Una joven es arrojada a las vías de un tren y su existencia se extingue en un instante. Cuando vuelve a abrir los ojos, no encuentra descanso ni luz, sino el cuerpo de la villana secundaria de la novela que siempre odió. La rabia que arrastraba en su antigua vida despierta ahí, más fría y afilada que nunca.
En ese mundo donde la “santa” es intocable y los héroes juegan a ser salvadores, ella decide convertirse en la sombra que los devore. No quiere redención. No quiere justicia. Solo quiere verlos caer.
¿Podrá quebrar la historia que otros escribieron?
¿Quién detiene a alguien que dejó de creer en la misericordia?
¿Y qué ocurre cuando la oscuridad obtiene un nuevo nombre… y un nuevo rostro?
NovelToon tiene autorización de Mayerli Gutiérrez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Mis amigos
Al llegar a una banca lo suficientemente alejada, Ember se dio cuenta de que aún sostenía la mano de Lily. La soltó de inmediato y se aclaró la garganta.
—Perdón.
—No pasa nada, señorita Ember, pero… —Lily dudó un momento— ¿por qué dijo que la había empujado si eso no era verdad?
—Mi reputación ya está hecha trizas —respondió Ember con calma—. Aunque dijera la verdad, no me habrían creído. Y no tenía ganas de perder tiempo discutiendo.
Luego la miró de reojo.
—Pero tú… ¿por qué me defendiste?
Lily bajó la mirada, jugando con los dedos.
—Yo… la verdad no lo sé. Fue un impulso, creo.
Ember la observó unos segundos y luego apartó la vista.
—Da igual. Pero hay algo más que me inquieta —dijo Ember, clavando la mirada en Lily—. ¿Por qué estás aquí?
—Bueno… desde pequeña ha sido mi sueño entrar a la acade...—
—No hablo de eso —la interrumpió Ember, seca—. Hablo de por qué estás sentada a mi lado. De por qué quieres ser mi amiga.
Durante dos años te hice la vida imposible.
Lily apretó los labios antes de hablar.
—Desde que llegué me molestaste. Me obligabas a hacer tus tareas, difundías rumores falsos… —tragó saliva—. Muchas veces me pregunté por qué tenía que aguantar todo eso.
Luego, en este último año, empezaste a evitarme. No estabas en las mañanas y llegabas tarde por la noche. Pensé que esa calma iba a terminar peor que antes.
Levantó la vista lentamente.
—Pero el día que chocaste conmigo… te disculpaste. Ahí sentí que algo había cambiado. Aun así dudaba.
Hasta el día del escorpión.
Miró a Ember directamente a los ojos.
—Ese día entendí que ya no eras la misma. Pero entonces apareció otra pregunta —su voz tembló apenas—.
¿Por qué dejaste de molestarme?
Ember se quedó en silencio unos segundos. Luego sonrió apenas, una sonrisa breve y verdadera.
—Dejé de molestarte porque cambié de objetivos —respondió al fin—. Y en esos objetivos ya no estaba perder tiempo torturando gente
—Eso aclara mis dudas… y me alegra que ya no seas la Ember de antes —dijo Lily con una sonrisa genuina.
En el futuro seré peor, pensó Ember, sin cambiar la expresión.
—Aunque ya sea tarde y quizá no sirva de nada… perdón.
Lily parpadeó, claramente sorprendida. Luego su sonrisa volvió, más tranquila.
—Lo acepto.
Antes de que el momento se volviera incómodamente sincero, Daniel apareció con dos bebidas en las manos.
—Perdón por la tardanza, chicas.
Les tendió una a cada una.
—Siempre apareces en los peores momentos —murmuró Ember, tomando la suya.
—Es un talento natural —respondió Daniel con una sonrisa descarada.
Lily soltó una risa, y Ember la imitó sin darse cuenta.
A lo lejos, desde el segundo piso, el presidente observaba la escena con atención.
—Interesante… —susurró.
Su mirada se desvió brevemente hacia Katy, que conversaba rodeada de estudiantes, pero su mirada se desviaba de ves en cuando a Ember.
—Esto será mucho más entretenido de lo que imaginé.
El día terminó y, por primera vez, Ember regresó a la habitación junto a Lily. La conversación fue tranquila, casi cálida, algo que habría sido impensable meses atrás.
Cuando se acostó y cerró los ojos, el silencio le dio espacio a los pensamientos.
Ahora que lo pienso…
Daniel debería estar orbitando a la heroína, y Lily ya tendría que ser su mano derecha.
Pero están conmigo.
Miró el techo, buscando una respuesta que no le gustara demasiado.
¿Será un efecto de haber cambiado el guion?
Pensó en evitarlos. Dejarlos libres para que regresaran al camino “correcto”, al lado de la protagonista. Pero los recuerdos recientes se le colaron sin permiso: las discusiones absurdas con Daniel, la torpeza sincera de Lily, las risas que no planeó tener.
Frunció el ceño.
En ella futuro tendra más aliados…
Puedo darme el lujo de quedarme con estos dos.
Sabía cómo sonaba. Egoísta.
Ember giró sobre la almohada y negó despacio.
—El egoísmo también es parte de ser una villana —murmuró para sí.
Con esa decisión tomada, cerró los ojos.
Daniel y Lily se quedarán a mi lado.
Y el mundo, sin saberlo, acababa de desviarse un poco más de su historia original.