Arianna, una niña que perdió a su madre a la edad de cuatro años, vive con su padre, quien ha formado una nueva familia y tiene dos hijos más. La esposa actual de su padre la maltrata y fomenta la discordia entre ella y sus hermanos. Además, su padre ha cambiado notablemente desde que está con su nueva pareja y se deja influenciar por ella. Sin embargo, el hermano Ángel es el único que la trata con amabilidad y cariño. Ante esta situación insostenible, Arianna decide enfrentarse a su padre y expresarle su intención de abandonar el hogar.
Su padre se ríe en su rostro y le pregunta qué planeaba hacer, adónde iría si no tiene a nadie más en esta vida. Por su parte, su madrastra se aleja y le comenta a su esposo que tiene una idea, y ambos se dirigen al despacho, dejando a Arianna sola en la sala.
NovelToon tiene autorización de NELSI BLANCO para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 24: días difíciles
Arianna: ¿Acaso estás loco?
César: Deja de dramatizar. ¿Acaso crees que no me doy cuenta de que intentas dejarme en una mala posición ante mi abuelo? Deja de hacerte la víctima. Tú quisiste este contrato, lo firmaste y ahora debes cumplirlo.
Arianna: Eso es lo que estoy haciendo. Teníamos la intención de traer a Lidia mañana, pero tu abuelo apareció con estas jóvenes, no es mi culpa.
César: Te mencioné que el abuelo sospecha algo.
Arianna: Ya lo he notado. Planeábamos hablar con él, pero no fue posible.
A partir de este momento, es imprescindible que actúes de manera adecuada. No saldrás sin mí y necesito estar al tanto de cada una de tus acciones; de lo contrario, podrías meterme en problemas. Si llegara a suceder esto, empezarás a conocerme en profundidad, afirmó César.
Arianna: ¿Qué más puedo hacer? Hago lo que está a mi alcance.
César: Necesitarás hacer más, y eso es un hecho. Ahora, vete a bañar, el abuelo nos está esperando.
Arianna: ¿Cómo puedo hacerlo si estás aquí? Prefiero no hacerlo.
César: No tienes opción, hazlo y punto. ¿Acaso crees que no he visto mujeres? Todas tienen lo mismo, así que no te creas tanto, respondió César.
Arianna lo observa con indignación y comenta de manera despectiva, ¡ridículo! mientras busca sus pertenencias y se dirige al baño. César, divertido, se ríe y se recuesta en la cama.
Después de terminar su baño, Arianna se viste en el baño y al salir le indica a César que ahora es su turno. Él se levanta y se dirige al baño, pero para bromear con Arianna, sale envuelto en una toalla. Arianna lo observa y piensa para sí, tiene un buen cuerpo. Luego le dice: ¿Por qué sales así? ¿No puedes vestirte en el baño? César responde: No me gusta hacer eso.
Entonces, saldré primero para que puedas vestirte, replicó Arianna, mientras pasaba a su lado. César la tomó de la mano y le dijo: No puedes hacer eso, tienes que esperarme. Arianna se sintió muy cercana a él y notó un nerviosismo palpable. César, al darse cuenta, le preguntó: ¿Acaso tienes miedo?. Arianna se liberó de su agarre y le respondió: ¿Por qué debería tenerlo?. César se echó a reír. Arianna se retiró al baño para que César pudiera vestirse, y una vez que él estuvo listo, le dijo: Bajemos.
Arianna se adelantó y César tomó su mano, diciendo: Debemos hacerlo juntos. Arianna caminó junto a él, mientras el abuelo se encontraba en las escaleras y les comentó: Ya iba a subir por ustedes, la cena está lista.
Todos se dirigieron al comedor, donde les sirvieron la comida.
Después de cenar, el abuelo los invitó a conversar un rato. Ellos aceptaron y se trasladaron a la sala.
El abuelo les dijo: Quiero saber más de ustedes; cuéntenme qué hacen cuando están juntos y qué actividades realizan cuando están separados.
Arianna miró a César, esperando su respuesta sin saber qué decir.
César: Bueno, abuelo, no creo que podamos contarte todo lo que hacemos cuando estamos juntos, jajaja.
Arianna lo observa con una expresión de sorpresa.
César continúa: A veces vemos películas, salimos a comer, vamos al cine y dormimos juntos, abuelo.
Abuelo: ¿Y qué hacen cuando están separados, Arianna?
Arianna: Bueno, yo estudio. Casi siempre estoy enfocada en la universidad y, de vez en cuando, visito a mi mejor amiga, Linda.
César: Yo también estoy en la universidad y paso tiempo con mis amigos.
Abuelo: ¿Qué estás estudiando, Arianna?
Arianna: Estoy estudiando administración de empresas.
Abuelo: Es una excelente carrera. Mi nieto está a punto de graduarse y comenzará a hacerse cargo de la empresa familiar. Estará un poco más ocupado, pero no puede descuidarte; podrás visitarlo en la empresa de vez en cuando.
Arianna: Está bien, no tengo problema con eso, abuelo.
Abuelo: Y díganme, ¿ya han considerado el tema de los hijos?
Arianna, mirando a César con una expresión de sorpresa, respondió: No, todavía no.
Por el momento, nuestro enfoque está exclusivamente en nuestros estudios.
César: Y en centrarnos en nosotros mismos, abuelo. Más adelante, consideraremos ese tema.
Abuelo: No dejes pasar demasiado tiempo, César; ya tienes 21 años.
César: Aún soy bastante joven, abuelo. Lo abordaremos en su momento.
Arianna: Así es, aún somos jóvenes. En el futuro, sin duda tendremos hijos.
Abuelo: Me gustaría tener un bisnieto antes de fallecer.
Arianna: Abuelo, usted todavía está muy bien. No se concentre en lo negativo ni en esas cosas.
Abuelo: Eres una persona muy linda y amable. Debes cuidar de ella con esmero, César.
César: Sin duda, abuelo. Ella es la luz de mi vida y no puedes imaginar cuánto la quiero.
Abuelo: Bien, es mejor que me retire a descansar, me siento bastante fatigado. Ustedes también deberían hacer lo mismo.
Arianna: Lo acompañaremos a su habitación y luego nos dirigiremos a la nuestra.
Los tres subieron, llevaron al abuelo a su habitación y luego se dirigieron a la de César.