3 años desde que tomé la decisión más dura de mi vida, pero no podía permitir que le hiciera lo mismo a nuestra hija.
Aún lo amo, tanto que he estado tentada a buscarlo, pero sé que no valdrá la pena.
Por mí bien y el de mi hija es mejor que estemos así, separados, él sabe que jamás voy a olvidarlo y mucho menos dejarlo de amar.
Pensaba que todo sería así para siempre, pero supe que estaba equivocada el día que se presentó frente a la puerta de mi negocio desatando dentro de mi, caos, miedo y deseo, mucho deseo.
¿Volveríamos a intentarlo? ¿Volveríamos al deseo?.
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Capítulo 2: No quiero.
—¿Qué haces aquí?— pregunto luego de reponerme de la sorpresa.
—Vine por ti—dice.
—¿Cómo me encontraste?— pregunto ignorando todos los sentimientos encontrados que tengo.
—Grecia, seguimos en la misma ciudad, encontrarte no fue tan difícil— dice siendo más que obvio y suspiro, se me olvida el poder y todo el dinero que tiene este hombre.
Mi cuerpo tiembla, mi corazón está a punto de salirse de su lugar y espero que no note lo nerviosa que estoy.
Observo mi auto disimuladamente y Grace sigue dormida, es una suerte y ruego que no se de cuenta, no estoy preparada para decirle que tenemos una hija.
—¿Que quieres Liam? Tengo que irme— le digo impaciente.
—Quiero hablar contigo— dice, lleva su típico traje de trabajo, las luces de la noche lo iluminan y lo hacen ver más hermoso de lo que es.
—Ahorita no puedo— le digo tajante.
—Grecia, por favor— súplica y trago saliva con fuerza, jamás había escuchado súplica en su voz.
—Te lo digo de verdad, hoy no puedo — le aseguro más nerviosa que nunca, no quiero que Grace se despierte o que él la vea.
—¿Mañana?— pregunta ansioso.
—Está bien, te llamaré— asiento con rapidez— debo irme— le digo y camino rápidamente hasta el auto.
¡Madre de Dios! Mi corazón va a mil por segundo, está un poco más rellenito a mi parecer, pero sigue estando tan guapo, han pasado tres años y estoy temblando como una gelatina, si me quedaba unos segundos más frente a él desfallecería, ha sido demasiado para mí, tengo muchas emociones encontradas.
—Dios— susurro colocando mi frente en el volante del auto.
Esto es una señal clara de que debo ir a tomar con Jules y olvidar un poco los sentimientos y la sensación que me causo tenerlo tan cerca, mi piel revivió en solo microsegundos cada uno de sus toques, de sus besos, de sus caricias, ¡de todo!, fue una mini serie de lo que me hizo o me sigue haciendo sentir.
Él me hizo vivir como nadie lo había hecho y hoy, después de mucho tiempo, tenerlo tan cerca me ha generado un millar de emociones inexplicables.
Sé que ha pasado mucho tiempo y tenía que haberlo superado y olvidado, pero es difícil cuando mi hija es la viva imagen de él, cuando nos separamos porque yo lo decidí por el embarazo y se lo oculté, él no estaba de acuerdo con nuestra ruptura, pero cuando me oculté y deje de contestar sus llamadas él dejó de insistir.
Pasaron tantas cosas, él me decepcionó tanto, me ignoro, me hizo menos, que ya en ese punto a veces es inevitable no sufrir, pero también hubo momentos únicos y hermosos que creo que eso es lo único que mantiene mi amor intacto hacia él.
Quiero desesperadamente huir con mi hija, no quiero que sepa de ella, pero en esta vida nada puede estar oculto mucho tiempo, porque quiera o no, él es su padre y creo que después de tantos años tuvo que haber puesto los pies en la tierra y madurar.
—Cualquier cosa me llamas— le digo a Brigitte, la niñera.
—No te preocupes, diviértete— me dice y nos despedimos.
Asiento y salgo rápido de casa, voy super tarde, Jules debe estar enojadísima; Mañana puedo darme el lujo de no ir a trabajar y llevar a mi hija a divertirse un rato, he querido llevarla a Disney, pero tengo un poco de miedo ir sola con ella a ese lugar donde van tantas personas.
—¡Joder!—exclamo a no ver el semáforo en rojo y frenar de golpe.
Estoy distraída y no hace falta decir la razón, Jules y yo lo mencionamos y apareció, esto de verdad tiene que ser una maldita casualidad.
No voy a negar lo obvio, sigue siendo un hombre muy guapo que llama la atención de cualquier mujer y todo este tiempo de solo imaginarlo con alguna mujer sentía muchísimos celos y repulsión, sin embargo, no podía hacer absolutamente nada.
—¿Por qué llegas tan tarde?— pregunta una Jules sofocada.
—Me he encontrado a Liam en frente de la tienda— confieso y su rostro palidece—Oh no, no vio a Grace, créeme que no estuviera aquí— afirmó obvia.
—Vas a tener que hablar con él— dice y yo asiento.
—Quede en llamarlo, quiere hablar conmigo, pero no le di oportunidad, estaba tan nerviosa y preocupada de que viese a Grace en el auto que dije que no podía, era lo mejor— le digo—Muy en el fondo sabía que este día llegaría— acepto derrotada.
—Yo siento que se desatará una guerra— susurra—Y no precisamente por Grace, si no, una guerra de deseo—afirma—ustedes volverán al deseo—sonríe.
¿Realmente volveremos al deseo? Tengo que averiguarlo, porque prefiero eso a tener que soportar su odio hacia mí por haberle ocultado mi embarazo.
excelente tierna amorosa historia felicitaciones bendiciones para ti 🤩😍♥️🇨🇴🌹💯❤️🥰🌹💯😍🇨🇴
muy buena historia felicitaciones bendiciones para ti 🤩😍♥️🇨🇴🇨🇴👏💯🌹🥰