Alison Borgui, trabaja en un periódico de prestigio, pero, últimamente las ideas se le han ido de la cabeza. A tal grado que es obligada a investigar un caso de una mujer condenada a 30 años de prisión por el asesinato de su padre y madre y después los despedazó y los tiró a la basura en bolsas negras. Sin embargo, Sofía Morin se ha declarado culpable. Esta mujer, gorda, fodonga, sin una gota de maquillaje, experta en dibujar rostros humanos, es, verdaderamente insoportable.
Alison Borgui sospecha que esta mujer es inocente, y si así fuera, ¿a quién protege esta mujer?
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Siempre cuentas conmigo
Las cosas en el periódico se estaban poniendo muy feas, todo iba de mal en peor. Las ventas bajaban desmesuradamente. Gerardo estaba que no lo calentaba ni el sol.
De seguir así tendrían que cerrar, y todos saldrían perjudicados.
Nadie llevaba el reportaje perfecto, y todo se estaba yendo al traste.
Todos tenían las esperanzas puestas en Alison, ya que ella era la más inteligente del periódico. Lo malo es que ella no hacía nada por conseguir ese reportaje con la "parricida sin alma ni corazón".
Cada que iba no conseguía más que unos relatos que para nada servían para los propósitos que necesitaba Gerardo, el dueño del periódico.
De un tiempo a la fecha no se habían conseguido reportajes que valieran la pena.
Lo de la parricida, ya se había apagado, nadie la mencionaba ya, por eso hacía hincapié en eso. Para que Alison sacara lo mejor de eso, y que se pudiera vender, para así sacar el periódico adelante.
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Alison se entrevistó con Rafael Rivera, el abogado de Sofía.
Buenas tardes, soy Alison Borqui, del periódico local, dijo ella en cuanto le abrieron.
Pase, por favor. Una vez adentro, siéntese. ¿De qué quiere hablar conmigo?
De Sofía Morin.
Esa mujer, ¿sabe que ella rechazó la defensa?
Sí, por favor, yo necesito saber algunas cosas sobre ella.
Ella no es una mujer es un monstruo, y, aunque ella me había contratado para su defensa, después dijo que no. Yo no he podido persuadirla de que no me rechace.
¿Usted está seguro que fue ella la que mató a sus padres?
Bueno, tanto así como seguro, no, pero la policía dijo que ella era la única persona que se encontraba en el lugar de los hechos, sus manos manchadas de sangre. Además había un regadero de sangre por toda la casa.
Su hermana vivía con ella, ¿no se encontraba ahí?, ¿sabe dónde pueda estar?
No y no. Esa mujer se hizo humo, nadie la ha visto en mucho tiempo. Como si no le importara lo que le pase a su hermana. Incluso la casa quedó confiscada, nadie vive ahí.
¿Tiene idea de dónde pudo haberse ido la chica?, ¿sabe cuál es su nombre y/o cuántos años tiene?
Señorita Alison, yo no he dado mi consentimiento para que me entreviste.
Lo siento, necesito saber todo acerca de Sofía.
Está bien, la hermana se llama Alexa, pero a su madre le gustaban mucho las joyas, y por eso le decía Gema a su hija más pequeña. Tiene 27 años, y ella no es gorda, es todo lo contrario a Sofía. Esbelta y hermosa. Ella se fue en cuanto pasó lo de sus padres, y nadie la ha visto en mucho tiempo.
Dígame una cosa, insistió Alison; ¿usted cree que Sofía mató a sus padres?
Obvio que sí, no había nadie más.
¿No pudo ser alguien más, por ejemplo, su hermana, y después escapar por la puerta trasera de la casa?
El abogado abrió mucho los ojos...
No había pensado en eso, pero tiene mucha lógica. Además, ¿por qué Sofía se echaría la culpa?
Por proteger a su hermana.
¿Es usted detective?, preguntó Rafael con una sonrisa.
No, pero en este medio uno le hace a todo, no nos queda de otra.
Entonces, ¿dice que pudo haber sido Gema, perdón, Alexa, la que cometió el crimen contra sus padres?, Sofía se dio cuenta y le dijo a su hermana que se fuera, que ella se echaría toda la culpa.
Justo, sí.
Como sea, la policía ya dictó sentencia y es un caso cerrado. Mejor no removemos el pasado.
Pero si Sofía es inocente, no debe estar en la cárcel, debe estar su hermana.
Pues será el sereno, es todo lo que tengo que decir, si me disculpa, tengo otros casos pendientes.
Ok, gracias, piense mucho en lo que hablamos. Tal vez se pueda liberar a una inocente.
Rafael se dijo que Alison tenía razón, pero nadie había apelado, así que él no se comprometería por nada. Si Sofía se declaró culpable, ya no había nada que hacer.
"Total, que se las arregle como pueda", pensó.
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Alison estaba muy ocupada con los papeles y las grabaciones de la entrevista, checaba las preguntas y las respuestas, en ninguna grabación se notaba nerviosismo, al contrario, se notaba muy segura de sí misma.
"¿De verdad sería ella?, ¿o fue su hermana? Dios mío, ¿quién me puso en este camino? No sé que pude haber hecho para merecer esto. Es la muerte.
Igor tocó a la puerta.
¿Se puede?
Pasa, mi amor, solo estaba checando la entrevista que le hice a Sofía, no hay nada importante.
Busca bien, amor, tal vez encuentres algo.
Ya me cansé, no hay nada.
Vamos a cenar, ya está servido.
La cena ya estaba servida, se veía delicioso.
!Oh, mi amor!, eres un sol.
De nada.
Ambos se sentaron y degustaron una cena exquisita. Igor se había esmerado para que todo saliera bien.
Y, a ti, ¿cómo te va en tu trabajo, amor?
Cada vez está mejor. Mis máquinas se venden como pan caliente.
Me da gusto por ti.
Gracias, amor.
Oye, estoy pensando seriamente en salirme de mi trabajo. Ya no soporto a Gerardo, y mucho menos a Sofía. Todo esto me parece muy macabro.
Ya llevas más de la mitad del camino recorrido, si dimites ahora, parecerá que huyes de los problemas. Y no creo que eso te guste, ¿o sí?, de todos modos cuenta conmigo siempre. Te espero en la recámara.
Alison se quedó pensando en las palabras de Igor, casi siempre tenía razón.
"¿En qué momento me metí en esto?, pensó Alison y subió las escaleras para ir al cuarto.
