Nicolás

—Quiero que Trevor conozca a nuestro hijo, sé que Luis y tú tienen una relación muy bonita. Pero él es su padre, ¿lo entiendes verdad?.—preguntó Beatriz con timidez

—Claro que sí, después de todo yo siempre fui consciente de que algún día esto pasaría. Siempre pensé que algún día su padre, sabría de su existencia. No me gusta dar algo por hecho.—respondió Nicolás

—Gracias por todo lo que haces por nosotros, entonces me ayudarías a que Luis comprenda esto. Sé que eres en quien más confía.—pedía Beatriz

—Lo entenderá, es muy inteligente no lo subestimes. Sé que desde tu deber no has podido estar con tu hijo todo el tiempo que quisieras, es lo malo de la corona te debes a ella y a tu pueblo.—respondió Nicolás

—Es verdad y no sabes cuánto me ha dolido este sacrificio, soy una cobarde, es por eso que a pesar de haber corrido a mi hermano decidí entregar mes a mes su pensión económica, no era justo que me desquitara con el, mi cobardía. pero nadie lo sabe así que tú no escuchaste nada, bien ahora te dejo dormir. En cuanto lo planeemos adecuadamente nos damos a la tarea de que Trevor y Luis se conozcan.—se despedía Beatriz

—Si descansa querida.—respondió Nicolás, cerró su libro y apagó la luz

Mientras tanto Trevor estaba emocionado, le platico a Robert todo lo que habían vivido con lujo de detalles.

—Te dije hermano, me declaro tu fan número uno. Me alegro por ti, recuperaste a tu mujer y además ahora tienes un hijo. Que por cierto será el futuro rey, eres una leyenda. Creo que no dimensionas aún lo que está ocurriendo.—decía Robert

—No había pensado en ello, soy papá de un futuro rey, un gobernante y legítimo heredero a la corona. Pero es mi hijo, jamás pensé que algo así me pasaría.—respondió Trevor

—Nadie, tu mujer es una reina, una soberana que gobierna y tiene poder, ellos vienen de lo divino, tu hijo viene de sangre pura y noble, generaciones enteras de sangre real corren por sus venas, será ungido al igual que profetas, dioses y sacerdotes. Creo que me he aprendido bastante bien mis líneas escritas por Pacheli.—decía Robert

—No tengo duda de ello, además mi Beatriz, solamente ha sido mía y pude sentirlo, ella se guardó para mi. Su matrimonio es solo apariencia, y le creo.—le platicaba Trevor

—Realmente eres afortunado, ahora que vas hacer con Megan. Que diría la reina si se entera de tu relación de más de dos años. Porque aunque tú digas que no significa nada, al final significa todo. Megan está esperando por ti.—le recordaba Robert, más que nada que evitara seguir ilusionando a Megan

—Terminaré definitivamente con ella, solo me importa Beatriz y mi hijo. Recupere mucho mas de lo que imaginé.—decía Trevor feliz

Pero Megan no se daría por vencida, además Trevor tenía tres enemigos, la corona, la reina madre y Tommy Liddell. Megan era el menor de sus problemas, aunque ella lo amaba con locura.