Frío Distante

Escuchar el cantar de las aves, el ligero aroma a pino y madera fresca, con un clima fresco y agradable hacía que kora se pusiera de buen humor, recordando todas aquellas veces que emocionada venía de visita al lado de sus padres, solo que ahora... ahora era un poco diferente venía a petición u obligación con su esposo, eso no le molestó, estaba feliz de a su pequeño y hermoso pueblo, casi había olvidado por completo el desaire que le había hecho Demian, su realidad resurgió tras pasar de largo por la dirección donde vivía su familia.

Tras llegar a la casa, a la enorme y lujosa casa de Demian se paralizó, al verla tan fuera de lugar, pensaba, una casa tan grande queriendo opacar lo majestuoso de este lugar solo por la vanidad de este señor, decía en su mente, suspirando en señal de resignación. Demian se encontraba un poco desaliñado, un poco despeinado, cuando llegaron estaba en la sala la cual se miraba al tan solo entrar, Demian miraba a la nada, ni siquiera se dio cuenta de cuando entraron.

Kora lo veía tratando de descifrar aunque sea por una mínima posibilidad algo que pudiera revelar sus ojos, solo que esos ojos negro-grisaseos profundos no revelaban absolutamente nada, eran una ventana difícil de ver a través de ella.

— seguirás viéndome tontamente todo el día kora?—pregunta Demian, con un gesto de malestar, arqueando la ceja izquierda.—

—demian...—suspira por el sobresalto, tras la impresión.—solo... Solo veía tu casa, es linda.—traga saliva, nerviosa trata de disimular.

—no te quiero ver la cara, vete a tu habitación.—ordena, tomándome el cabello con ambas manos.

— entonces para qué me trajiste, debiste dejarme en casa de mi tío en todo caso, así no me verías.—

—KORAAAAAAA, LÁRGATE A TU MALDITA HABITACIÓN AHORA!!!!!!!. No lo repetiré!!!!—sobresaltado y de un paso posa frente a kora con una mirada pesada sobre ella y en su rostro solo se veía malestar y molestia.

Kora se limitó a guardar silencio e irse como se lo pidió, una empleada la acompañaba a la habitación las maletas ya estaban ahí tan pronto entro se aventó a la cama y cerro los ojos, sonrió un poco giro y se quedó dormida. Demian, por otro lado, discutía de sus negocios con Javier, estaba sumamente estresado e irritado, su mal humor era evidente.

—al menos puedes disimular un poco tu molestia Demian.—rio, negando con la cabeza.

—jódete!!!—dijo una voz gruesa.—parece que no sabes que este lugar es detestable para mí, así que no me vengas a decir que disimule como si me importará si se dan cuenta o no.—

—señor... Tu padre quiere que te encargues de los hombres aquí, que visites los campamentos de la mercancía, últimamente se están metiendo de otros bandos y eso no es bueno lo sabes.

—si, si lo sé, este maldito pueblo me causa mal humor, así que...—suspirando alza ambas cejas, negando con la cabeza.

Demian y Javier pasaron toda la tarde en la oficina de demian discutiendo sus asuntos, kora tras unas horas dormida despertó e inmediatamente salto fuera de la cama casi corriendo hacia fuera, no sin antes ver con detenimiento los rincones de aquella enorme casa...

—a donde vas?—resonó esa voz ronca y gruesa tras las orejas de kora, tras Demian descubrirla a punto de salir de la casa, ella solo se giró, trago saliva y sonrió levemente.—no me piensas responder?—alza la voz.

—yo... Yo solo quería… Ver un poco el atardecer, quería tomar algo de aire fresco hay algo de malo en eso?—

—has lo que te dé la gana, no me importa mientras no causes problemas.—menciono Demian indiferente.—miguel!!!!.—grito y uno de sus hombres vino inmediatamente.

—si señor!!—asintió con la cabeza.

—es mi mujer!!, encárgate de que no le falte nada aquí cuídala y acompáñala a dónde sea que quiera ir.—ordeno y el hombre asiento nuevamente afirmando con la cabeza mientras Demian hablaba.

—si señor yo me encargo, con permiso, la espero afuera señora.—se va.

—no es necesario que me mandes a cuidar, no trataré de escapar, por dios ~~~—interrumpida por Demian se pone un poco molesta de la situación.

—por tu bien espero que no trates de hacer de nuevo esa estupidez!!!—la mira, lanzándole una mirada amenazadora.—no te atrevas a desafiar mis órdenes, él te va a acompañar te guste o no, vete de una vez antes que cambie de opinión kora—

—no es necesario que me esté cuidando, no para tanto —lo mira furiosa y se va.

Furiosa kora se va hasta la casa de su tío, llega y todo estaba demasiado tranquilo y extrañamente las puertas cerradas, desolado como si no hubiera nadie ahí...

—señorita está segura que es aquí?—

—si, solo que no se parece no hay nadie, tocaré la puerta—un poco triste sigue su camino y toca la puerta.

Después de unos minutos de haber tocado y a casi nada de irse, sale una mujer de la casa saludándole, hablaron por al menos dos horas, la mujer era la persona que ayudaba en casa con sus tíos, le hablo sobre como hacia pasadas tres semanas se habían ido de viaje y aún no regresaban, kora no sabía nada pues tenía poca comunicación, después de un rato simplemente regreso a casa de Demian.

Triste tras no ver a mi familia, que era lo que más me emocionaba de haber llegado, después de eso... tuve que regresar a esta casa donde estaré aún más sola...—pensaba kora.—no quisiera tener que volver a lado de ese hombre tan siniestro y tan sin empatía, no sé en qué momento se me ocurrió que alguien así podría gustarme debo estar completamente loca, dejarme llevar por qué solo fue amable un par de ocasiones—rompe en llanto silenciosamente frente a la puerta, inundada aún en sus pensamientos.—al casi valió la pena sacrificarme así?—entra rápidamente tratando de no detenerte para no ver a su esposo.

Lamentablemente, kora tuvo tan mala suerte este día que no solo se encontró con Demian sí que choco su frente con el pecho de Demian—carajo mira por dónde caminas.—renegó, molesto tras el indiferente derramar el café que traía en la mano— ven acá!!, que te pasa?, mierda mira que desastre—frunce el ceño en señal de molestia mientras regresaba a kora hacia atrás de un agarre en el brazo.—suéltame Demian!!!—forcejea, se suelta y sube a la habitación.

Demian vio como la espalda de su esposa estaba empapada por el café, —maldita sea—maldijo y fue tras ella.

Entro a la habitación abruptamente directamente a kora.—que carajos te pasa eh?— pregunta tras colocarle frente a ella, la veía con esos ojos inexpresivos y profundos.—porque estás llorando, el café estaba frío...—tratando de tomar el rostro y limpiarle los ojos.

—no me pasa nada, deberías irte—aclara mientras rechaza que toque su rostro empapado en lágrimas.—solo fue un accidente, tendré más cuidado la próxima vez.— sin preocuparse se alejó entro al baño y dejo al hombre ahí solo.

Demian no podía creer que la actitud de su esposa, nunca le había hablado tan sin preocupación, su respiración se agitó un poco tras la situación sin más salió de la habitación y se fue, mientras kora limpiaba su rostro suplicaba por resignación, la tristeza no solo salía a través de sus ojos también se veían, tomo un largo baño después salió a una pequeña terraza y dedico la tarde solo a mirar en silencio.

Miraba lo verde de los árboles y como el sol se escondía tras ellos, dando una hermosa vista de un atardecer en tonos naranjas y tornarse rosados también, permanecía sentada en un pequeño sofá, después de un rato la piel de kora se sentía helada el clima fresco y la cada vez más cercana ausencia del sol lo provocaba, se reusaba a entrar aún hasta ver el último rayo de sol.

—deberías entrar, hace frío ya.—sonrio amistosamente.

—Javier, estoy bien aquí gracias en un rato entraré—sin despegar la vista a su horizonte respondió, desanimada. Javier se sienta intentando hablar un poco con ella, notando su tono de voz opaco y desanimado.

—estás bien?, te pasa algo?—cuestiona un poco preocupado.

—lo estoy no te preocupes, yo.... estoy bien... Solo...—aún no terminaba de hablar cuando la presencia de aquel hombre no la dejo continuar.

—Javier ya me avisaron que todo está listo para llegar a las cabañas, prepara todo para partir mañana temprano.— ordena mientras se da cuenta de la presencia de kora.—tú que haces aquí kora?, también estás aquí fumando.—dice serio y se acerca al barandal de la terraza apoyándose en el viendo a ambos.

Sin responder ella simplemente se levanta y se va de la terraza, fulminándolo con la mirada.—como se le ocurre decir que estoy para fumar, que le pasa!!!—decía algo molesta para sí misma mientras se alejaba.

—ahora que le hiciste Demian?—preguntaba burlón Javier tras la escena que presenció.

—cállate, que le voy a hacer!!!— responde negando con la cabeza…

Tras un rato pensando kora intento comunicarme con su tío león, trato una, otra y otra vez, pero jamás pudo hacerlo, después de más de 3 docenas de mensajes se rindió y dejo de insistir dejando a un lado eso, su estómago rugía impaciente por algo de comer así que bajo a la cocina a saciar su hambre. Se sentó en la cocina sola.

—que haces aquí?!!!, cena en el comedor!!!.—le ordena Demian.—que carajo te paso hoy?, porque venías llorando?.—cuestiona con curiosidad, arqueando una ceja en modo serio.

—desde cuando le importa si me pasa algo?—encontrándose frente a frente con sus ojos, espera una respuesta y al mismo tiempo no esperaba nada.

—hmm…—suspira.—bien si no quieres decirme no me digas, solo espero que nadie de este maldito pueblo te haya visto llorar así!!!— coloca una mano en la cien y frota.—

—y que si alguien me vio Demian, que importa!!!!.—pone el plato en el lava vajillas y se dispone a irse.

—kora!!!, a mi no me hables así!!!—la detiene.—solo te advierto que te comportes con esta gente, para mi maldita desgracia tengo que cuidar la compostura aquí y tú como mi mujer aún más, no quiero que está gente ande en habladurías a mis espaldas por qué te vieron lloriquear por ahí, quién sabe por qué!!!!—se aleja de ella a un paso mirándola fijamente, mirándola como se quedaba quieta.

—no tienes nada de que preocupar, nadie me vio y no tienes que ponerte así, al final no te da importancia el saber porque estaba así, por favor Demian.—traga saliva, y posa su mirada frente a frente antes de continuar.— no quiero discutir más por favor por lo menos aquí no, ya es suficiente para mí, no tengo ánimos.—dijo con voz calmada.

Demian nota que intentaba desesperadamente controlarse y calmarse, sorprendiéndolo con su tono. Pareciera que realmente estaba luchando por mantenerse firme y no quebrarse ante él. Por un instante, Demian se sintió intrigado por saber qué podría haberle perturbado tanto que la hizo llegar en ese estado. Normalmente, eres tan estoica y formal con él, que era extraño para él verla así.

—bien, por mí no hay necesidad de discutir, me harías un gran favor a mí también, hasta que dices algo razonable.—dice extrañamente calmado con un sutil tono de voz, después solo se va a la habitación dejando ahí a kora.

Ella se quedó por un rato más aún con pensamientos en qué le ponían triste y unos otros efectivos en cuanto su vida.—debería tratar de ser feliz, con lo que tengo, con la vida que me tocó hacer.—pensaba, tratando de tener resignación.

Ese día decidió rendirse y no pensar más y enfocarse en tratar de buscar buenos momentos, para no sentirse como un sacrificio, ante las circunstancias.