"El lío de Carlos" es una novela inspirada en una historieta escolar que narra las aventuras de Carlos, un joven carismático, despreocupado y amante de la diversión. Con su espíritu libre, disfruta explorando sus relaciones, coqueteando sin límites tanto con las chicas, pero tal parece que el destino cambiara el rumbo de su vida.
Por otro lado, se encuentra Janeth una joven trabajadora y determinada que enfrenta una lucha personal por encontrar una cura para su abuelo. En medio de los enredos y dramas que rodean la vida de Carlos y Janeth, sus caminos se cruzarán de formas inesperadas. ¿Logrará el amor triunfar entre tantas dificultades? Acompaña a estos personajes en una historia llena de emociones, retos y descubrimientos.
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Capítulo 3: Encuentros y nuevos comienzos
Carlos y Sebastián entraron al hotel y se dirigieron hacia la recepción.
Recepcionista: Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? -dice amablemente.
S: Hola, buenos días, tengo una reservación a nombre de Sebastián Villanueva.
R: Permítame un momento.
Chequea en la computadora
R: Aquí tiene, su habitación es la suite presidencial. -Le da la llave.
S: Muchas gracias, señorita.
Carlos se acerca
C: Hola, bella dama, ¿me podría dar una habitación, por favor? -Lo dice coqueto.
R: Claro que sí, ¿qué es lo que está buscando? -Coqueta.
C: Una suite para el rey. -Lo dice coqueto.
Llega Sebastián
S: Lo único que eres, es un pendejo. -Se ríe.
C: Lo mira molesto
R: Se ríe Aquí tiene su llave, joven.
S: Muchas gracias, señorita.
Ambos se retiran y se dirigen a sus habitaciones.
El mismo día en Los Ángeles, 7 am en la casa de Janeth.
POV Janeth: Sonó la alarma a las 7 en punto de la mañana. Me desperté como de costumbre, me puse mis pantuflas y mi bata, y me fui directo al baño.
POV Janeth: Lavé mis dientes y mi cara, después de secarla me dirigí a la ducha. Puse algo de música para relajarme aún más. Después de 5 minutos, salí de la ducha fresca como una lechuga y me dirigí a cambiarme. Elegí algo formal pero cómodo, ya que quería causar una buena impresión para quedarme con el trabajo.
Ya que estaba lista, bajé al comedor y ahí me estaba esperando mi abuelo.
J: Buenos días, abuelo.
Abuelo: Hola, calabacita, ¿cómo dormiste?
J: Bien, ¿y tú?
Abuelo: Pues más o menos, siento que no he dormido desde hace una semana. Esos hospitales me dejan cansado. -Lo dice algo molesto.
J: Ay, abuelo, es por tu bien. Me preocupaste muchísimo. Solo necesitas descansar más.
Desayunamos y me despedí de mi abuelo. Salí de casa y me dirigí hacia la empresa. Tomé un autobús y después de 20 minutos llegué. Me quedé sorprendida al ver lo grande y lujosa que se veía la empresa, pero logré salir del shock y me dirigí hacia adentro. Al entrar pensé: "Es muy grande este lugar." Me dirigí a recepción y hablé con las señoritas que estaban allí.
Recepcionista 1: El circo está a dos cuadras de aquí, por si se equivocó. Esta es una empresa de prestigio. -Dijo incrédula
J: -Pensando-"Qué mujer tan más odiosa"
Recepcionista 2: No le haga caso, pase por aquí, por favor. -Amable.
R2: ¿A qué ha venido?
J: Vengo por lo del empleo.
R1: Claro, ya veo, vienes por el trabajo de intendencia. -Lo dice burlesca.
J: Voltea los ojos
J: De hecho, vengo por el puesto de secretaria presidencial. -Lo dice seria-
-La recepcionista 1 se rie-
R2: Suba al elevador y vaya al piso 16.
J: Muchas gracias, señorita. -Amable.
Me dirigí al elevador como me lo indicó la recepcionista amable, mientras veía la cara de molestia de la otra. Muy dentro de mí, disfrutaba el enojo que le causaba. Me sentía victoriosa al entrar. Pulsé el botón que decía el número 16 y las puertas del elevador se cerraron. Unos 2 minutos después, se abrieron las puertas. Salí y me dirigí hacia una bella señorita rubia, que se veía muy elegante a mi parecer.
J: Hola, buenos días, vengo por la entrevista de trabajo. ¿Sabe dónde es?
X: Claro que sí, acompáñame.
La seguí hasta que llegamos a una puerta. Ella tocó y del otro lado alguien dijo que pasara.
X abrió la puerta y pasó detrás de ella. Entré y me dirigí hacia una señora muy educada y refinada, a la cual le dijo:
X: Hola, Mireya, esta chica viene por el puesto de secretaria. Dijo amable
M: Ok, gracias por traerla. Retírate.
X se dirigió a la puerta, salió y la cerró.
La señora me miró de abajo hacia arriba y suspiró.
M: Toma asiento. Me dijo amablemente
Me senté y le entregué mis papeles de currículum. Ella los observaba detenidamente y hacía pausas para mirarme. Estaba demasiado nerviosa, al punto de sentir las manos sudadas. Me hizo un par de preguntas y, después de un rato, salimos de la oficina.
M: Muy bien, señorita Bustamante, el trabajo es suyo.
Regrese el lunes a las 8 am para firmar su contrato.
J: Muchísimas gracias, estaré aquí muy puntual.
La señora me regaló una sonrisa y se dirigió hacia la oficina. Después sentí como alguien tocó mi hombro. Me giré y era ella, la linda chica rubia con la que me había topado antes.
X: Felicidades, no pude evitar escuchar que te quedaste con el empleo.
J: Sí, lo sé, muchas gracias. Por cierto, mi nombre es Janeth.
X: Es un gusto, Janeth. Mi nombre es Valeria. -Le da la mano.
-Janeth le devuelve el gesto-
J: El gusto es mío, Valeria. -Amable.
V: Trabajaremos juntas. Yo soy secretaria de vicepresidencia. -Emocionada.
J: Me da gusto, ya que no conozco a nadie. -Apenada.
V: No te preocupes, si necesitas algo, ya sabes a quién acudir. -Le guiña el ojo.
J: Bueno, te dejo trabajar. Fue un gusto conocerte.
V: Igualmente, nos vemos el lunes.
Fui hacia el elevador y presioné el botón de bajar. Cuando llegué al piso de abajo, salí y me dirigí a la parada de camión. Iba tan feliz, no podía esperar a llegar a casa para contarle al abuelo que ya conseguí trabajo. Va a ponerse muy contento, pensé. Después de un rato llegué a mi casa. “Abuelo”, fue lo que dije, pero nadie contestó. Fui a su habitación y lo encontré tomando una siesta. Dije: “Ay, pobre de mi abuelito, el hospital lo dejó muy cansado.” Le preparé algo rico de comer para cuando se despertara, y me dirigí hacia la cocina. Le preparé algo delicioso para comer. Pasamos toda la tarde juntos en casa, jugando juegos de mesa y viendo su programa de televisión favorito. Llegó la noche, cenamos y nos fuimos a descansar.
Nuevo personaje: Valeria, la mejor amiga de Janeth. Se conocieron en el trabajo. Ella tiene 27 años, vive sola y va a apoyar en todo a su amiga, incluyendo ayudarla con su amor secreto.