Frank un hombre mayor de 57 años cansado de huir de su pasado, decide hacer frente al asesino que lo acecha desde hace 20 años, con la única finalidad de evitar que su hijo Robert muera en manos del antagonista.
¿Pero realmente podrá proteger a su hijo de un hombre que lo único que quiere es venganza?
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UNA LLUVIA INTENSA
Al llegar a la planta baja de la casa ambos se dirigieron a la sala de estar.
.... – Toma asiento. ¿Quieres una copa de vino tinto? – al voltear a ver a Frank, Robert notó un rostro de asombro, y supuso que había sido por el amable gesto de ofrecerle vino....
.... – Si claro, gracias por el gesto. – a Frank se le dejó notar una leve sonrisa, que Robert logró ver sin dificultad....
.... – No confundas las cosas Frank, solo fui cortes contigo, no he olvidado nada y no creo olvidarlo jamás. – dejó en claro con unas palabras precisas y claras en un tono muy peculiar, que antes no había notado Frank....
.... – Entiendo, hijo hace 20 años me echas la culpa de algo que no es como lo cuentas, fue un accidente y si hice lo que hice fue por protegerte a ti y no dejarte solo, tal y como ella hubiera querido. – Frank se expresaba con una leve voz tierna y calmada....
.... – ¿No es como lo cuento? – muy claro se notó como frunció el ceño cuando hizo la pregunta. – es muy claro lo que hiciste aquella tarde, abandonaste a mi madre, la dejaste morir, solo para salvarte a ti mismo. – el rencor se dejó notar al instante que decía cada palabra....
.... – Lamento que hayas tenido una juventud sin tu madre, pero debes entender que solo te trataba de proteger. – el sentimiento le ganó a Frank, decía llorando su versión de la historia....
.... – No es suficiente que lo lamentes, la extraño mucho, no tuve su cariño, su amor, sus regaños, sus consejos, ¡no la tuve a ella en sí!, crees que un simple “lo lamento”, lo resolverá todo. – el enojo se elevaba claramente en el rostro de Robert....
.... – Cálmate hijo, no te alteres, entiendo tu coraje, pero debemos perdonarnos por nuestros errores. – limpiándose las lágrimas e inclinado a donde estaba Robert le contestó Frank....
Después de que se le bajara el coraje a Robert y que Frank recobrara la postura y estuvieran ambos calmados, Robert retomó la plática.
.... – Quería hablar contigo que de hecho lo iba a ser mañana, pero voy a provechar ahorita. – la voz de Robert se había vuelto suave, muy claramente se notaba....
.... – Si dime, ¿de qué trata? – con una ceja fruncida y una voz que dejaba notar curiosidad, preguntó Frank....
.... – Ya había hablado de esto con Elena y no estaba de acuerdo, pero creo es lo mejor, ella comprenderá. – Robert solo insinuaba cosas, pero no hablaba claro y eso tenía cada vez más desesperado a Frank....
.... – Si entiendo, pero habla más claro. – con palabras sencillas y rápidas Frank trataba de que Robert fuera más directo....
.... – Necesitamos privacidad Frank, tienes que irte de mi casa. – esta vez fue muy serio y directo en sus palabras....
.... – ¿Es enserio hijo? – sorprendido y angustiado respondió a las palabras de Robert....
.... – Si, es enserio, tienes hasta el viernes para irte, son 4 días suficientes para que te retires. – aunque no quería hacerlo notar, por dentro Robert sentía un poco de tristeza....
.... – Pero y ¿ya no veré a Daniel? – preocupado Frank contestó a lo dicho por Robert....
.... – Si claro podrás venir una vez a la semana, si tu gustas claro. – Robert ya dejaba notar el cansancio y sueño en sus ojos....
.... – No entiendo por qué tomas esa decisión hijo. – se reacomodó en aquel sillón, mientras decía aquellas palabras y enseguida tomarle un trago a el vino....
.... – Simplemente quiero privacidad. – Robert permanecía firme ante la decisión que ya había tomado....
...Al finalizar sus palabras, Robert se levantó del sillón, y se dirigió a la cocina a dejar la copa donde tenía el vino, y regresó y se detuvo a la orilla de las escaleras....
.... – Espero y reflexiones y empieces a buscar a donde irte a hospedar, te repito solo 4 días tienes. – la voz de Robert había cambiado y se había vuelto muy seria y el silencio embargaba aquel hogar....
.... – Si entiendo. – Frank con sus manos se agarraba el rostro en señal de frustración, mientras se inclinaba para adelante con los codos sobre sus rodillas....
Después de que la conversación terminó, Robert subió a su habitación, mientras Frank esperó unos minutos, se levantó y se dirigió a la cocina a dejar de igual forma su copa. Al llegar observó en el refrigerador colocada una foto de él y Daniel, que se habían tomado la mañana de navidad, mientras su nieto abría sus regalos.
Se retiró después de un momento observando aquella foto, subió a su habitación que se encontraba al lado izquierdo al subir las escaleras, dio un vistazo al lado derecho en donde se encontraban las habitaciones de su hijo y nieto. Caminó a su habitación y entro solo para observar sus pertenencias, su cama individual, su escritorio con montones de papeles y su computadora de escritorio y su anticuado armario. Decidió tomarse una ducha antes de dormir.
Después de ducharse regresó a su habitación y se recostó, y observó todo el papeleo que había en su escritorio.
.... – ¡Maldita sea!, tengo que investigar eso para lo que tengo planeado. – se hablaba a si mismo mientras se acomodaba en su cama y se cobijaba....
Frank se inclinó y empezó a observar a la ventana y empezó a recordar a su esposa María, se le salieron unas lágrimas, y pensó que no estaba distinguiendo por las lágrimas, al ver en la ventana gotas, tomó la compostura y observó bien y notó que ya había empezado a llover, que no eran gotas de lágrimas, sino de lluvia.
.... – Estoy arrepentido como no puedes imaginar María, te extraño mucho, pero te aseguro te vengaré...
..... – mientras se limpiaba las lágrimas, se decía a el mismo, con su mirada muy claramente se notaba ver, su coraje y tristeza....
...Enseguida, se da la vuelta y terminó boca arriba viendo al techo de su habitación, y se decidió a dormir. Mientras dormía, Frank se movía de un lado a otro, y muy claro se notó como tenía una pesadilla....
.... – Ves por Robert, rápido mi amor. – Frank tenía el rostro lleno de miedo, se sentía preocupado, por la presunta persona que había escrito aquella carta amenazadora....
.... -Si ya voy. – María enseguida corrió al baño por Robert, el cual ya había acabado y se había vestido. - ¡Hijo!, sal del baño debemos irnos ya....
...Mientras María iba por Robert, Frank llamó por teléfono a una persona....
.... – Si, buenos días, Fred, necesito tu ayuda, es el momento justo de que devuelvas el favor que me debías. – había llamado a un amigo al cual le había salvado el pellejo....
.... – Si viejo, ¿Qué necesitas? – contestó Fred con una alegría peculiar de él....
.... – Necesito que me veas en el museo del estado. -Frank le contestó rápidamente....
.... – Esta bien, pero ¿Qué sucede? ¿Estás bien? – la voz carismática de un momento a otro se volvió seria....
.... – Te explico después, te veo en 10 minutos. – le dijo suspirando y volteando a ver a su hijo y su esposa que ya venían listos para irse....
...Frank, María y Robert, salieron de su hogar y entraron al auto y se dirigieron al museo....
.... – Frank, nos viene persiguiendo un auto. – María notó como los perseguían....
Frank empezó a acelerar, y a rebasar a los demás conductores, observó por el retrovisor y miró que aun los perseguían. Empezaba a sudar, sentía un miedo enorme, miraba atrás y estaba Robert que no entendía que sucedía y su esposa llorando mientras abrazaba a su hijo.
Se decidió a hacer peligrosas maniobras para dejar atrás a aquellas personas y perderlas, tomó firme el volante y pisó el acelerador y se saltó un alto, que por poco hubiera impactado contra un camión de construcción, y al observar de nueva cuenta por el retrovisor vio que los había perdido y se alegró por un momento y escuchó de fondo la voz de su esposa.
.... – ¡Frank, ten cuidado! – María había visto que estaban a punto de llegar a el museo, pero justo enfrente había un muro....
El auto se impactó de una forma impresionante y se había prendido en llamas, Robert perdió la conciencia por la fuerza del golpe, Frank se había golpeado la frente con el volante, María se había llevado la mayor parte del golpe.
Frank volteó para atrás y observó a su hijo recostado con la cabeza hacia la ventana de la puerta izquierda, a María tratando de retomar la postura, se tocó la frente y sintió húmedo, al verse los dedos, notó la sangre, enseguida se quitó en cinturón de seguridad y se tomaba los oídos, el impacto lo había dejado sordo por un momento y fue y bajó del auto a Robert y lo llevó lejos del auto. Notaba como la gente se acercaba a ver lo que había sucedido, pensaba que no tardaría mucho para que alguien marcara a primeros auxilios y la policía, y debía huir de aquel lugar, tenía miedo de que lo encontraran quien sea que lo perseguía.
Al volver al auto corriendo notó que se había alejado al menos unos 15 metros, al llegar quiso quitarle el cinturón de seguridad a María, pero se había atorado, el fuego estaba aumentando, el combustible estaba saliendo demasiado rápido y las llamas lo estaban alcanzando.
.... – ¡Maldita sea!, rómpete. – Frank gritaba mientras tiraba con todas sus fuerzas para tratar de romper el cinturón....
.... – Mi amor vete, el auto va a explotar. – María con una voz débil y lágrimas decía mientras le tomaba la mano a Frank que temblaba por la desesperación....
.... – ¡No me iré entiende, te voy a sacar de aquí! – seguía tratando desesperadamente, pero todo era inútil, y la miró y no pudo resistir el enojo, la desesperación y tristeza y empezó a llorar....
.... – Por favor, vez salva a nuestro hijo. – suspirando su último aliento, María le dijo aquellas últimas palabras, y soltó su mano para entonces morir, y dejar notar que tenía una herida en el abdomen....
.... – ¡Mi amor!, despierta, anda despiértate por favor. – Frank la movía tratando de hacerla despertar, mientras el fuego se acercaba más al combustible....
.... – Frank vámonos de aquí va a estallar, no podemos hacer nada por ella. – la voz de Fred se escuchó a la espalda de Frank....
Fred al ver que Frank no se movía, decidió tomarlo por la cintura y llevarlo a la fuerza lejos del auto, mientras aun gritaba el nombre de su recién fallecida esposa.
... . – ¡María!, te amo, me encontraré contigo pronto. – sentía como Fred lo seguía llevando lejos y más lejos del auto....
Llegó el momento cuando el auto explotó y Frank miró pasar por sus ojos los 15 años que había vivido con María.
Un trueno había despertado a Frank de esa horrible pesadilla, o más bien recuerdo, y observó a través de la ventana como la lluvia había aumentado su fuerza y dijo:
.... – Maldita lluvia intensa....
el mal que le causes a otros siempre se te devuelve en porciones dobles ,así que cuidado con eso