Obra original
La Reina Yasira Barreto muere a manos de su esposo Alexander Barreto sin importarle que en su vientre llevaba a su hijo nonato.
Una joven del mundo moderno reencarna en su cuerpo y mucho antes de estos eventos, por lo que decide cambiar su destino.
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El perfume de su piel
Alexander miró la sonrisa de la princesa y se sintió confundido, no entendía la actitud que había tomado hacia él, desde negarse al compromiso, hasta ignorarle.
Hasta ahora la joven sabía cómo hacerlo enojar, se sintió absurdo por un momento por sus sentimientos, pues no sé suponía que sería así, se suponía que la princesa heredera aceptaría el matrimonio y se casaría con él, al menos eso era lo que siempre le había dicho sus padres.
Además que después de que Vania se fue sin dejar rastro alguno un par de años atrás, el se dió por vencido con el tema del matrimonio entre ellos y se resignó a aceptar casarse con Yasira, solo no contaba con sentir atracción por ella.
El Rey dió la orden de preparar las habitaciones para los invitados y camino a lado de su hija hasta dejarla en la puerta de su habitación.
Los sirvientes que les habían recibido se sorprendieron al ver a su princesa diferente, y sobre todo que poseía la magia de su padre, Nina caminó detrás de la princesa heredera y de el Rey hasta la habitación de la primera para ayudarle con su vestido y su baño.
Marcelo se retiró a sus aposentos, no si antes darles una mirada de advertencia a ambos jóvenes, quienes entendieron de inmediato el mensaje de que no debían acercarse a la habitación de su hija durante la noche.
Yasira miró a Nina y sonrió , sabía que la joven debía estar soprendida y no era para menos, pero en ese momento realmente quería quitarse el vestido.
Por lo que la joven pidió su ayuda y al estar liberada del llamativo atuendo entró directamente al baño, dónde pidió que le dejara sola para bañarse por si misma.
En la habitación de a lado, Enrique daba vueltas como un animal encerrado, estaba desesperado, quería estar nuevamente con Yasira, quería inhalar una vez mas el perfume de su piel, por lo que caminó hacia el balcón, y al estar seguro de que no había guardias cerca, salió por el balcón para colarse a la habitación de la princesa.
Al entrar, notó la cama perfectamente arreglada, lo que quería decir que la princesa se encontraba en el baño, se acercó al biombo de madera y la vió, allí estaba ella.
Con su cabellera roja cayendo sobre su espalda completamente mojada, Enrique vió como Yasira tocaba los pétalos de rosas que flotaban sobre el agua y los olía para después soltarlos nuevamente sobre el agua.
Se fascinó por la vista que la joven le estaba ofreciendo, ella era hermosa antes del despertar de su magia, pero ahora, era sin duda alguna, la más bella de las mujeres.
El bulto en su entrepierna comenzó a molestarle, dió un paso atrás y pretendió salir de allí, cuando la voz de Yasira lo sorprendió.
- ¿ Piensas quedarte allí como un acosador o quieres que te abra personalmente la puerta para que te vayas ?.-Preguntó la joven molesta, había escuchado claramente que alguien había entrado aunque intentara no hacer ningún ruido, había esperado el siguiente movimiento del joven pero el no parecía tener intención alguna de acercarse a ella.
Yasira se puso de pie dentro de la bañara y dejó ver su cuerpo completamente desnudo, lo cual sorprendió a Enrique, su cuerpo terminó de reaccionar cuando sintió las manos de la joven empujando su pecho.
- Largo - Espetó Yasira mientras lo empujaba con fuerza para después tomar una bata de seda y cubrir su desnudez, si bien se había entregado a Enrique no quería que el joven malinterpretara la relación entre ellos.
- Se mi esposa - mencionó de la nada Enrique cuando la chica colocó su mano sobre la perilla de la puerta.
La mano de Yasira tembló al igual que sus hombros, no por que estuviera llorando, sino por contener la risa que le causó el comentario del joven.
Enderezó su cuerpo, giró para quedar frente al Archiduque y le miró desafiante.
- Enrique , entiendo que pienses que es correcto que nos casemos, pero te he dicho antes que no quiero casarme ahora, no hagas que comience a creer que lo que ocurrió entre nosotros ha sido un error. -
Enrique miró aquellos ojos dorados mientras sentía como su corazón era atravesado por filosas agujas con cada palabra que salía de los labios de Yasira, inclinó su cabeza y soporto el dolor en su pecho y el nudo en su garganta para poder decir unas cortas palabras más.
- Buena noche Princesa. -
Tras decir las palabras dió un paso adelante y el mismo abrió la puerta, Yasira tomó su manos y lo detuvo por unos segundos.
- No quiero herirte Enrique, no es mi intención tampoco pretendo ocultarte nada por lo que te confesaré que estoy considerando seriamente abrir mi haren.-
Nina que rápido caíste, pudiste seguir teniendo una buena vida 🥺😬
Quién será ahora el enemigo 🤔