¿Cuantas veces estas dispuesta a repetir el mismo error? ¿Cuantas veces puedes caerte con la misma piedra?... 4 veces me case con el mismo hombre. 4 veces nos divorciamos. Pero sin dudas ya no existiría una quinta vez, ya había aprendido mi lección de que por más que te aferras a alguien esto no soluciona nada, tampoco te garantiza su amor y al final la única persona lastimada es la que que ama más. Para mí el límite fue esa quinta vez en la que yo misma le pondria un punto final a lo que jamás se debió de alargar tanto.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Melisa.
La mañana llega con el cantar de los pájaros y al levantarme como ya es costumbre Francisco no está. Voy directo a la cocina para calentar mi desayuno con la sorpresa de ver la olla vacía y la ventana abierta.
- Señora.
- ¿Qué le pasó a mi comida?
- De seguro el gato callejero que anda merodeando por el patio se coló en la casa por la noche. ¿Le preparo algo?
- Está bien con una taza de café y unas tostadas ya estoy.
Francisco tiene a su propia señora de la limpieza, no me deja entrar a las habitaciones que él usa así que ella se encarga de mantener todo en orden, pero lo de la comida me da mala espina.
He visto al gato del patio y suelo alimentarlo todos los días así que sé que no fue el quién se robó mi sopa, sino un gato más grande y mañoso.
Que le costaba aceptarla anoche, digo tampoco es como que lo vaya a culpar por un poco de comida. Ese hombre sí que es orgulloso.
- Voy a ir a visitar a mi padre está tarde.
- Señora su esposo me dejó un recado para usted y es que la señorita Melisa vendrá a cenar.
- ¿Melisa?
- Es la prima de su esposo.
- Ya veo y que tengo que ver yo en todo esto.
- Quiere que la reciba porque acabará tarde debido a una reunión en la ciudad vecina.
Ahora soy su mucama o que le pasa a este desgraciado, tampoco es como que me pueda negar. - Bien voy a estar de regreso a las 17.
Hay papá en que lío más grande me has metido, ojalá y puedas solucionar todo pronto. No tengo dudas de sus habilidades, pero no quiero pasar toda mi vida en esta casa y menos al lado de este hombre.
Una hora después llegó a la constructora, todos me reciben entre sonrisas y felicidades por mi supuesto matrimonio. Ellos me conocen desde pequeña y para mi son como mi familia.
- Papi.
- Mi hermosa princesa ya está aquí.
- Mira que desordenado está todo aquí. No me digas que has estado durmiendo en ese viejo sillón estos últimos días.
- Quiere solucionar esto lo más pronto posible.
- Papá no hace falta que te esfuerces tanto, lo harás increíble así que tomate tu tiempo, yo estoy bien y dentro de todo Francisco no es malo.
No puedo creer que hace momentos atrás estaba deseando que acabará pronto, verlo así de cansado me rompe el corazón mientras yo me quejo de nada.
- Ven déjame ayudarte un poco.
- Gracias princesa.
Tomó la computadora y comienzo a dibujar los planos, si queremos salir de esta vamos a trabajar duro los dos juntos como siempre lo hemos hecho.
Antes de darme cuenta ya es tardísimo, reviso mi celular y están a punto de ser las 20 horas.
- Papá me tengo que ir.
- Gracias por todo Cristal, salúdame a Francisco.
Genial ahora estoy en graves problemas con ese hombre porque de seguro su prima ya le aviso que nadie la recibió en casa. Apretó a fondo el acelerador para llegar lo antes posible y al bajar puedo notar un auto llamativo estacionado en la entrada.
- Señora.
- Perdón llegó muy tarde.
- Ella la está esperando en la sala.
Mientras camino veo a una castaña de piernas cruzadas con una taza de café en las manos.
- Buenas tardes, me disculpo por la tardanza.
- Así que eres la esposa de Francisco, que mala primera impresión dejas querida.
- Surgió algo importante en el trabajo, pero veo que ya estás muy bien instalada así que no hay problema. ¿Melisa verdad?
Ella se para imponente y dominante ante mí, creo que esto es un mal gen que corre por la familia.
- Así es y déjame decirte que yo siendo doctora me tome tiempo de mi apretada agenda para venir a saludar a la nueva integrante de la familia. Esperaba al menos un poco de educación de tu parte.
- Bueno ya me disculpé otra cosa no puedo hacer.
- Ja que bajo ha caído mi primo.
- Que acabas de decir.
La puerta se vuelve a abrir y vemos llegar a Francisco, ella corre a su encuentro chocando conmigo.
- Primo que bueno es poder verte después de tanto tiempo.
- Melisa que agradable verte también.
- Gracias por dejar la reunión para venir a verme. No pude asistir a la boda por que estaba en una cumbre al otro lado del mundo.
- Es lo menos que puedo hacer y lo comprendo, no te perdiste de mucho en realidad.
Hago un gesto con mi mano en forma de burla por su conversación antes de comenzar a subir las escaleras.
- ¿Adónde vas Cristal? Acabas de llegar y ya me dejas sola otra vez.
- Si eso estoy haciendo, Melisa que bueno que te das cuenta.
Sigo mi camino ignorando a esos dos, no hace falta que digan que no soy bien recibida y tampoco tengo ganas de fingir que me importa.
- Ella es todo un caso. Puedes creer que no estaba en casa cuando yo llegué.
- Lo desconocía por completo, hablaré con ella más tarde.
- Ven y dime como fue todo, nunca pensé que de la nada te casarías.
- Simplemente, pasó no hay nada que contar al respecto.
- Sabes vi a Constanza en mi viaje.
- ¿Cómo estaba ella?
- Muy bien, más que bien diría.
- ¿Te pregunto por mí?
- Si lo hizo y te manda saludos. Ah y también me dio esto para ti.
- Gracias por traerlo.
- Tranquilo no le dije nada. ¿Pero por qué permitiste esto cuando todavía la amas a ella?
- No tenía opción, pero Cristal no significa nada en mi vida mucho menos pienso aceptarla como mi pareja.
- Ya veo... Tengo muchísima hambre, que tal si vamos por algo delicioso.
- Genial salgamos a disfrutar de la noche, mi amigo acaba de abrir un lugar que de seguro te encantará.
Desde la ventana logró ver como ambos se van, esa mujer no me agrada y claro está que yo a ella tampoco. Siempre y cuando se vaya por donde vino todo estará bien porque no voy a poder soportar a dos de ellos a la misma vez.